El pueblo de montaña mendocino donde el frío se combate con aguas termales y calma

Entre aguas cálidas, paisajes imponentes y turismo aventura, este pueblo de Mendoza se consolida como uno de los destinos más buscados del invierno.

Entre aguas cálidas, paisajes imponentes y turismo aventura, este pueblo de Mendoza se consolida como uno de los destinos más buscados del invierno. Ideal para quienes quieren desconectar sin salir del país.

Con la llegada del invierno, muchos viajeros buscan lugares donde descansar, reconectar con la naturaleza y disfrutar de la calma. Cacheuta, el pueblo cordillerano del oeste de Mendoza, ofrece esa combinación perfecta: silencio, paisaje y aguas termales. Ubicado a más de 1200 metros sobre el nivel del mar y atravesado por el río Mendoza, este destino invita a vivir una experiencia distinta, lejos del ritmo urbano.

A solo 40 kilómetros de la capital mendocina, Cacheuta es conocido por sus termas. El Parque de Agua Termal es uno de los principales atractivos del pueblo y cuenta con más de diez piletas de piedra, de distintas temperaturas, además de una pileta de olas y un chorro de agua de diez metros de altura.

Algunas piscinas alcanzan los 40 grados y permiten disfrutar del entorno incluso en los días más fríos.

Un pueblo con historia y sabor local
Caminar por Cacheuta también es viajar en el tiempo. La antigua estación de tren, hoy convertida en paseo turístico, y el famoso puente colgante sobre el río Mendoza son parte del recorrido obligado. Artesanos locales, venta de productos regionales y opciones gastronómicas completan una propuesta que combina paisaje, cultura e identidad.

Aventura en plena montaña
Además del relax termal, Cacheuta es elegida por los amantes del turismo aventura. Cabalgatas, rafting, tirolesa y trekking son algunas de las actividades que se pueden realizar, siempre con la cordillera como fondo. Y para quienes buscan adrenalina, el puenting —con saltos desde 30 metros— es una experiencia única en la región.

Cacheuta es uno de esos pueblos que enamoran en cualquier época del año, pero que en invierno alcanzan su máxima expresión. Calidez en medio del frío, montaña, agua y silencio: la fórmula perfecta para una escapada inolvidable.

Fuente: MDZ