El Centro Cultural Necochea de Rosario entrega 500 raciones de comida: “Esto es peor que en la pandemia”   

Marcia contó que en cada entrega de los jueves se suman más familias de barrio Tablada. Junto a Ángel, el otro coordinador, también hablaron de solidaridad, de los talleres y de la unidad productiva de panificación que les da tantas satisfacciones 

Marcia, una de sus referentes, hizo este diagnóstico y contó que en cada entrega de los jueves se suman más familias de barrio Tablada. Junto a Ángel, el otro coordinador, también hablaron de solidaridad, de los talleres y de la unidad productiva de panificación que les da tantas satisfacciones

“El taller de percusión se da los miércoles a las 13, vienen chicos de todas las edades. Llegan un poco antes, cuando salen de la escuela, y te dicen: seño tiene algo para comer porque hace desde anoche que no como. Lo mismo pasa con los que vienen a apoyo escolar. Es duro eso”, fue una de las situaciones que más resaltó Marcia, coordinadora junto con Ángel del Centro Cultural Necochea, de barrio Tablada. Marcia y Ángel están al frente de la institución que con la ayuda de 20 personas tratan de hacer frente a la crisis económica que golpea de lleno a los habitantes de los barrios que están por fuera de los bulevares: para los más chicos tienen talleres para ganarles terreno a la calle y para las familias está el comedor que todos los jueves reparte unas 500 raciones de comida. Su orgullo es la unidad productiva Delicias de Necochea donde un grupo de mujeres hacen productos de panificación para vender de lunes a viernes de 15 a 19.30 a precios populares.

“Los vecinos de Tablada son muy solidarios y eso que muchos de ellos no tienen pero vienen y te ayudan con un granito de arena. Con lo que tengan”, contestó Marcia sobre lo que más le gusta de ese barrio de zona sur, nombrado en reiteradas oportunidades por hechos de violencia pero que poco se sabe del verdadero día a día.

El Centro Cultural tiene el frente pintado de azul oscuro y está ubicado en Necochea 4073, frente a la desembocadura del pasaje Rezzara. Ángel fue describiendo cómo se organizan en la institución que tiene dos grandes habitaciones, en la de adelante funciona la unidad productiva, el apoyo escolar y un taller de calzado que están separados pero sin cerramientos. En la de atrás, está el Salón de Usos Múltiples (SUM) donde desde hace poco armaron el roperito  que ofrece ropa por menos de 1.100 pesos para juntar fondos para el comedor y las compañeras que no cobran nada.

“Estamos todos los días de la semana, empezamos a las 9. Las chicas de la Unidad Productiva primero acomodan todo, producen y cocinan las tortas fritas, rosquitas, tartas, pasta frolas, el pan casero y las prepizza para poder ofrecerlas a partir de las 15. Los lunes, miércoles y viernes hacemos limpieza general”, explicó el coordinador y minimizó el hecho de que tienen que llenar baldes porque, a pesar de los 70 mil pesos que pagan de agua, no tienen presión y los cargan con paciencia por el hilo de agua que sale de una manguera. “El agua, los cortes de luz y la inseguridad son los problemas de todos los barrios de Rosario”, dijo resignado.

“Arrancamos con 137 raciones, este año subieron a 234 y ahora estamos cerca de las 500. Serían unas 180 familias, que vienen todos los jueves”, contó Ángel mientras agrega que hace años que está con la cocina colaborando en este Centro Cultural y también en el Mangrullo, Puente Gallego, Piamonte y Tío Rolo. “Son todos espacios que nos damos una mano”, dijo.

Marcia agregó que en este último tiempo se empezó a incrementar la demanda hasta el punto que a buscar comida va gente que hasta hacía poco no lo necesitaba. “Acá vienen y preguntan si hay que anotarse, si hay lista de espera, porque en otros lugares pasa. Nosotros le decimos que no, acá le damos comida a todos y cuando no llegamos tratamos de entregarles fideos, un puré de tomate para que no se queden sin nada para la noche”, mientras que Ángel acotó que tienen como política que las raciones alcancen para todo el grupo familiar.

“Vos ves vecinos que están yendo de lunes a viernes a buscar comida en los diferentes comedores. Esto es peor que en la pandemia cuando mucha gente se había quedado sin trabajo y necesitaba buscar la comida”, continuó.

