En España acuerdan con sindicatos una ayuda a desocupados

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Después de tres años de ajustes por la crisis económica, firmó un gran pacto para beneficiar con un subsidio mensual a 450.000 desempleados de larga duración.

Después de tres años de recortes, el gobierno del presidente Mariano Rajoy acordó ayer su primer gran pacto con los sindicatos españoles y dio así un giro social a su política económica.

Rajoy firmó con los representantes de los sindicatos y de las organizaciones empresariales una ayuda de 426 euros al mes, de la que se podrán beneficiar cerca de 450.000 desempleados de larga duración con responsabilidades familiares y que han agotado todas las protecciones.

En total, en España hay 3,35 millones de desocupados de larga duración (más de un año sin empleo). El país tiene una tasa de desocupación de 24%, con cerca de cinco millones de desempleados; 728.000 familias no reciben ningún ingreso.

El costo de las nuevas ayudas será de unos 1200 millones de euros para las arcas públicas.

«Ésta es una iniciativa imprescindible para una situación insostenible», afirmó Cándido Méndes, líder del sindicato Unión General de Trabajadores (UGT).

Tras firmar el acuerdo, Rajoy, que se presentaría a la reelección el próximo año, se corrigió a sí mismo y dijo que «la crisis es historia del pasado, pero no lo son sus secuelas».

El presidente había proclamado el jueves pasado que la crisis «ya es historia del pasado» y que «estas Navidades van a ser las primeras de la recuperación», una afirmación que fue criticada por los partidos de oposición y los sindicatos.

«Salir de la crisis comporta recuperar los estándares de bienestar que este país tenía antes de su inicio», señaló el líder del sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.), Ignacio Fernández Toxo, tras la firma del acuerdo.

El principal partido de la oposición, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), tachó de «mezquino, electoralista y cicatero» el acuerdo, dijo la dirigente Luz Rodríguez, al firmarse pocos meses antes de las elecciones locales (en mayo próximo) y de las generales (a fines de 2015).

«Hace más de tres años que impone reformas laborales y recortes de derechos y ahora se acuerda de que el diálogo social existe», criticó Rodríguez.

Con el objetivo de reducir el elevado déficit público del país, Rajoy lanzó numerosos recortes (especialmente en sanidad y educación), aumentó impuestos y congeló los salarios de los funcionarios, entre otras medidas.

Los sindicatos pidieron a Rajoy la que a su juicio debe ser la próxima medida que tome el gobierno: el aumento del salario mínimo, congelado por el anterior gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

Rajoy eludió anunciar próximas medidas, aunque sí dijo que la ayuda a los desocupados de larga duración no será la última que apruebe: «Ahora podemos hacer cosas que no pudimos hacer meses atrás. Y tengo la convicción de que se van a seguir haciendo cosas», dijo el jefe de gobierno.

«La recuperación económica no será completa hasta que llegue a cada hogar, a cada persona que no tiene trabajo, y hasta que no se sienta en el bolsillo de cada uno de los españoles», subrayó. «Tenemos que ser conscientes de que la recuperación no llegó a todos ni a todos por igual», añadió.

No obstante, el líder conservador destacó los buenos datos macroeconómicos del país, cuyo PBI debe aumentar un 1,3% este año, después de haberse contraído un 1,2% en 2012. Para 2015, el crecimiento podría ser «muy probablemente (…) por encima del 2%», anunció Rajoy.

A fines de 2015, el gobierno espera que la tasa de desocupación caiga a 22,2%, lo que situaría a España todavía entre los países con más desempleados de la Unión Europea (UE).

El último acuerdo entre el gobierno, los sindicatos y los empresarios se había firmado en 2006 con Rodríguez Zapatero como presidente.

Un alivio para paliar la crisis ya que España tiene una de las tasas de desocupación más altas de la UE; el número de desempleados roza los cinco millones

Fuente: Radio Salta