El «milagro» chileno en duda; crecen las villas miserias

La cantidad de familias que levantaron sus viviendas en campamentos (barriadas precarias) aumentó en el último año en Chile, según un relevamiento del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

La cantidad de familias que levantaron sus viviendas en campamentos (barriadas precarias) aumentó en el último año en Chile, según un relevamiento del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

El año pasado, el mismo estudio detectó la presencia de 822 campamentos a nivel nacional, con 46.423 hogares, que se comparan con la existencia hoy de 802 campamentos, dentro de los cuales hay 47.050 hogares. En ellos, el 55% cuenta con una jefa de hogar y el 43% son monoparentales.

La región más afectada es Valparaíso (120 kilómetros al oeste de Santiago) con 181 campamentos donde viven 11.228 hogares con una población de 26.286 personas. Por el contrario, la zona con menos campamentos es la austral Magallanes, en la que se levantó un solo asentamiento irregular con 53 familias y 114 personas ocupándolos. Las severas condiciones climáticas, con temperaturas bajo cero, nieve y viento influyen en las posibilidades de instalar una vivienda irregular. Otro dato revelador fue que en el 24,7% de los hogares en campamentos, residen personas de origen extranjero, principalmente bolivianos, colombianos y peruanos. El principal incremento de asentamientos humanos se produjo en las fronterizas regiones del extremo norte chileno, Tarapacá, Antofagasta y Atacama. El ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, explicó que el primer objetivo del estudio es «conocer la realidad de los campamentos. Es decir, visibilizarlos».

«Por eso, iniciamos un catastro de información fidedigna que nos permita tomar decisiones y que hoy nos lleva a priorizar las acciones con aquellos campamentos más antiguos y ubicados en zonas de riesgo», señaló.

El estudio coincidió con el impacto que tuvo la semana anterior otro de la Cámara Chilena de la Construcción (ChC), que reveló que acceder a una vivienda en el país es «severamente no alcanzable» Aunque las tasas hipotecarias están en un mínimo histórico e incluso los bancos ofrecen créditos a 40 años, el precio de las viviendas aumentó un 67,8% entre 2011 y 2019, mientras que los ingresos aumentaron un 24,7% en el mismo periodo. La investigación atribuyó el alza de las propiedades al incremento en el precio de los terrenos, lo que fue rebatido desde la academia y miembros de la comisión de la vivienda del Congreso. El documento mostró que Santiago es una de las ciudades del mundo donde comprar una vivienda es «severamente no alcanzable».

Esto se mide a través del índice PIR, que muestra la cantidad de años en los que una familia debe destinar íntegramente su salario para el pago de la vivienda. En Chile, el PIR promedio es de 7,6 y, en Santiago, 7,4, por encima de otras grandes urbes como Montreal (Canadá), Manchester (Inglaterra) y Dublín (Irlanda).

Ante esta realidad, muchas familias optaron por alquilar, al punto que el porcentaje de propietarios bajó a niveles que no se veían desde los años 80. El gerente de Estudios de la CChC, Javier Hurtado, señaló que «el alza se ha ido intensificando desde 2010», año del terremoto.

«Esto ha significado también un desacople entre el precio de la vivienda del resto de la economía, ya que entre 2011 y 2019 los precios, producto de la inflación, crecieron 37,2%», indicó.

El presidente de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, Gonzalo Winter, responsabilizó a las inmobiliarias y a las constructoras del alza en el valor de las viviendas.

«No quieren dejar de percibir tantas, pero tantas ganancias», y acusó que Chile no ha adoptado una política pública porque «hoy está del lado de las ganancias del sector inmobiliario».

El diputado recalcó que en el mundo «hay cientos de formas de que el Estado intervenga para bajar los precios» de la vivienda.

Fuente: Tucumán Hoy