En la lucha contra el hambre, muere otro niño de la etnia wichi

El cacique pide que haya un mayor control sobre los agentes sanitarios.Se trata de un bebé de un año y tres meses de Las Vertientes Chicas.

El cacique pide que haya un mayor control sobre los agentes sanitarios.Se trata de un bebé de un año y tres meses de Las Vertientes Chicas.

Y de nuevo las letras caen sobre la página con el desaliento que propone la muerte de los inocentes. Entre la pandemia del coronavirus y la epidemia del hambre, los gobernantes no tienen permiso para distraer un solo segundo ni un solo esfuerzo. Hay demasiada responsabilidad social en sus manos. Esta vez las noticias llegan desde el interior del interior. En Las Vertientes Chicas, 50 kilómetros al sur de Santa Victoria Este, hay duelo en la comunidad wichi por la muerte de otro niño, Ezequiel Pastor, de un año y tres meses de edad, quien después de un par de noches y días vomitando, murió deshidratado en la paupérrima vivienda familiar. Sus padres, silenciosos aborígenes de esta etnia castigada por el hambre y el olvido, viajaron los 50 kilómetros que los separa del hospital para avisar ahí que su hijo había muerto este miércoles.

«Lamentablemente el bebé, de un año y meses, de la comunidad de Las Vertientes, murió por deshidratación. Los padres avisaron al hospital que se había muerto en la casa, el chico estaba en control del agente sanitario, lo vio los primeros días de marzo, de acuerdo al registro, y tenía peso normal, no estaba en bajo peso, no sabemos de qué murió, aparentemente diarrea y deshidratación, los padres no saben decir qué le pasaba al niño, y no lo llevaron a que lo vea un enfermero, fueron al hospital cuando ya se había muerto», informó el Secretario de Servicios de Salud de la Provincia, Antonio de los Ríos.

En lo que va de esta semana dimos la noticia de la muerte de un niño de 1 año y medio de la comunidad wichi de Santa María y este miércoles falleció en su vivienda otro niño wichi de 1 año y 3 meses de Las Vertientes Chicas. Esta comunidad, ubicada 50 km al sur de Santa Victoria Este, es de las más pobres.

Pedro Lozano, secretario de Oras Públicas de la Municipalidad de Santa Victoria Este, comunicó la triste noticia en un grupo de Whatsapp que comparte con dirigentes y caciques, escrito en su idioma wichi: «Honahaji ta honatsi wet ileyej honat hanhafwaj iwen 1 año y medio ta lawet santa maria… Wet tajne honaj ileyej honat hanafwaj ta iwen un año y 3 meses ta lawet vertientes chica manej lampej matche ta otichunayaj aytaj ta ohanej mak ta naiñaj lawithay ta lales nem ichehen», donde expresa que esta semana falleció un niño de 1 año y medio por desnutrición de la comunidad de Santa María, y este miércoles falleció por la misma causa otro niño de 1 y 3 meses de Las Vertientes. Al ser consultado por El Tribuno, el referente y funcionario municipal Pedro Lozano dijo: «Hoy estuve con la familia de Ezequiel Pastor, el chiquito que murió. Los padres están muy tristes, no hablan mucho, pero me comentaron que estaba muy flaco y me mostraron a la hermanita de 6 años que está muy mal de peso y por eso ya quedó internada en el hospital de Santa Victoria». Agregó: «Acá se necesita más presencia de los agentes sanitarios para pasar la información a los médicos. La casa está a 50 km del hospital y no había forma de llegar. El niño tuvo mucho vómito, se deshidrató. Es gente que no tiene qué comer, la semana pasada estaban repartiendo bolsones por la zona pero no llegaron a esta comunidad. Pasa que hay dos comunidades que se llaman Las Vertientes, una que está al este de Santa Victoria Este y otra que está al sur. Esta es la que no recibe nada y donde más gente se muere».

El cacique de la comunidad, Eliberto Frías, denunció que «el agente sanitario no visita la comunidad hace dos meses aunque hace figurar que si visitó a la familia pero no vino».

«Si todos los wichis son pobres, en Las Vertientes Chicas son más pobres», destacó Lozano y finalizó: «Hay como 5 supervisores de los agentes sanitarios que no controlan que ellos hagan su trabajo. El gobernador tiene buenas intenciones pero en este punto se corta la cadena y todo falla».

Fuente: El Tribuno