Empezó el acampe de los trabajadores de la tierra con un incidente con Larreta, una movilización y un «feriazo»

Este lunes harán charlas y talleres abiertos, entre ellos una asamblea de productores y consumidores y un taller de huerta. A la tarde, proyectarán documentales. Para el martes está previsto un florazo por el día de la primavera

Este lunes harán charlas y talleres abiertos, entre ellos una asamblea de productores y consumidores y un taller de huerta. A la tarde, proyectarán documentales. Para el martes está previsto un florazo por el día de la primavera y, al cierre del acampe, un festival con músicos invitados.

La Unión de Trabajadores de la Tierra comenzó un acampe de 48 horas frente al Congreso para exigirle al Gobierno el tratamiento del Procrear Rural. El proyecto de Ley de Acceso a la Tierra propone la creación de una línea de créditos blandos para los productores de la agricultura familiar. Fue ingresado a Diputados en noviembre del año pasado, pero desde entonces no tuvo dictamen, a pesar de que la Casa Rosada se había comprometido a impulsar su sanción.

La protesta arrancó poco antes del mediodía, con una marcha frente al parlamento. Los quinteros llevaron al tractor con el que encabezan sus movilizaciones, pero apareció la Policía de la Ciudad y les impidió que lo usaran para dar la vuelta a la plaza: el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no se privó de hacer su gesto de campaña. La anécdota no deja de ser curiosa si se tiene en cuenta que el acampe expresa un reclamo al presidente Alberto Fernández, aunque es conocida la tirria que el macrismo le tiene a la UTT: su momento de choque más conocido ocurrió en 2019, cuando la Policía de la Ciudad reprimió un Verdurazo en Constitución, pateando cajones de verduras y repartiendo gases entre las vecinas que se habían acercado buscando verduras baratas.

Sin poder mover el tractor, los quinteros desplegaron en la cabeza de la movilización una pancarta con la consigna “Ley de Acceso a la Tierra para la producir alimentos sanos a precios populares”.

Luego armaron un feriazo en la plaza. En los puestos ofrecen verduras a bajo precio y productos de la economía popular: yerba cooperativa a 320 pesos el kilo, muzzarella de la empresa recuperada 7mo Varón a $430 x kg, tapas de empanadas de La Litoraleña por $60 la docena.

Por otra parte, tienen una agenda de actividades con las que permanecerán acampando hasta mañana.

Este lunes harán charlas y talleres abiertos, entre ellos una asamblea de productores y consumidores y un taller de huerta. A la tarde, proyectarán documentales. Para el martes está previsto un florazo por el día de la primavera y, al cierre del acampe, un festival con músicos invitados.

El proyecto de ley de Acceso a la Tierra ya fue presentado en 2016, en 2018 y en 2020. Ese último año ingresó a Diputados con el acuerdo del Frente de Todos para que sea debatida. Llegó a ser analizada en las comisiones de Agricultura y Asuntos Legislativos, pero aún no tiene dictamen, el paso previo a su debate en el recinto. Entre quienes acompañaron su presentación hubo legisladores del Frente de Todos que luego ocuparon cargos de Gobierno, como Axel Kicillof, Luis Basterra, Daniel Arroyo y Felipe Solá. Por eso que no haya tenido avances, cuando se está a mitad del mandato presidencial, es señalado por la UTT como un incumplimiento.

“Ya en el 2016 presentamos el proyecto de ley de Acceso a la Tierra con un primer Verdurazo en la plaza de Mayo. Pasamos todo el gobierno neoliberal de Mauricio Macri, con represión en el medio, presentamos este año por tercera vez el proyecto, le escribimos una carta al presidente explicándole por qué la necesidad y la urgencia de que haya una Ley de Acceso a la Tierra. El presidente se comprometió a aprobar la ley, nos habían dicho en marzo. Estamos en septiembre y no vemos que se vaya a aprobar, por eso estamos haciendo el acampe, para tener algún tipo de respuesta”, señaló en la Plaza del Congreso Lucas Tedesco, integrante de la UTT.

Además de crear una línea de créditos blandos, el proyecto dispone que el Estado destine parte de las tierras públicas ociosas para ser loteadas y vendidas mediante este sistema de créditos, con el exclusivo fin de que se dediquen a la agricultura familiar. Como contrapartida, obliga a quien obtenga uno de estos créditos hipotecarios a cumplir con una serie de condiciones, como residir en el predio comprado, trabajarlo en forma personal, con la colaboración principal de su familia, haciendo de ello su ocupación personal, reducir progresivamente el uso de agrotóxicos, mantener indiviso el terreno, no alquilarlo, venderlo ni transferirlo por un período de 20 años.

Fuente: Página 12