El resurgimiento de la fabrica santafesina que construyó en 1950 el primer vagón de carga argentino

La empresa está en María Juana. "La actividad ferroviaria tiene ahora el protagonismo que nunca debió perder", dijo el gerente operativo de MJ Comercial.

La empresa está en María Juana. «La actividad ferroviaria tiene ahora el protagonismo que nunca debió perder», dijo el gerente operativo de MJ Comercial.

“La actividad ferroviaria tiene ahora el protagonismo que nunca debió perder”. Esta frase, que derrama optimismo y esperanza, cobra contundencia cuando se observa al emisor. Corresponde al ingeniero ferroviario, Roberto Amoroso, gerente operativo y jefe de planta en MJ Comercial (ex Bautista Buriasco), la firma que recuperó y conduce los destinos de los talleres ferroviarios de María Juana, en el sudoeste del departamento Castellanos. Aquí, se construyó el primer vagón de carga argentino en 1950 y el 70% de las unidades que circulan por la red ferroviaria nacional. Desde hace más de una década, el especialista es uno de los protagonistas de una asombrosa historia de rescate empresarial que mutó su paisaje de jornadas angustiosas de protestas, reclamos y neumáticos encendidos, al murmullo entusiasta de obreros entre sonidos de metales, chispas, sirenas y locomotoras que mueven formaciones en la planta fabril de 32 mil metros cuadrados cubiertos, ubicada en el ingreso a la localidad.

“Somos muy optimistas. Creemos que se le está dando a la actividad ferroviaria el protagonismo y el lugar que nunca debió perder, en un país de grandes extensiones y con pendientes muy favorables para la red ferroviaria y donde existe la necesidad de transportar grandes cargas a granel”, detalló el técnico Amoroso, quien actualmente dirige a un centenar de obreros que se desempeñan en la empresa, a los que se agregan jóvenes que ingresaron en los últimos tiempos y transitan un período de adaptación para conocer el oficio.

La fábrica de vagones de María Juana tuvo una historia pletórica de momentos gloriosos y también de años de inactividad. Sin embargo, actualmente se encuentra trabajando a pleno tal como ocurría en sus mejores años de producción.

Amoroso, destacó que hubo muchos momentos con altibajos, tanto en el ámbito laboral como personal entre los empleados. “En 2013 la situación se planteaba muy dolorosa y con mucha incertidumbre, con mucho temor a perder la continuidad laboral y a lo que representaba una planta tan grande sin trabajo, sin tener qué hacer”, indicó. En ese momento recurrieron a los medios para poder visibilizar esa cuestión. “Eso nos permitió demostrar lo que somos capaces de hacer”, recordó y mencionó algo que considera como un punto de inflexión: una nota publicada por La Capital que expuso el problema de la falta de trabajo en los talleres locales mientras el gobierno firmaba acuerdos para comprar material rodante a China.

Dar a conocer la realidad de la empresa sirvió para que a nivel nacional comenzaran a tomarla en cuenta. “A partir de allí fuimos creciendo en trabajo e incorporamos tecnología, renovamos maquinarias y empezamos a ‘agiornar’ la infraestructura de trabajo para poder continuar cumpliendo con los encargos asignados. A partir de allí ya no hubo interrupciones y se logró la continuidad laboral”, señaló Amoroso.

El ingeniero y conductor de la empresa, Roberto Amoroso, junto al tesorero de la Seccional Rafaela de la Unión Obrera Metalúrgica, Rubén Santiago.

El ingeniero expresó que durante los períodos de baja “tuvimos que ser creativos en generar soluciones que nos permitieran tener trabajo. En primer momento nos pusimos a reparar travesaños de vagones, luego siguieron los arreglos a bogies (conjunto de dos pares de ruedas). Eso nos sirvió para ejercitarnos y para tener confianza en nuestra capacidad para realizar nuevas tareas”.

Políticas acordes
El ingeniero aseguró que “ninguna reactivación es posible si no hay políticas que acompañen, que direccionen el trabajo hacia la necesidad de reparar vagones, adaptar formaciones, readecuar diseños para incrementar el volumen del material transportado. Todas son propuestas que nos permiten ir generando proyectos más ambiciosos que se ponen a disposición de la producción para garantizar trabajo. Con eso se logra que un montón de energía que se estaba despilfarrando hoy se utilice para otros procesos productivos”.

Aseguró además que “somos generadores de superávit. Todo lo que producimos lo hacemos pensando en el ahorro, mejorando las propuestas para generar beneficios que se siguen volcando en la producción y juegan siempre a favor del trabajo”.

