El intendente de Berisso quiere cobrar un impuesto a las naftas y se enfrenta a taxistas y estacioneros

Jorge Nedela implementa una medida que tiene varios cuestionamientos, incluso desde lo legal: imponer tasa al expendio del combustible, que pega de lleno contra la economía de las estaciones y del transporte público.

Jorge Nedela implementa una medida que tiene varios cuestionamientos, incluso desde lo legal: imponer tasa al expendio del combustible, que pega de lleno contra la economía de las estaciones y del transporte público. Hay polémica.

El intendente de Berisso, Jorge Nedela, de Cambiemos, enfrenta por estas horas una situación extremadamente compleja desde lo económico. El problema es que las medidas a las que echa mano para superarla, le abren un extenso frente político.

Así se puede leer el enérgico rechazo de taxistas y estaciones de servicios contra la idea de gravar, como otros distritos, el expendio de combustibles líquidos. La excusa oficial es garantizarse fondos para la red de mantenimiento vial, a partir de cobrar 45 centavos por litro en naftas y 35 en gas oil, además de 25 centavos por metro cúbico de GNC.

El golpe a los transportistas particulares es doble: además, ya dentro de la ordenanza Fiscal Impositiva, Nedela quiere cobrarles 310 pesos por mes, en concepto de derecho de uso de paradas exclusivas.

Respecto de los estacioneros, la situación también es compleja: tratándose de un distrito con poca extensión territorial y de notable cercanía al casco urbano de La Plata y de Ensenada, temen que los clientes prefieran hacer un par de kilómetros de más para evitarse pagar la tasa de la polémica.

La ordenanza ingresó al Concejo Deliberante pero, en su primer intento de abordaje, Cambiemos no logró el quórum. Será, como cada vez que debe tratar temas candentes, una situación delicada: el oficialismo tiene 10 manos sobre un total de 20 y necesita que sólo uno concejal opositor acceda a discutir para imponer la mayoría automática que le garantiza el hecho de detentar la presidencia.

La presión de la opinión pública y medidas de acción directa, como el corte de todos los accesos a la ciudad, llevado a cabo por los taxistas, impidieron que esa acción se lleve a cabo. Así, Nedela se arriesga a tener paralizado el Concejo Deliberante, cuando ni siquiera tiene aprobado el Presupuesto.

El problema con la tasa vial, más allá de las apreciaciones económicas, es que es considerada ilegal. Hay fallos en primera y segunda instancia, aunque el tema sigue judicializado. Las objeciones radican en que los municipios no están habilitados a cobrar impuestos, sino tasas, que requieren una contraprestación clara. También en que, al estar alcanzado por impuestos nacionales que se coparticipan, la venta de naftas es objeto de una “doble imposición”.

Fuente: InfoCielo