En el Capitolio, el Papa llamó a acoger a los inmigrantes

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En un discurso claro y cargado de mensajes, Francisco pidió abolir la pena de muerte y acabar con el negocio de las armas. Es la primera vez que un pontífice habla ante el Congreso de EE.UU.

Aunque los estadounidenses no están acostumbrados a recibir lecciones de extran­jeros, el Capitolio de Washington se llenó ayer de ovaciones ante el claro y contundente discurso de Francisco, que pasará a la historia ­como el primer papa en hablar en ese histórico recinto, donde se animó a desglosar casi todos los temas urticantes que man­tienen dividida a la sociedad norteamericana.

“Señor presidente, el Papa de la Santa Sede”, expresó el sargento de armas apenas pasadas las 10 (11 de Argentina). Entonces, el argentino Jorge Ber­goglio inició su disertación en inglés, de poco más de 40 minutos, en la que alabó las virtudes del pueblo estadounidense, pero sobre todo hizo hincapié en sus defectos. Y lo hizo nada menos que desde el estrado donde cada año el presidente de turno pronuncia su discurso anual.

Como “hijo de familia de inmigrantes”, Francisco exhortó a los legisladores a acoger al “extraño en nuestro seno”. “Que no nos den miedo los números, antes bien, veámoslos como personas”, apuntó.

En otro pasaje, se refirió a un tema muy presente y controvertido en Estados Unidos. “¿Por qué las armas letales son vendidas en el mundo? Por dinero, un dinero impregnado de sangre, y muchas veces de sangre inocente. Frente al silencio vergonzoso y cómplice, es nuestro deber afrontar el problema”, espetó.

Además, reiteró su postura en contra de la pena de muerte y del aborto al asegurar: “Estoy convencido de que este es el mejor camino, porque cada vida es sagrada”.

También tuvo palabras para los fundamentalismos que aterrorizan al mundo: “Ninguna religión es inmune a diversas formas de aberración individual o de extremismo ideológico. Esto nos urge a estar atentos”.

Para que su mensaje tuviera mayor calado en su audiencia, el Papa citó a las que considera las mayores personalidades norteamericanas: Abraham Lincoln, Dorothy Day, Thomas Merton y Martin Luther King. Además, citó la Declaración de Independencia de Estados Unidos, un pasaje de su himno y concluyó su discurso con un “God Bless America” (Dios bendiga a América).

“Abre puertas”

Desde Estados Unidos, Gustavo Morello, jesuita, doctor en Ciencias Sociales y profesor asistente en el Boston College, aseguró que el discurso de Francisco tendrá eco político. “Muchos candidatos hacen campaña desde su identidad ­religiosa. La diferencia entre religión y Estado la manejan distinto acá. Debe haber tres 
o cuatro candidatos católicos que no podrán ignorar el mensaje del Papa. En ese punto, 
este discurso abre esas puertas”, apuntó.

En ese sentido, aplaudió que el Pontífice haya tratado los temas de la pena de muerte y de la venta de armas, “temas olvidados en los debates políticos” y que “generaron mucho eco en los medios locales”

También ponderó su llamado a cuidar el medioambiente, tema negado por “un grupo de republicanos que, contra toda racionalidad, niega el cambio climático”, apuntó, y consideró que las menciones sobre “dejar el pasado atrás” y “ser más pragmáticos” se referían indirectamente a Cuba.

Para que a sus palabras no se las lleve el viento, apenas terminó su discurso Francisco saludó en español a 
las cerca de 50 mil personas que lo aguardaban frente al Capitolio y luego partió hacia un centro caritativo de la parroquia de St. Patrick, donde se reunió con personas sin techo. “No encontramos ningún tipo de justificación social, moral o del tipo que fuese para aceptar la falta de alojamiento”, expresó.

Después voló hacia Nueva York, donde hoy dará un nuevo discurso destinado a pasar a 
la historia. El estrado será otro, 
la Asamblea General de la 
ONU, pero la intención será la misma: tocar conciencias y provocar cambios. Este Papa no quiere que a sus palabras se las lleve el viento.

En Nueva York

Sobre abusos sexuales. Francisco se refirió a la “vergüenza” causada a la Iglesia Católica estadounidense por los actos pederastas que tuvieron como protagonistas a “tantos hermanos”, durante una misa celebrada ayer en la tarde en la Catedral de San Patricio, en Nueva York. Además, dio una muestra de gratitud hacia las monjas estadounidenses, al tiempo que agradecía al clero por ser perseverante durante el escándalo por esos abusos.

Plegaria. El Papa dirigió un mensaje a la comunidad islámica al inicio del oficio religioso. “Mi cercanía ante la tragedia que su pueblo ha sufrido en La Meca. En este momento de oración me uno y nos unimos en la plegaria a Dios, nuestro Padre todopoderoso y misericordioso”, dijo.

Adiós a Washington

En Washington, unos 450 estudiantes de escuelas católicas y de programas de educación religiosa se sumaron al secretario de Estado, John Kerry, y a cientos de elementos del ejército y sus familias para despedir a Francisco, que ayer a la tarde voló hacia Nueva York.

Fuente: La Voz del Interior