El poderío del feminismo fueguino frente a una provincia tanto pionera como conservadora

La periodista, feminista y cofundadora de la plataforma de noticias Gamera en Tierra del Fuego, Luz Scarpati, reflexionó sobre el rol del movimiento feminista en la provincia patagónica.

La periodista, feminista y cofundadora de la plataforma de noticias Gamera en Tierra del Fuego, Luz Scarpati, reflexionó sobre el rol del movimiento feminista en la provincia patagónica.

Por Luz Scarpati

Cuando comenzó el debate por la legalización del aborto en el 2018, algunos sectores en contra del proyecto intentaron deslegitimar esa discusión, argumentando que se trataba de un reclamo sólo de las mujeres y personas con capacidad de gestar residentes en Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Como si las mujeres no abortaran en el norte o en el sur. Como si las mujeres no estuvieran organizadas en las 23 provincias que componen el extenso territorio de Argentina para tirar el patriarcado. Era un reclamo y un derecho que conquistaron las feministas en base a la insistencia y la organización federal.

El 3 de junio de 2015 nació el colectivo #NiUnaMenos como una pulsión de las mujeres hartas de la violencia extrema. Ese primer consenso permitió a las mujeres de Tierra del Fuego y de todo el país verse las caras. A partir de ese encuentro masivo, ese movimiento amorfo, se comenzó a darle forma a las demandas. Y del «no me mates» derivamos a «la soberanía de nuestros cuerpos».

Pero para poder saldar esas deudas que el Estado tenía (tiene) con las mujeres y diversidades, hacía falta algo fundamental: más mujeres y diversidades en los lugares de decisión. Entonces la paridad de género se volvió un reclamo insoslayable.

En ese sentido, la provincia más austral fue tanto pionera como conservadora a la vez. Pionera cuando se configuró como la primera provincia en elegir una gobernadora mujer: Fabiana Ríos, del Partido Social Patagónico, quien luego de una reelección fue sucedida por otra mujer, de distinto color político: Rosana Bertone, del Partido Justicialista.

Conservadora a la vez porque a partir de 2015 y durante cuatro años, la capital fueguina tuvo una conformación en su Concejo Deliberante completamente masculina, a pesar de que en la Carta Orgánica municipal está consagrada la paridad de género en las listas desde el 2002. El patriarcado es hábil para encontrar esa ingeniería legal que sortea las garantías de derechos.

En las elecciones del 2019, dos mujeres de dos espacios políticos distintos fueron electas para ocupar dos bancas en el Concejo Deliberante de la capital fueguina: Laura Avila (Frente de Todes) y Mariana Oviedo (Movimiento Popular Fueguino). Con eso se rompió la exclusividad masculina en ese organismo. El movimiento de mujeres organizado instaló ese debate y caló tan profundo que hoy no es admisible un Concejo Deliberante sin representación femenina. Eso obligó a los partidos políticos a buscar a las mujeres, a militarlas y a respaldarlas con toda su estructura.

El actual intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, referente de La Cámpora, pidió durante la apertura de sesiones en el Concejo Deliberante de este año que el cuerpo modifique la normativa vigente para garantizar la paridad de género en su conformación.

El 1 de marzo, durante la apertura de sesiones en la legislatura provincial, el gobernador Gustavo Melella, hizo mención a la necesidad de contar con más mujeres en los lugares de decisión, destacó que su gabinete es mayoritariamente femenino y pidió que el Poder Judicial se acople a esos nuevos paradigmas.

Que esos reclamos estén presentes en sus discursos es un logro de los movimientos feministas organizados que metieron los debates a fuerza de insistencia en las agendas locales y es, también, una muestra de la capacidad de los dirigentes políticos para interpretar a las sociedades.

Pero con discursos no alcanza. Cuando se realizó el concurso para que dos nuevas bancas del Superior Tribunal de Justicia fueguino fueran ocupadas, ese mismo movimiento de mujeres que luchó por la paridad de género en el Concejo Deliberante, reclamó que se garantice la presencia paritarista en el máximo organismo judicial de la provincia.

Se lo pidió al Consejo de la Magistratura, organismo que durante el 2020 -año en el que se llevó adelante el concurso- fue integrado exclusivamente por hombres. Eligieron a una persona. Un hombre. Y cuándo el gobernador fue consultado sobre este punto respaldó la decisión del cuerpo, aunque en la práctica implica un retroceso en la representatividad de las mujeres en la Corte fueguina ya que pasará de 33% a 25% de mujeres.

Quienes gobiernan tienen el enorme desafío de aportar a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. Desde las palabras hasta las acciones. Y las organizaciones feministas ponen el ojo en los eslabones que unen lo simbólico con lo concreto.

*Luz Scarpati, periodista, feminista y cofundadora de la plataforma de noticias Gamera en Tierra del Fuego.

Fuente: Telam