En Jujuy, el trabajo informal duplica al empleo privado

Es una de las provincias con mayor porcentaje de personas en ese sector, ocupando las mujeres casi el 58%.

Es una de las provincias con mayor porcentaje de personas en ese sector, ocupando las mujeres casi el 58%.

Jujuy está entre las 9 provincias con más trabajadores informales que trabajadores del sector privado.

Según las cifras del Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular, Renatep, Jujuy es la según a provincia con mayor porcentaje de personas de 18 a 65 años que trabajan en la economía informal, de las cuales el 57,8 % son mujeres.

Jujuy es una de las 9 provincias en las que los trabajadores de la economía informal son muchos más que los trabajadores del sector privado. En el caso de Jujuy la cifra se duplica, son 119.374 los trabajadores de la economía informal, mientras que los asalariados privados son 58.036.

Según este informe, en la comparación de la cantidad de inscriptos al Renatep en relación a la población de 18 a 65 años de cada provincia, es posible advertir que en Santiago del Estero dicha relación alcanza el 30,1% mientras que Chaco, Formosa, Jujuy y Salta la proporción se ubica entre el 20 y 25%. En el caso de Tucumán, Misiones, Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, La Rioja, San Juan y San Luis, los porcentajes de población inscripta en el Renatep se encuentran entre el 10 y 20%.

Entre las provincias en las que son más los trabajadores de la economía informal que los del sector privado registrados están Catamarca, Chaco, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.

Los últimos datos oficiales registran 3,6 millones de personas en el sector de la economía popular, pero se estima que el universo es mucho más amplio.

La mayoría son mujeres y hay gran incidencia de jóvenes de hasta 24 años. Solo el 22% complementa sus ingresos con un plan social.

En nueve provincias del país hay más trabajadores y trabajadoras que pertenecen al universo de la economía popular, son aquellos que «inventan su trabajo» y están por fuera del mercado formal, que en el sector asalariado privado registrado. Se anticipa que esta situación se confirmará también en otras jurisdicciones a medida que se engrose la base de datos del Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (Renatep), que empezó a construirse a mediados del 2020.

Los datos publicados del Renatep, que llegan hasta febrero de 2022, muestran un universo de 3,2 millones de personas que «han creado su propio trabajo por fuera de relaciones asalariadas formales», lo que representa un incremento del 14% respecto del informe anterior.

Pablo Chena, director nacional de Economía Social y Desarrollo Local, explicó a elDiarioAR que la magnitud de este incremento no responde necesariamente a un aumento de personas dentro de este segmento, sino una mejora del registro, que cada persona puede hacer voluntariamente.

El Renatep permite conocer mejor esa economía sumergida y muestra diferencias cruciales con el mercado laboral formal. Por ejemplo, en la economía popular la mayoría son mujeres (57,8%) y hay una incidencia mucho más alta de jóvenes de hasta 24 años (27,1% versus 6,7% en Sipa). La experiencia del primer empleo, en la Argentina se da sobre todo en la informalidad.

Sólo el 22,3% de los inscriptos percibe la Asignación Universal por Hijo (AUH) y el 22,5%, el programa Potenciar Trabajo. A su vez, casi el 60% trabaja de manera individual, sin vinculación con organizaciones sociales, cooperativas o ningún tipo de núcleo productivo.

En relación a la rama de actividad, el 62,4% de los inscriptos en el mencionado registro pertenece a la categoría «servicios personales y otros oficios» (33,6%), que engloba actividades como limpieza, peluquería, cocina, jardinería, reparación de autos, pintura, zapatería.

El rubro que sigue es «servicios sociocomunitarios» (28,8%), donde fundamentalmente se encuentran trabajadores de comedores. El otro 37,6% se distribuye entre el resto de las ramas, que va de comercio a pesca artesanal y reciclaje.

Al analizar las categorías ocupacionales según la distribución por sexo, se advierte una mayor proporción de mujeres en las tareas de cuidados, servicios de limpieza, peluquería, depilación, manicuría, masajista e indumentaria textil.

Asimismo, se observa una tendencia a la feminización de tareas en las siguientes categorías: trabajadora de comedores y merenderos comunitarios, cocinera, producción de alimentos, venta directa, artesana, feriante y vendedora punto fijo. Por el contrario, las ocupaciones vinculadas a la construcción, al jardín o poda y a la mecánica de vehículos, arrojan una mayor participación de los trabajadores varones.

Fuente: El Tribuno