En Perú construyen árboles metálicos para reducir la contaminación

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En Perú instalaron dos de estas máquinas pero estiman que se tienen que construir otras 400 para reducir la contaminación que es cuatro veces superior a lo recomendado.

No tiene tronco, ramas ni hojas, pero esta máquina de una tonelada de acero y cinco metros de altura puede replicar el trabajo de cientos de árboles: purificar el aire en una de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica.

Uno de sus inventores, un ingeniero retirado de la Marina peruana, asegura que sembrar estos «súper árboles» en las calles de Lima con más emisión de dióxido de carbono podría ser el camino para frenar la creciente contaminación en la capital de Perú.

«Es un purificador gigante de aire, que atrapa C02 como lo harían 1.200 árboles en un día de operación», ha asegurado a Reuters Jorge Gutiérrez, frente a la caja metálica de forma rectangular.

El funcionamiento de la máquina parece compleja, pero para el experto es muy sencillo, pues sigue los principios de la naturaleza.

El árbol de acero aspira aire contaminado por unas rejillas y tras un proceso con agua, la materia tóxica queda atrapada en la máquina para devolver oxígeno limpio, explica.

«El secreto está en reproducir lo que hace de forma natural la naturaleza para limpiar el aire», afirmó Gutiérrez.

La empresa que dirige ya instaló dos máquinas en Lima, que alberga un tercio de la población del país, pero es necesario construir 400 para reducir la contaminación en la ciudad, que en diciembre será sede de una cita mundial organizada por Naciones Unidas para hablar sobre cómo contener el calentamiento global.

Según el experto, un «súper árbol» puede purificar la cantidad de oxígeno que respiran unas 20.000 personas al día.

Gutiérrez sostiene que la máquina opera a bajo coste, ya que sólo emplea 60 litros de agua y energía eléctrica, con un gasto de seis dólares diarios, el consumo similar al de una aspiradora industrial.

Su construcción cuesta en torno a 100.000 dólares y su operación podría mantenerse con la publicidad de empresas, ha asegurado.

La máquina atrapa partículas de plomo, cadmio, amianto, cromo y caucho que se desprenden de las llantas de vehículos; y hasta bacterias, gérmenes y hollín de restaurantes, ha detallado.

Ciudad contaminada

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Lima es una de las urbes más contaminadas de Latinoamérica.

El mayor generador de gases tóxicos en la ciudad es su viejo parque automotor que, sumado a las condiciones climatológicas, no permite reducir la contaminación, según explica el especialista en gestión ambiental del Ministerio del Ambiente Eric Concepción.

«Estamos en una zona desértica, sin lluvias que laven o atrapen los gases contaminantes», ha señalado el experto a Reuters.

Concepción ha asegurado que la calidad del aire ha mejorado en Lima debido a acciones como elevar la calidad de los combustibles, pero todavía no alcanza los niveles óptimos recomendados.

El material contaminante en el aire de Lima -como polvos, sulfatos, amoniaco, carbón, dióxido y monóxido de carbono-, excede más de cuatro veces lo permitido por la OMS, ha afirmado.

Frente a una de las máquinas de acero, algunas personas miran incrédulas. Otras se animan a ingresar a un cubículo al costado del aparato para respirar el aire descongestionado.

«La gente aún no toma conciencia de que los gases tóxicos generan cambio climático. Y esto es urgente; mañana quizá no haya quien nos lo tenga que contar», dijo Antony Esquivel, un joven de 19 años mientras aspiraba el aire limpio del árbol metálico.

Fuente: Uno, Mendoza