El transporte urbano de Paraná cierra el año con una pérdida del 20% de usuarios

La cifra de pasajes cayó a los niveles más bajos de la década, y apenas por encima de su piso histórico registrado en 2001 y 2002.

La cifra de pasajes cayó a los niveles más bajos de la década, y apenas por encima de su piso histórico registrado en 2001 y 2002.

Un doble incremento con una distancia de cinco meses, que elevó a casi el 100% el costo del boleto general, en un contexto de crisis económica, recesión, pérdida de puestos de trabajo y de poder adquisitivo afectó notablemente el movimiento de los colectivos urbanos en la capital provincial. Si a eso se le agrega que la calidad del servicio –junto a extensos e inéditos paros– se derrumbó aún más a las crónicas dificultades que venía mostrando el sistema, no resulta extraño que la reducción del uso de colectivos haya caído hasta casi un 20% mensual.

Según datos oficiales a los que accedió UNO, hasta octubre inclusive se habían registrado 16.298.482 pasajes totales, y de acuerdo con la tendencia, cerrará 2019 rozando o apenas por encima de 20 millones de cortes.

La cifra muestra una caída de tal magnitud, que la sitúa en la más baja de la última década, y retrotrae a los años 2001 y 2002, cuando a la salida de la convertibilidad el sistema tocó su piso histórico con 16 millones de pasajeros anuales.

La semejanza con aquel período no es casual: en esos años de inicios de siglo XXI, hubo recorte de servicios y diagramas de emergencia. Es decir, no fue normal la programación de los servicios.

Tal como había reseñado UNO meses atrás, desde aquel año hubo una notable recuperación del servicio, bajo el paraguas de un nuevo esquema de subsidios a nivel nacional –que se quitaron a finales de 2018–, lo que permitió rápidamente ir incorporando nuevamente a los usuarios. Ya en 2004 el sistema en la capital provincial alcanzó los 24 millones de pasajes mensuales. Y en los últimos años, se estabilizó en 27 millones de usuarios.

Tendencia

El año se inició con un boleto general a 14,85 pesos, y si bien el debate por la suba se había iniciado en septiembre, recién en abril –el día después de las elecciones PASO en la provincia– se implementó y llevó la tarifa a 22,80 pesos, aunque para los paranaenses se fijó en 20 pesos por el otorgamiento de un subsidio municipal.

Por esa razón es que en la comparación del primer trimestre, la retracción del número de usuarios en la veintena de líneas que circulan por las calles de la capital provincial y del área metropolitana apenas fue del orden del 4% promedio en comparación con el mismo período del año anterior.

Por caso, cayó de 1.727.301 usuarios en febrero de 2018 a 1.665.361 en el mismo mes de este año. Ya en marzo, con el incremento de la actividad escolar y laboral a pleno, pasó de 2.522.643 viajes a 2.260.095 en el mismo mes de este año.

En junio se pasó de 2.464.798 a 2.166.807 este año. En julio y en agosto fundamentalmente, los días de paro (cuatro y 15 días, respectivamente) profundizaron la caída.

Ese mes se aplicó el segundo reajuste tarifario, y el boleto general se elevó a 29 pesos.

Septiembre y octubre, entonces, volvieron a acentuar esa tendencia de un promedio anual para ambos meses de 2,5 millones de cortes, a apenas 2 millones o aún menos: octubre tuvo 1.998.309 pasajeros, es decir que mostró un movimiento en los colectivos casi similar a lo que había sido febrero, mes de menor actividad económica y administrativa.

La profundización de la crisis y el impacto de una suba de casi el 100% del costo de transporte en apenas cinco meses, derrumbó el uso del servicio que impactó fundamentalmente la recaudación del boleto general: en la evolución de este año se advierte una caída del 49% al 28% de la tarifa general, en relación al total de pasajeros transportados.

Es decir que apenas tres de cada 10 usuarios de colectivos en Paraná abonan los 29 pesos; el resto se distribuye entre boleto primario, secundario, terciario y universitario, obrero, jubilado y Tarifa social, con distintos niveles de reducciones.

El cambio de autoridades a nivel nacional genera interrogantes acerca del esquema de subsidios a partir de 2020.

La eliminación de los aportes nacionales y la delegación de la responsabilidad en las provincias, hizo caer más del 50% de los fondos al sistema, lo que provocó una situación de crisis en todo el país. Con muchos esfuerzos y poca simpatía, los estados de cada provincia se han hecho más o menos cargo de millonarias cifras para el transporte urbano e interurbano, en un año electoral. Además, antes de las elecciones, el presidente electo Alberto Fernández no hizo referencia a la reinstauración del sistema de subsidios que se había implementado desde 2003; solo criticó que la Nación haya hecho una desigual distribución de fondos, beneficiando a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a la provincia de Buenos Aires, por ser jurisdicciones de Cambiemos.

Fuente: Uno Entre Ríos