El real se devalúa: Acumula una caída de 8,5% en lo que va del año


La moneda brasileña retrocedió este martes otro 1,12% frente al dólar. Cerró la jornada cotizando a 2,93 reales para venta. Así, acumula una caída de 8,5% en lo que va del año, tras haber cedido 13 por ciento durante 2014.

El escenario político dominó ayer el mercado cambiario en Brasil y empujó a la moneda a los 2,93 reales por dólar, su menor nivel desde el 3 de septiembre de 2004. Esta vez, las dudas de que Dilma Rousseff pueda implementar una serie de medidas de ajuste fiscal y los signos de conflicto entre la mandataria y los legisladores contribuyó a que el real cayera 1,12%. La caída fue la mayor entre las 31 principales monedas del mundo, según consignó la agencia Bloomberg.

La perspectiva del mercado respecto al intento del gobierno por contener el problema fiscal y evitar una rebaja en su crédito empeoró cuando el presidente del Senado, Renan Calheiros, evitó una cena con Rousseff y una persona cercana a él citó su oposición a las políticas fiscales de la administración. La propuesta para compensar en unos 60.000 millones de reales el déficit de ingresos estimado retrotrayendo exenciones de impuestos, requiere la aprobación del Congreso.

«Las dudas sobre la aprobación de las medidas fiscales están pesando en los mercados. Rousseff necesita la aprobación del Congreso, y esto es crucial para el país conserve su calificación de grado de inversión», dijo Camila Abdelmalack, economista de CM Capital Markets en Sao Paulo, a la agencia Bloomberg.

Calheiros, rechazó y devolvió ayer al gobierno una norma dictada el 27 de febrero, mediante la cual se aumentaban los impuestos sobre las nóminas y se reducían las ayudas a los exportadores. Calheiros anunció en el pleno del Senado que ni siquiera aceptaba a trámite esa norma, adoptada bajo lo que en Brasil se conoce como «medida provisional», que es un decreto dictado por el gobierno pero que pierde vigor si el parlamento no lo refrenda en un plazo de tres meses.

«Para cualquier ajuste, es preciso oír primero al Congreso», dijo Calheiros al anunciar que no le daría trámite a la medida, que se sumó a otras dictadas en enero, que sí deberán ser debatidas por el parlamento, que estaba en receso al momento de su divulgación, por lo que se verá obligado a debatirlas.

Según Calheiros, esas medidas dictadas por el Gobierno, así como la que rechazó ayer, «afectan a los trabajadores, afectan los costos de la producción y aumentan los impuestos», por lo cual deben ser objeto de un amplio debate con la sociedad antes de ser aprobadas.

El legislador fue reelegido como presidente del Senado en febrero pasado con apoyo de la base oficialista y es uno de los líderes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece el vicepresidente del país, Michel Temer. Pero en el seno del PMDB han surgido en las últimas semanas corrientes críticas a la gestión de Rousseff.
Reflejando el pesimismo sobre la economía más grande de América Latina, los analistas en la encuesta del banco central de Brasil publicadas el lunes predicen una contracción de 0,58% del producto interno bruto en el 2015 en comparación con el descenso del 0,5% que fue ilustrado anteriormente previsto. Además, aumentaron su perspectivas de inflación a 7,47%, por encima del límite superior del 6,5 % de la meta oficial.

La calificadora Moody ’s citó al estancado crecimiento y a los desafíos fiscales cuando puso a la nación en perspectiva negativa en septiembre, seis meses después de Standard & Poor’ s rebajara la nota de Brasil a un nivel por encima del nivel que se considera como «chatarra».

Por su parte, la política monetaria el banco central brasileño también está en la mira del mercado. Especialistas e inversores encuestados por Bloomberg estiman que la entidad monetaria aumentará hoy la tasa de interés de referencia (Selic) medio punto porcentual, a un 12,75% alcanzando el nivel más alto desde 2009.

Fuente: El Once