El gobierno italiano y sus planes fiscales preocupan a Europa

Un rediseño del impuesto a las ganancias y el "ingreso ciudadano" de 780 euros llevarían al déficit fiscal por encima de lo permitido por la UE.

Un rediseño del impuesto a las ganancias y el «ingreso ciudadano» de 780 euros llevarían al déficit fiscal por encima de lo permitido por la UE.

Los mercados financieros llevan semanas preocupados por cómo será la política económica y presupuestaria del nuevo gobierno italiano, lo que provoca un alza de los tipos de interés del Estado italiano y tensiones en el propio seno del Ejecutivo, según la agencia AFP.

Desde su llegada al poder en junio, el nuevo gobierno formado por la Liga (extrema derecha) y el Movimiento 5 Estrellas (M5E, antisistema), envía señales contradictorias. Los líderes de las dos formaciones, Matteo Salvini y Luigi Di Maio, ambos viceprimeros ministros, quieren poner en marcha sus costosas promesas electorales: el primero propone la «flat tax», un impuesto de 15 por ciento o 20 por ciento según el nivel de ingresos; y el segundo aboga por un «ingreso de ciudadanía» de 780 euros, que es un salario básico garantizado para favorecer la inserción de aquellas personas más pobres.

Los dos coinciden en sus críticas a las limitaciones presupuestarias que impone la Unión Europea. Así, Di Maio no descartó el martes pasado que el gobierno se libere de la regla europea que limita el déficit publico al 3 por ciento del PBI. Pero el ministro de Finanzas, el moderado Giovanni Tria, aseguró que Roma no prevé superar este umbral.

Tria intenta continuamente tranquilizar a los mercados financieros, subrayando también su voluntad de reducir la colosal deuda pública italiana (132 por ciento del PBI) y de permanecer en la zona euro, que la Liga y el M5E ven de mala manera desde hace años. A pesar de sus esfuerzos, el diario Il Corriere della Sera subraya que «el déficit hace temer el juicio de la agencia Moodys», previsto antes de finales de octubre, después del «veredicto de la agencia Fitch». Esta agencia mantuvo la «nota» de la deuda italiana en «BBB» pero bajó su perspectiva de «estable» a «negativa». «Tras la formación de un gobierno de coalición, Fitch anticipa una cierta relajación fiscal que expondría aún más el nivel ya muy elevado de la deuda italiana a posibles choques», afirmó la agencia para justificar su decisión.

«Muy pronto ya no tendremos el problema de convencer», porque las medidas que se anunciarán «corregirán de manera positiva» las preocupaciones recientemente expresadas, comentó el ministro Tria este sábado desde Shanghai. Cuando Roma emitió el jueves 6.000 millones de euros de deuda, la tasa a cinco años alcanzó 2,44 por ciento, su nivel más alto desde finales de 2013; y 3,25 por ciento a los de diez años, superando el umbral del 3 por ciento por primera vez desde mayo de 2014.

«Los inversores cada vez están más nerviosos», subraya el analista Shweta Singh, de TS Lombard. «¿Se dirigirá Italia hacia la confrontación con Europa o se mostrará más realista?»,se pregunta el diario de Turín La Stampa, que considera que «el sentido común inclinaría hacia la segunda hipótesis». Además, «las elecciones europeas son inminentes y ni a la Liga ni al M5E les interesa presentarse ante los electores con un spread (diferencia entre los tipos de interés alemanes e italianos) fuera de control». Según el diario, Tria buscará un déficit mínimo en torno a 1,5 por ciento del PBI para 2019, «alrededor de 10.000 millones más en gastos de lo acordado». Los analistas de Barclays apuestan por 1,7 por ciento que, aunque es menor a lo temido, representa un camino «inestable», según ellos, para reducir la deuda.

Fuente: La Capital