El Gobernador electo de Santa Fe quiere municipalizar el servicio de agua potable y cloacas

En manos locales. El manejo del servicio del agua estuvo en poder de la Municipalidad en el siglo XIX.

En manos locales. El manejo del servicio del agua estuvo en poder de la Municipalidad en el siglo XIX.

La nueva gestión. Recordó que cuando fue intendente lo reclamó a la provincia y aclaró que lo conversará con la intendenta Fein. El traspaso será gradual.

El gobernador electo Miguel Lifschitz pretende municipalizar el servicio de agua potable y cloacas. «Soy partidario, lo fui cuando era intendente, de trasladar de manera progresiva el control de la empresa de Aguas Santafesinas a los grandes municipios, Rosario y Santa Fe», precisó el sucesor de Antonio Bonfatti en la Casa Gris. También se manifestó a favor de modificar el funcionamiento de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), incorporando un entre de control con participación de los usuarios.

En sus primeras definiciones vinculadas a lo que será su gestión de gobierno desde el 10 de diciembre, Lifschitz sorprendió al anunciar cambios en la prestación de dos servicios públicos que dependen directamente de la gobernación: agua y energía.

«Creo que hay que repensar la estructura de las dos empresas», señaló el futuro gobernador de Santa Fe en declaraciones a Canal 5.

«En el tema de Aguas —continuó—creo que si hay municipios que quieren asumir más responsabilidad en el tema, soy partidario de avanzar por ese lado», dijo.

En ese sentido recordó que cuando el ex gobernador Jorge Obeid reestatizó Aguas tras la rescisión del contrato con el grupo francés Suez, como intendente de Rosario se negó a adquirir acciones de la flamante compañía estatal.

«Eramos partidarios de una presencia fuerte del municipio en el manejo de la empresa, (no a través de una pequeña participación accionaria como promovía la gestión justicialista)», mencionó.

Para Lifschitz, los dos grandes municipios de la provincia, Rosario y Santa Fe «están en condiciones de hacerse cargo de la prestación del servicio de agua potable y cloacas. Obviamente hay que pensar en un esquema progresivo, gradual».

El electo mandatario remarcó que el tema será eje de «conversaciones con la intendenta Mónica Fein para acordar los términos de ese eventual traspaso y sus condiciones».

El municipio de Rosario tuvo control del servicio de agua potable en el siglo XIX. En enero de 1888 la Intendencia concesionó el servicio a la Compañía de Aguas Corrientes, de capitales ingleses, que pronto se hizo extensiva a los servicios de desagües pluviocloacales.

En noviembre de 1945 la Municipalidad y la por entonces Administración Nacional del Agua suscribieron un convenio destinado a que el Estado nacional dotara de agua potable y desagües a los barrios de la ciudad que no contaban con los servicios, porque la empresa privada no los estaba atendiendo.

En 1948, durante el primer gobierno de Juan Perón, los servicios sanitarios -cuya titularidad correspondía entonces a la Municipalidad de Rosario- pasaron a Obras Sanitarias de la Nación -la concesión vencía en 1958-, previo pago a la compañía extranjera de más de dos millones de libras esterlinas como compensación.

Luego, en 1980, la dictadura provincializó el servicio y se creó la Dirección Provincial de Obras Sanitarias (Dipos). En 1995 Carlos Reutemann concesionó el servicio a Suez y en 2006 Obeid lo rescindió por incumplimientos contractuales y reclamos de ajustes tarifarios.

En cuanto a la EPE, Lifschitz dijo que » se necesita más apertura, se hizo una gran inversión, pero se necesita generar un mejor vínculo entre la empresa y los usuarios. Hay que generar mecanismos de control, a través de un ente regulador, con participación de los usuarios».

Luego adelantó que reclamará a la Nación más recursos para obras públicas. «Santa Fe tiene que pararse de otra manera, con otra fuerza, para reclamar deudas que tienen con la provincia. Me he comprometido a trabajar sobre la red vial de la provincia; eso está entre los temas más urgentes», agregó.

Sobre la relación que se viene con la Casa Rosada, destacó que se impone un cambio independientemente de quien gane las elecciones presidenciales. «Cualquier candidato que llegue a la presidencia va a tener una propuesta de diálogo distinta; es lo que exige la gente. Creo que más allá de las diferencias, tanto con Macri como con Scioli, se puede establecer un vínculo razonable», aseveró.

Fuente: La Capital, Rosario