El municipio de Rosario registra señales de reactivación en la demanda laboral

En tres meses, 120 personas consiguieron trabajo a través de la intermediación entre el Estado y las pymes. Metalmecánica, agroindustria y el sector textil, los que más demandan

En tres meses, 120 personas consiguieron trabajo a través de la intermediación entre el Estado y las pymes. Metalmecánica, agroindustria y el sector textil, los que más demandan

En el marco de una muy incipiente reactivación económica, el municipio registra un repunte en la región Rosario del empleo en los rubros metalmecánica y agroindustria, que están demandando más trabajo y ya tienen problemas para cubrir algunos puestos especializados. Hay leves destellos también en la industria textil, y tecnología aparece como un exponente novedoso. A comercio y gastronomía, en cambio, le cuesta más por las restricciones; y hotelería, eventos y espectáculos siguen en la lona.
El despegue se comenzó a notar en algunos sectores desde el primer trimestre del año. La última medición del Indec registra crecimiento del trabajo en el departamento, donde el índice de desocupación bajó a 10,9 puntos, a la par que subió la tasa de empleo a 42 por ciento. Si bien para el trimestre que corre aún no hay números, desde el área de Desarrollo Económico del municipio apuntan que creen que se va a sostener ese leve incremento.

Por ejemplo, la dirección de Empleo municipal, que además de capacitaciones hace búsquedas y selección de personal, hizo 120 inserciones de personas en pymes entre marzo y julio, y hay 14 llamados para puestos activos. La búsqueda se reactivó, luego de que el año pasado estuviera planchada por la pandemia y mostrara casi el mismo número en todo el año. El sector metalmecánico, con personal básico y algún tipo de calificación, como ingenieros y técnicos es el que más demanda, seguido por la agroindustria. También ha habido de la industria textil y del calzado.

La industria del frío y todo el cluster metalmecánico de Rosario está en términos reales en niveles de actividad mejor que en el 2019, aunque todavía no recuperó el de 2018, y tiene proyecciones de crecimiento. Hoy el problema más importante que refieren algunas pymes locales es la falta de poder importar insumos necesarios para producir, que está regulado por la escasez de dólares de la Argentina. También manifiestan la falta de mano de obra para algunos puestos que necesitan mayor calificación.

De hecho, ya se empiezan a ver dificultades para encontrar personal en algunos perfiles especializados como tornero. «Es decir, tienen crisis de crecimiento, porque la demanda está y también poseen la capacidad ociosa para dar esa respuesta. Estamos haciendo las gestiones para empezar a destrabar esas importaciones que afectan los próximos 6 meses, lo que retrasa la inversión, el crecimiento y la posibilidad de tomar trabajadores en el corto plazo», reveló Federico Bensi, director de Empleo del municipio.

A su vez, mejoran los números de ocupación. «La última vez que crecimos dos años consecutivamente fue en 2010 y 2011. Después tuvimos un promedio de 0,5 por ciento de crecimiento anual con años consecutivos de crecimiento y caída. En la era Macri terminamos con números negativos», detalló Bensi. Y agregó que «venimos de 8 años de estancamiento, y en el primer trimestre antes de la pandemia en términos reales en Rosario hubo una caída de 6 puntos. Después en la pandemia terminó con una caída de 10 puntos del producto. Eso obviamente impacta».

Sin embargo, de a poco en la región se ve algo distinto: la incipiente reactivación está repercutiendo en el empleo industrial, y eventualmente va a impactar en el consumo porque en general tiene mejores salarios, con mayor nivel de registración, lo que mueve la economía. La Encuesta Permanente de Hogares mide el cordón, que son empresas de mucho capital y empleos bien remunerados, por lo que es difícil ver su impacto en la economía local, pero se estima que será positiva.

Ropa y calzado
En tanto, todavía no se puede confirmar una tendencia, porque viene de números muy bajos y se necesitan más series estadísticas, pero empezó a repuntar el sector textil (crecimiento del 2,7 por ciento interanual en el bimestre enero-febrero, y 6,8 respecto del último bimestre de 2020) y a tomar trabajadores, luego de que en 2019 la actividad del rubro cayera casi un 60 por ciento. Esta rama, según el Centro de Información Económica municipal, ocupa alrededor de 1.500 trabajadores, un 7,1 por ciento de los empleados del sector industrial.

«Los niveles de actividad están muy por debajo del 2018, y el rubro venía con problemas durante los últimos cinco años, con caída nominal en la era Macri, pero parece que tocó su piso y comienza a rebotar. Los números de enero a marzo muestran que empezó a demandar algunas inserciones laborales y empieza a verse una reversión de esa caída», apuntó el funcionario.

En este marco, las empresas locales Sonder, Vandalia y Melocotón empezaron a tomar personal y aún con las restricciones que existen, es un sector que se comienza a mover. «Entre otras cosas por el cierre de hecho de las importaciones, entonces si bien el mercado local es más chico, crece su participación en el mismo», argumentó Bensi. En el marco de una restricción de dólares y un sector de esparcimiento que se va abriendo de la mano de la vacunación, es de esperar una mayor expansión del mercado laboral textil y el del calzado. «La producción nacional le va a ganar a lo importado, si sigue cerrado», pronosticó.

En baja
En cuanto a los rubros que muestran una cara más negativa, si bien hubo alguna recuperación del comercio en el primer trimestre, las restricciones fueron afectando y es más difícil la búsqueda laboral. «El sector hotelero tiene cierto movimiento, y la industria del espectáculo y los eventos están con un año y medio sin facturar. Lo que se hizo cuando se pudo abrir fue para mantener la actividad en funcionamiento, pero no generan las tasas de retorno para sostener el negocio», indicó el director de Empleo del municipio, Federico Bensi.

El sector gastronómico, por su parte, había empezado el año tomando gente, pero esos proyectos se cortaron cuando llegaron las restricciones. Hoy hay dos tipos de realidades según el comercio: «Uno es el restaurant, que tiene un público con ticket más grande, pero los que están más afectados claramente son los que tienen ticket baratos y necesitan mucha rotación de personas en el comercio», reveló. Es el caso de las cervecerías artesanales, que manejan un público más joven que gasta menos. «Están muy afectados porque necesitan masividad y las restricciones horarias y aforo no se lo permiten», explicó.

Las perspectivas son buenas, pero según Bensi ya se avizoran algunos problemas a mediano plazo para una economía en etapa de reactivación luego de tocar fondo. «Hoy se está moviendo el mercado laboral pero los sueldos son bajos, primero porque las empresas están con rentabilidad negativa o sobreviviendo, entonces no resisten paritarias. Y después porque hay algunas que están sin trabajar», sostuvo.

Para Bensi, se trata de un «proceso lógico en cualquier recuperación que la persona prefiera trabajar ganando mal, antes que no tenerlo». Pero lo cierto es que hay «una pérdida de salario real que se sigue manifestando, si bien el empleo va mejorando la situación del grupo familiar, pero con estos sueldos no vamos a resolver la pobreza». Además, remarcó que del mercado laboral, el 50 por ciento es informal, autónomo o en negro. «La tendencia en latinoamérica es a que crezca el empleo informal, por lo que eventualmente vamos a tener un problema de ingreso, de cobertura social o de jubilaciones», completó.

Fuente: La Capital