El pueblo de Neuquén que reúne cascadas, termas, volcanes y un salto imponente

Entre araucarias milenarias y montañas imponentes, el Parque Provincial Copahue en Neuquén sorprende con termas, cascadas, un salto multicolor y un volcán activo que hacen de este rincón patagónico un destino único en Argentina.

Entre araucarias milenarias y montañas imponentes, el Parque Provincial Copahue en Neuquén sorprende con termas, cascadas, un salto multicolor y un volcán activo que hacen de este rincón patagónico un destino único en Argentina.

Argentina tiene paisajes magníficos que merecen ser conocidos, muchos de ellos todavía poco explorados. En el sur, en la provincia de Neuquén, existe un rincón que reúne en un mismo lugar cascadas escondidas, termas humeantes, lagos rodeados de pehuenes milenarios y un volcán activo que regala vistas impactantes.

Se trata de Caviahue y su entorno, dentro del Parque Provincial Copahue, un destino que sorprende a cada paso.

Recorrer esta zona es como adentrarse en un mundo mágico de montañas y bosques, donde la naturaleza se impone con su fuerza. Caviahue, con su lago de aguas volcánicas y su atmósfera tranquila, es el punto de partida perfecto. Desde allí parten senderos que conducen a las Siete Cascadas o a la Cascada Escondida, sitios que parecen sacados de un cuento. En invierno, el pueblo se convierte en centro de esquí y abre la puerta a aventuras sobre raquetas o motos de nieve, siempre entre araucarias de más de 30 metros de altura.

A pocos kilómetros, el Salto del Agrio deja sin palabras. El río cae en un abismo de 45 metros de altura, formando una olla colorida gracias a los minerales que tiñen las paredes de tonos verdes, naranjas y amarillos. Es un paisaje imposible de imaginar hasta estar frente a él, donde la fuerza del agua y el silencio del entorno se combinan en una postal inolvidable.

Otro de los grandes atractivos son las Termas de Copahue, reconocidas internacionalmente por la calidad de sus aguas, fangos y algas. Llegar hasta allí ya es una aventura: en verano el acceso se hace en vehículo, mientras que en invierno se arriba en excursiones con orugas o motos de nieve. El premio es único: sumergirse en piletas termales al aire libre, rodeado de montañas nevadas, una experiencia que queda grabada para siempre.

El broche de oro lo ofrece el volcán Copahue. Con sus 2965 metros de altura, invita a una travesía de cinco horas ida y vuelta hasta el cráter. Allí, una laguna humeante y las vistas de la cordillera completan la experiencia de estar en uno de los paisajes más asombrosos del país. Para muchos viajeros, este ascenso simboliza la conexión más íntima con la naturaleza salvaje de la Patagonia norte.

Neuquén guarda muchos tesoros, pero pocos como este. Caviahue y Copahue, con sus cascadas, termas, volcanes y valles, son un destino que merece estar en la lista de cualquier viajero que quiera descubrir la fuerza de la naturaleza en su máxima expresión.

Fuente: MDZ