El poder adquisitivo de las familias neuquinas tambalea después de pagar los servicios
La inflación anual de los servicios duplicó a la de los bienes en abril. Educación aumentó 125,2%, y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, 119,2%.
La inflación anual de los servicios duplicó a la de los bienes en abril. Educación aumentó 125,2%, y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, 119,2%.
La inflación afecta todos los aspectos de la economía, aunque su impacto no siempre es homogéneo para todos los sectores del consumo. Cuando la evolución es marcadamente dispar, la estructura de gastos de los consumidores se reconfigura. Lo saben las familias neuquinas, que asisten a una transformación notable en la composición de la matriz de sus gastos, con un fuerte avance de la incidencia de los servicios.
Con el monto destinado en abril del año pasado al pago de servicios actualizado por inflación, en abril de este año alcanzó sólo para cubrir el 65% de la factura de una familia que mantuvo constante el consumo. En cambio, el poder de compra del monto destinado a bienes en abril del año pasado actualizado por inflación se incrementó 46% en abril de 2025.
La diferencia entre la inflación sectorial y el IPC acerca a una medida del impacto que tiene en el poder adquisitivo de las familias la inflación particular de un grupo o categoría de bienes y servicios.
Los ingresos de las familias fluctúan parecido al IPC, mientras que los gastos se mueven con las variaciones de precios de la canasta de consumo particular de cada familia.
El impacto en el poder adquisitivo
El comportamiento sectorial de los precios depende en gran medida de las derivaciones de la política económica del gobierno nacional. La modificación en el esquema de gastos de las familias neuquinas fue consecuencia de que la evolución de los precios en el mercado local estuvo marcada por notables asimetrías entre los rubros del consumo, a la par del enfriamiento de la inflación encarado por el gobierno de Javier Milei.
Antes, por lo general, los bienes se encarecían por encima de los servicios. Con el salto inflacionario de las tarifas de los servicios, que provocó el gobierno de Milei al eliminar subsidios, los desequilibrios en la inflación sectorial se hicieron evidentes.
Esa tendencia se consolidó entre abril de 2024 y abril de 2025, con un alza del IPC en Neuquén del 60,9%, muy por encima del incremento del índice de los bienes (41,6%), a la vez que fuertemente retrasado respecto al incremento en el índice de servicios (93,9%).
Este fuerte incremento en los costos de los servicios llevó a que los consumidores tuvieran que destinar una mayor proporción de su ingreso a los rubros englobados bajo esa clasificación. A la vez, disminuyó la presión del consumo de bienes sobre los ingresos.
Educación y Vivienda, agua y electricidad, a la cabeza
En abril, las divisiones que conforman el IPC con mayores incrementos interanuales de precios fueron Educación (125,2%), Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (119,2%) y Restaurantes y hoteles (90,0%). Mientras que las divisiones con menores variaciones fueron Transporte (44,1%), Bebidas alcohólicas y tabaco (59,7%), y Bienes y servicios varios (60,3%).
La dinámica sectorial de los precios durante el último año planteó un desafío grande a las familias neuquinas, puesto que los rubros con las mayores escaladas de precios son los que menos posibilidades admiten para recortar gastos. Ahorrar en educación implica precarizar la formación de los hijos virando el consumo a ofertas más económicas, una opción imposible para los servicios públicos, que son monopólicos.
La carne consolidó la senda alcista
La variación de los precios de los alimentos entre abril de 2024 y abril de 2025 fue heterogénea. En el escenario, el índice de la carne se ha destacado sobre el resto de los productos del rubro con un incremento interanual (71,7%), superior al promedio de los alimentos (47,7%) y al IPC (41,6%).
La inflación anual de la carne en abril resultó más abultada que el IPC por primera vez desde marzo del año pasado. Entre los factores que señalan los expertos del sector como determinantes de los aumentos se cuentan la escasez de animales en el mercado y el impacto del escenario global, donde la carne alcanzó este año los precios máximos en 15 meses.
Los datos muestran que Carnes y derivados experimentaron el mayor incremento del período, superando ampliamente el promedio de la división alimentos.
La carne frente al resto de los alimentos
Diferencia con verduras y frutas: Mientras la carne aumentó 71.1%, las verduras subieron 24.3% y las frutas 32.6%. La menor variabilidad de estos últimos se explica por su naturaleza estacional y la fluctuación en la oferta agrícola.
Diferencia con pan y cereales: Con un aumento del 41.0%, los cereales tuvieron un incremento moderado, inferior al de la carne, lo que sugiere una mayor estabilidad en los costos de producción.
Aceites y grasas: Con un alza del 65.7%, estos productos se acercan al incremento de la carne, probablemente debido a la volatilidad en los costos de producción y comercialización de aceites.
El desempeño de la carne en comparación con otros alimentos destaca su peso dentro del gasto de los hogares y la necesidad de monitorear su evolución en futuros períodos. Para los economistas y analistas de consumo, este comportamiento presenta interrogantes sobre la estructura de precios y las posibles adaptaciones del mercado ante la presión inflacionaria.
