El drone de la ATM descubrió evasiones por $1,4 millones en Mendoza

drone-05Es el monto equivalente a Impuesto Inmobiliario que no pagaron hasta ahora los propietarios de viviendas de gran valor, instaladas en barrios cerrados de Luján y Maipú.

La Dirección General de Catastro de Mendoza cuenta con 120 fiscalizadores, de los cuales sólo 10 están dedicados a actualizar los datos del banco de información, sobre un total de 621.000 parcelas provinciales. Así lograron incorporarse al registro alrededor de 3 millones de metros cuadrados de viviendas durante la actual administración.

Con la compra del drone ese trabajo será mucho más rápido, casi de modo simultáneo, aún cuando el catastro, en terreno, es siempre dinámico y cambia al ritmo de los nuevos emprendimientos.

Para tener un parámetro de esa posibilidad, lo que un equipo de fiscalizadores de ATM releva durante un mes a pie, el drone lo cubre en 4 vuelos de 45 minutos, es decir, en tres horas.

El primer balance realizado de estos vuelos, que cubren 10 kilómetros por operativo, indica que en barrios privados de Maipú y Luján hay 62.000m2 sin declarar, lo que equivale a $ 1,4 millones en impuesto inmobiliario que el Estado provincial no ha percibido. Gustavo Cruz, titular de la Dirección General de Catastro, defendió la compra del “bichito”, que costó $400.000, como herramienta para mejorar la recaudación de este tributo patrimonial.

“Históricamente ha tenido un retraso el banco de catastro con la realidad inmobiliaria, entonces en este trabajo de actualizarlo, entre otras acciones compramos el drone después de verlo en un congreso de Córdoba”, comentó.

El funcionario explicó que no es comparable a otros tipos de drones porque el sistema no se trata del aparato en sí, sino del software que requiere para funcionar, el GPS, la notebook y el programa para procesar imágenes georeferenciadas.

Físicamente, el drone posee piloto automático e inteligencia artificial, es uno de los más ligeros del mercado debido a su fuselaje de espuma flexible y a su hélice montada atrás.

“Antes se hacía el control con aviones fotogramétricos con un equipo de tecnología, pero se hacían las fotos y luego se llevaban a un procedimiento de georeferenciación que se hacía en taller. Este drone remplaza al avión que se alquilaba y también al proceso de georeferenciación porque cuenta con el programa para hacerlo mientras vuela”, siguió Cruz.

Esto se explica porque el drone tiene una antena que hace la conexión entre el satélite, el drone y la notebook para que las fotos ya salgan georeferenciadas en un punto, para que esa imagen sea aplicada sobre otro punto de la cartografía. De ambas comparaciones se puede obtener la información requerida a fines catastrales.

Esta captación de la imagen entre GPS, cámara y notebook es de muy alta calidad, de manera tal que se pueden observar figuras como las piletas, los árboles, la decoración, los autos y las personas como manchones.

En breve serán publicados los resultados de los operativos sobre San Rafael, donde hubo un pequeño incidente con uno de los vuelos, porque algunos teros lo confundieron con un par y se posaron sobre el drone a metros de aterrizar.

►62 mil metros cuadrados es la superficie no declarada que captó el drone desde que empezó a volar en agosto, sobre todo en barrios privados de Luján y Maipú.

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Fuente: Uno, Mendoza