En la Ciudad de Buenos Aires crece la cantidad de inquilinos y la población en villas

En la última década la población que vive en inmuebles alquilados en la Ciudad de Buenos Aires creció un 30 por ciento y la población que vive en villas se incrementó un 85 por ciento, según un informe privado. 

En la última década la población que vive en inmuebles alquilados en la Ciudad de Buenos Aires creció un 30 por ciento y la población que vive en villas se incrementó un 85 por ciento, según un informe privado.

Por la crisis económica y también por desidia oficial, en los últimos años se profundizó el déficit habitacional. En la última década la población que vive en inmuebles alquilados en la Ciudad de Buenos Aires creció un 30 por ciento y la población que vive en villas se incrementó un 85 por ciento, según un informe de Proyectar Ciudad. Según cifras oficiales, en la Ciudad existen 364.989 hogares porteños (28 por ciento) con necesidades habitacionales. Mientras tanto, como informó PáginaI12, el gobierno mantiene congelada la entrega de unas 14.300 viviendas del plan ProCreAr, el 64 por ciento de las 22.500 unidades previstas en el programa que heredó de la administración anterior. A los obstáculos para acceder a la vivienda propia se añaden las dificultades para alquilar, con una reducción del parque de viviendas en alquiler y requisitos formales muy exigentes para inquilinos e inquilinas. De acuerdo con la Encuesta Anual de Hogares (EAH) del ente estadístico porteño, existen 365.000 hogares con necesidades habitacionales, donde habitan 1,17 millones de las 3 millones de personas que viven en la Ciudad.

La caída de los ingresos, ya sea por menor capacidad de poder adquisitivo o por la pérdida de la fuente (despidos), se convirtió en un nuevo obstáculo para que las familias accedan a un techo digno. Si bien la Ciudad hizo punta en el otorgamiento de créditos hipotecarios atados a la inflación (Créditos UVA), no hubo un impacto significativo en el stock de viviendas. En la Ciudad se entregaron 24.000 créditos hipotecarios UVA. Sin contar los problemas posteriores para las familias al tener que afrontar las cuotas y la indexación del crédito con una inflación de entre 55 y 60 por ciento anual.

En los cuatro años de macrismo a nivel nacional, no solo se alejó la posibilidad de adquirir una vivienda, sino que se hizo imposible para muchas familias poder afrontar un alquiler. El resultado es que hoy se comparten espacios entre familias y empiezan a verificarse situaciones de hacinamiento. El caso de un incendio en un hotel familiar en el barrio de Flores, donde murió un niño de tres años, que informó este diario a fin del mes pasado, es una muestra de la situación de crisis del sistema de hoteles y pensiones.

Porteños hacinados
“La precariedad de la infraestructura habitacional implica riesgos inmediatos para la salud, tanto en hoteles como en villas, donde subsisten problemas de riesgo eléctrico e inadecuado acceso a servicios sanitarios e higiene urbana. Las condiciones de adversidad generalizadas para el hábitat en villas y hoteles exigen un abordaje integral entre la vivienda y el planeamiento, con políticas sanitarias, educativas, ambientales, laborales, de género y de envejecimiento activo”, señala el documento de Proyectar Ciudad.

Según cifras de la EAH, en la Ciudad existen 653.128 (50,4 por ciento) de hogares propietarios sin hacinamiento, 178.782 (13,8 por ciento) de inquilinos unipersonales y 364.989 (28 por ciento) con necesidades habitacionales. El tipo de hogar más frecuente de este último grupo es el de inquilinos de bajos ingresos con hijxs a cargo (139.311 personas), con el 38 por ciento del total de familias con problemas habitacionales. Los hogares inquilinos con hijxs de los quintiles superiores (42.682 personas) representan el 12 por ciento; la población en villas (52.187), el 14 por ciento; la población en inquilinatos (47.642), el 13 por ciento; en situación de calle (7251), el 2 por ciento y propietarios con hacinamiento (16.795), el 4,6 por ciento. Este último grupo representa a personas que en algún momento pudieron acceder a su propia vivienda, pero que ante la ampliación del grupo familiar no pudieron mudarse a inmuebles acordes a sus necesidades.

De acuerdo con un relevamiento de la Defensoría del Pueblo, estas 7251 personas en situación de calle implican un crecimiento de 23,5 por ciento respecto de 2017. En el medio pasó la duplicación del precio del dólar en 2018, la corrida cambiaria, el acuerdo con el Fondo Monetario, una inflación record, otra devaluación tras las PASO y el cierre de empresas y despidos en casi todos los rubros económicos. “En este marco el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta no desplegó nuevas acciones para atender la cuestión e incluso las políticas heredadas de otras gestiones están sufriendo recortes presupuestarios, como los subsidios habitacionales”, señala el informe de Proyectar. Se le suma a las familias los problemas de los dispositivos de alojamiento transitorio y la falta de hogares orientados a la reinserción. “La profundización de la crisis económica en curso exige un mayor activismo estatal para garantizar los derechos de las personas en situación de calle”, agrega Proyectar Ciudad.

Fuente: Página 12