La coordinadora contó que tienen un grupo de Whatsapp con las familias y que les gusta cuando elogian la comida pero también se encuentran con que les piden si pueden pasar por una taza de aceite, harina o de azúcar y los pone triste.

Ángel explicó que la única ayuda que reciben es del estado provincial y que se les está haciendo muy difícil cubrir toda la demanda de comida de las familias que se suman cada jueves. “Ahora estamos pidiendo todos los datos de las personas que retiran las raciones para tener los papeles en regla. Me gustaría que desde el municipio o el estado nacional vengan, pregunten a los vecinos por lo que hacemos y ayuden a los que trabajamos”, señaló.

Delicias de Necochea y talleres  
Entre el taller de percusión y el apoyo escolar pasan unos 100 chicos y chicas, de entre 4 y 16 años. Ensayan en la plaza de pasaje Rezzara, a media cuadra, con el objetivo de presentarse con su murga de Tablada. Y en ese tiempo, las mujeres de la unidad productiva les preparan pizzas, rosquitas, alfajores o bizcochuelos que donan para que puedan merendar con un jugo o una chocolatada, cuando tienen leche.

Las mismas preparaciones se hacen los viernes, cuando llegan las nenas y nenes del apoyo escolar. “Muchas veces no tienen tarea pero se quedan dibujando. Vienen porque quieren comer algo. Siquiera, se van con algo en la panza”, explicó Marcia pero la cara le cambió cuando habló de que los papás y las mamás sí se involucran.

“Vienen y nos dan una mano. También festejamos cumpleaños. Ahora para el taller de percusión estamos organizando una rifa para poder hacer los trajes junto con las familias. Acá todos aportan ideas”, sigue.

La nota a los coordinadores del Centro Cultural Necochea se hizo este lunes y a partir de las 15 empezaron a asomarse vecinos por la puerta, que siempre está abierta, para preguntar si ya estaban las tortas fritas, rosquitas, pan casero y prepizzas.

Ángel dice que su deseo es que todo el trabajo que hacen en Delicias de Necochea se conozca para que más personas se acerquen a comprar y así poder seguir ayudando.

Nadie se salva solo 
“El peor enemigo contra el hambre es la indiferencia”, dice uno de los tantos carteles que están en el espacio y los coordinadores se turnaron para explicar cómo la militancia los une con otras organizaciones y comedores para hacer frente a la crisis.

“El Centro Cultural Necochea nace porque nos juntamos con instituciones del Mangrullo y del Centro Cultural Renacer donde estaba Marcia por 1° de Mayo, para hacer frente a la situación porque está todo complicado”, describió mientras contaba que siempre cuentan con el apoyo de los vecinos que algunas veces les donan cosas o les compran los productos de la Delicias de Necochea.

“Fueron los primeros que vinieron a darnos una mano hace tres meses cuando nos robaron elementos de cocina, la garrafa y toda la comida de la Unidad productiva . Eso duele pero nos trajeron alimentos para que pudiéramos cocinar”, continuó el referente.

También tienen vínculos con las y los docentes universitarios del gremio de Coad, los conocen por el trabajo que hacen en los barrios e incluso Ángel fue uno de los cocineros en las dos ollas populares que organizaron para reclamar por salarios dignos este año.

Además, desde el gremio donaron golosinas no sólo a ellos sino también a los espacios de  la Cariñosa, Mangrullo, y Piamonte para que pudieran festejar el Día de las Infancias. En el Centro Cultural se festeja este sábado en la puerta y sus integrantes quisieron agradecer a la empresa Litoral Gas porque les donaron juguetes y los tablones para el festejo.

“Acá siempre nos ayudamos entre todos los que podemos porque sabemos lo que cuesta. Tenemos contacto con muchas organizaciones y comedores de la zona que nos ponemos de acuerdo para que las familias puedan comer toda la semana. Con la copa de leche pasa lo mismo”, cerró Ángel, quien se animó a decir al final que siempre son bienvenidas toda clase de donaciones.

Desde el Centro Cultural dejaron este número para quienes deseen ayudar con donaciones 341- 3097620.

También pueden comunicarse al 341-2576052 para hacerles encargos a las mujeres de Delicias de Necochea.

Fuente: El Ciudadano