En Rojas, con residuos de marlos y chalas, generarían energía

Rojas. En provincia de Buenos Aires, funciona una semillera de Monsanto similar a la que se intenta construir en Córdoba (Ramiro Pereyra / Archivo).

Rojas. En provincia de Buenos Aires, funciona una semillera de Monsanto similar a la que se intenta construir en Córdoba (Ramiro Pereyra / Archivo).

La cooperativa eléctrica de la ciudad bonaerense proyecta instalar un generador alimentado por desechos de la planta procesadora de semillas. Si se aplicara en Córdoba una iniciativa similar, podría alcanzar para abastecer de luz a Malvinas Argentinas.

En la ciudad bonaerense de Rojas, donde la empresa Monsanto tiene una planta productora de semillas similar a la que por ahora no podrá seguir construyendo en Malvinas Argentinas, la Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Rojas (Clyfer) proyecta instalar una generadora que se alimentará con marlos y chalas, que constituyen el residuo de la planta.

Lo que para algunos es un problema, para otros es una solución: son los mismos marlos, chalas y granos desechados sobre cuyo destino, según la Secretaría de Ambiente de Córdoba, Monsanto no dio mayores precisiones.

Es uno de los puntos principales por los que Ambiente rechazó el estudio de impacto ambiental de la empresa. Se calcula que esos desechos sumarán casi 250 toneladas diarias.

Nadie debería confundirlos con basura. Son residuos. Pueden servir para varias cosas: desde integrar alimentos balanceados hasta servir de fertilizantes (el marlo contiene fósforo y potasio y no estaría nada mal devolverlos a los campos). Pero también pueden servir para generar electricidad, como en Rojas.

Biomasa

Miguel Piedecasas, presidente de Clyfer, explica que el proyecto de instalar un generador alimentado por biomasa tiene unos tres años, cuando la cooperativa se presentó, entre muchos otras instituciones de todo el territorio bonaerense, a una convocatoria de la Provincia de Buenos Aires para proyectos de energía limpia.

Resultó seleccionado y desde entonces aprobaron las dos instancias –de prefactibilidad y de factibilidad–, que exigen el cumplimiento de requisitos jurídicos, económicos y financiero, incluido un estudio de impacto ambiental.

“Ahora estamos en una instancia de trabajo con la Dirección de Energía de Buenos Aires, la distribuidora Eden y otros partícipes. La ley prohíbe que nosotros, que somos distribuidores de energía, seamos también generadores. Así que, entre otras cosas, tenemos que conformar, con otros socios, una personería jurídica diferente que es la que llevará adelante el proyecto y operará la planta”, explica Piedecasas.

Seis o siete megavatios

El dirigente cooperativo estima que la planta generará entre seis y siete megavatios, lo que alcanzaría para abastecer a “entre 30 y 40 por ciento” de Rojas, una ciudad de algo más de 30 mil habitantes.

Transpolando: la planta de Monsanto en Malvinas Argentina –proyectada para ser más grande que la de Rojas– podría alimentar con sus residuos una generadora capaz de abastecer la totalidad de Malvinas Argentinas, que cuenta con unos 13 mil habitantes.

 

Marlos y chala, biomasa para procesar, sin daño ambiental

La Cooperativa de Luz y Fuerza Eléctrica de Rojas promueve el uso de los residuos de Monsanto para la generación de energía.

No obstante, Miguel Piedecasas, presidente de Clyfer, explica que el generador no sólo se alimentará de los residuos de Monsanto sino también de los de otros molinos.

Los marlos de la planta serán el mayor insumo, con mucha diferencia respecto de otros procesadores de semilla. La cooperativa ya tiene vistos algunos predios en Rojas en los cuales desarrollar el proyecto.

Necesita unas cinco hectáreas. En este negocio, la cercanía al lugar en que se concentran los residuos es clave, porque el logístico es el mayor costo, por lejos.

Para el proveedor de los marlos y la chala, es una enorme ventaja, porque encuentra con facilidad qué hacer con los residuos.

Es así que el valor al que vende la biomasa es relativamente bajo, el suficiente para costear el tratamiento de los residuos, que debe cumplir ciertos requisitos para ser quemados en el generador.

Inversión y plazos

“Se hace un contrato de provisión a 15 o 20 años, porque la inversión es grande”, dice Piedecasas.

El directivo de la cooperativa de Rojas agrega, además, un dato importante: Piedecasas asegura que la quema de los residuos no arroja al aire residuos agrotóxicos.

“Esto es energía limpia”, sostiene, respecto del procesamiento de residuos en Rojas.

Fuente: La Voz de Córdoba