El “truco” de Cambiemos para favorecer a las empresas que pone en jaque las cuentas de los municipios

Vidal y todo Cambiemos buscan reducir los impuestos que se cobran en las boletas hasta un monto ínfimo, pero no los eliminan. Así, bajan el monto que pagan los usuarios, pero no tocan a las empresas y ponen en jaque a las cuentas municipales.

Vidal y todo Cambiemos buscan reducir los impuestos que se cobran en las boletas hasta un monto ínfimo, pero no los eliminan. Así, bajan el monto que pagan los usuarios, pero no tocan a las empresas y ponen en jaque a las cuentas municipales.

Mientras la Legislatura se prepara para debatir el proyecto de ley de María Eugenia Vidal que busca reducir a su mínima expresión los impuestos provinciales de las boletas de luz y de agua, para aligerar entre 4 y 6 por ciento el peso de los últimos tarifazos, se abrió un segundo debate relacionado a las tasas que los municipios incluyen en las boletas para mejorar la cobrabilidad y al impacto que los impuestos provinciales tienen en las cuentas de las comunas.

Además, Vidal y la mayoría de los Senadores, ya avalaron un proyecto de ley que elimina un impuesto provincial que destinaba el 6 por ciento de la recaudación directamente a los municipios, y que tenía como destino rentas generales. Esto, aducen los jefes comunales, generará problemas para afrontar el costo de los servicios que brindan las comunas y se combina con otras limitaciones como las que impone el Pacto Fiscal sobre el gasto, las posibilidades de recaudación y la contratación de recursos humanos.

Ahí, el peronismo detectó un “truco” del Gobierno que, si bien aligera el monto que pagan los usuarios, mantiene intactas las ganancias de las distribuidoras y desfinancia notablemente a los municipios. Es que en lugar de “eliminar” el impuesto de 6 por ciento que se queda en las comunas, Vidal propuso bajarlo a una suma insignificante. ¿Por qué? Si lo hubiera eliminado, las comunas podrían haber salido masivamente a cobrarles tasas a las distribuidoras.

Es que el tributo es “sustitutivo” de gravámenes municipales como Seguridad higiene, espacio aéreo y otras. Y, conservado, con ese monto irrisorio, el impuesto impide esa jugada, porque los intendentes incurrirían en una suerte de “doble imposición”. “Esta medida sin lugar a dudas está hecho para beneficiar a las empresas que las está eximiendo de pagar las tasas municipales”, denunció el diputado Walter Abarca.

También hay polémica por la incorporación de tasas municipales a las boletas, fundamentalmente las de luz. Se sabe: el ciudadano promedio no es lo que se dice “cumplidor” a la hora de pagar por los servicios municipales, que ya son mucho más que el “alumbrado, barrido y limpieza”. Por eso una enorme mayoría de los intendentes optó desde hace varios años por añadir ítems municipales a las boletas de la luz, que los ciudadanos pagan para no quedarse sin el servicio.

Esa decisión fue celebrada en las últimas horas por el diputado oficialista Guillermo Castello, que mostró en la red social una boleta de luz de Mar del Plata, con un monto total superior a los 7 mil pesos, en la que se consignan una serie de ordenanzas que suman algo más de 700 pesos, menos de lo que implica el IVA de la facturación.

La baja del déficit fiscal y el equilibrio de las cuentas públicas es también responsabilidad de los intendentes. Algo no anda bien si necesitan financiarse con impuestos atados a las tarifas.

En diálogo con Todo no se puede, en la mañana de FM CIELO, Castello defendió su postura y cargó las tintas contra los intendentes. “Si los intendentes quieren cobrar, que den mejores servicios”, disparó. “Decimos que los intendentes dejen de poner en las boletas esos ítems que son ridículos. Hay ciudades con una cobrabilidad de 70 a 80 por ciento porque gestionan bien”, analizó el legislador marplatense.

Castello, que prefirió hablar de “reacomodamientos” antes que de “tarifazos”, a caballo del argumento de que en los últimos 15 años el costo de vida trepó 1.400 por ciento y las tarifas entre 80 y 90 por ciento, aseguró que los intendentes no quieren eliminar esos impuestos solo porque los afecta directamente.

Como contrapartida, marcó que las empresas distribuidoras “están cubriendo el 60 a 70 por ciento de los costos”, con lo cual pierden plata, y que la reducción del IVA está dentro del proceso de “reducción de la carga impositiva” que encaró Macri. “Teníamos una presión impositiva equivalente a la de los países del primer mundo”, reconoció Castello, por lo que pidió un poco de paciencia.

Fuente: InfoCielo