En Paraná piden que se erradique la tracción a sangre
06/01/2015 MUNICIPIOSJóvenes procuran crear conciencia y abogan porque se contemple la inclusión social como parte del proceso
Se los ve periódicamente apostados en la esquina de la Municipalidad de Paraná, en Urquiza y Corrientes. Son pocos, pero con sus coloridos carteles logran llamar la atención de quienes transitan por el lugar. Su objetivo es juntar firmas para entregar a la intendenta Blanca Osuna para que definitivamente se erradique en la capital provincial la tracción a sangre.
En los letreros se pueden leer inscripciones que abogan para que esta problemática, que no se reduce solamente al maltrato animal, contemple también otras aristas, como la inclusión social. “Ni humanos excluidos ni caballos esclavizados”, reza una de las pancartas que el grupo de jóvenes exhibe en este vértice urbano.
La tracción a sangre es un tema que aún está pendiente en Paraná, aunque desde la comuna se están llevando adelante una serie de iniciativas que procuran revertir la situación. Se trata de un problema social complejo que demanda un cambio cultural profundo.
Su ejecución reviste una política integral que aborda diversos aspectos, como las cuestiones referidas al tratamiento de la basura, los recuperadores de residuos y la protección de los equinos.
En este marco, en octubre de 2013, la Municipalidad hizo entrega de los primeros ocho motocarros a los recuperadores de residuos incluidos en el programa Recuperadores de Derechos.
En 2014 se llevó adelante la segunda etapa de sustitución por motocarros, donde 10 familias más se capacitaron y se espera que en 2015, se complete un total de 38 familias de recuperadores de residuos.
Derechos de los animales
En su edición del 29 de diciembre, Diario UNO compartió el testimonio de Ramón Cavigioli, integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos de los Animales-Paraná, quien señaló: “Nos convocamos los sábados en la esquina que denominamos ‘de la liberación equina’ –Corrientes y Urquiza– donde pedimos por la prohibición de la tracción a sangre”.
En este marco, afirmó que “si la Municipalidad tomara la cuestión de la tracción a sangre como una política de Estado –como se hizo con las motos– podrían solucionar la situación de los humanos excluidos e insertarlos en la sociedad, porque en política todo es solucionable. Así resolvería lo de entre 500 y 800 carros –según la información de las distintas protectoras que entran a los barrios donde la Municipalidad no entra. Ellos hicieron un relevamiento de carros que no es completo. Los tiempos y los medios los maneja la política y el Estado, y se puede hacer. Lucharemos para que no sea una gota en el océano. En los medios nacionales se vendió como que Paraná solucionó el problema de los carros y no es así”