“Esas cosas sólo se pueden dar transitando el trabajo, cometiendo equivocaciones, mejorando y demostrando que lo que se plantea en un papel llevado a los hechos, es lo más aproximado posible. Cuando se alinea el discurso con el hecho ya está todo ganado. No importa si hay equivocaciones porque somos autocríticos y corregimos los errores y en eso somos estrictos y disciplinados”, afirmó.

Libertad e igualdad
“Todo lo que tenga que ver con continuidad en el trabajo, poder aplicar la creatividad, tener ambición, darle espacio a los jóvenes para que crezcan y aprendan, pone a los trabajadores en un plano de libertad y de igualdad”, enfatizó y repasó: “Los últimos años, excepto el período de pandemia, nos sirvieron para probar nuestra capacidad.

Ya superada esa etapa que incluyó casi cinco meses de inactividad, empezamos a resolver diferentes situaciones y estamos ya enfocados con mucha esperanza para lo que resta de 2022. Seguimos con los contratos de reparación de vagones tanque, porta bobinas y porta contenedores para Nuevo Central Argentino (NCA). Con la empresa Belgrano Cargas tenemos un contrato de reparación de vagones cerealeros y también estamos construyendo vagones ‘todo puerta’ para llevar 30 palets por unidad. Además, se generó un prototipo para dar servicios para cargas determinadas de menor volumen, entre otros proyectos. Toda esa actividad exige generar distintos tipos de recipientes que conforman un proceso productivo con capacidad de respuesta”.

En cuanto a las proyecciones, Amoroso aseguró que “somos muy optimistas. Actualmente hay un centenar de obreros en la empresa y últimamente se hicieron incorporaciones que necesitan su tiempo de adaptación y conocimiento del oficio. Por ese motivo, hizo hincapié en la necesidad de políticas que favorezcan la capacitación y en ese rumbo se encuentran trabajando junto a la Seccional Rafaela de la Unión Obrera Metalúrgica. Juntos, y con el apoyo de autoridades educativas provinciales y nacionales están proyectando montar un centro de capacitación técnica en la localidad.

Cultura e integración
Recientemente la comunidad de María Juana participó de la inauguración de un mural pintado en uno de los portones de la fábrica. Al respecto Amoroso indicó que “en cierto momento de nuestra historia, cuando no había trabajo y teníamos que quemar gomas en la calle para hacer oír nuestros reclamos, éramos como la vergüenza del barrio. De pronto, con todo lo bueno que nos está sucediendo, nació la posibilidad de generar distintas propuestas comunitarias. En ese contexto, la comuna nos planteó pintar un mural sobre la actividad de la fábrica y luego de concretar el primero pensamos en utilizar para ese fin al resto de los portones y así embellecer nuestro entorno y generar espacios de integración con la sociedad que en su momento nos contuvo”.

La mirada gremial
Rubén Santiago, ex secretario adjunto y actualmente tesorero de la Seccional Rafaela de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), fue otro de los grandes puntales a la hora de garantizar la armonía en el proceso de recuperación de la fábrica y velar por el bienestar de los trabajadores. Junto al ingeniero Amoroso recorrieron muchísimos kilómetros, gastaron horas y se aplicaron incansablemente a la tarea de gestionar trabajo para los talleres.

Durante la visita a la planta reafirmó las palabras del director: “Estoy de acuerdo en todo sentido. Me consta el esfuerzo porque lo veo a diario y eso sirve para hacer énfasis en un slogan que tenemos en la UOM que reza: ‘recordar el pasado para vivir el presente y poder proyectar el futuro’ y eso significa que más allá de las épocas duras transitadas, nada es producto de la casualidad y que hoy esté viva esta fábrica, más allá del esfuerzo de esta gente, es porque hay políticas públicas que la acompañan que arrancaron en 2014 de la mano de una presidenta y un ministro de Transporte que apostaron por esto. Un proceso que luego aflojó en la gestión posterior, pero que hoy encuentra en el gobierno nacional políticas de apoyo a la industria y a la cultura del trabajo”.

“Debemos seguir trabajando en conjunto, como lo hicimos desde el comienzo, y desde la UOM estamos ahora abocados a capacitar jóvenes a través de nuestra fundación. En este contexto, también tenemos que agradecer el apoyo permanente del senador, Alcides Calvo y del gobernador, Omar Perotti”, apuntó Santiago.

Fuente: La Capital