En un año se hicieron más de 200 multas por dañar el arbolado público en Rosario

Las penas van de los 20 mil a los 2,2 millones de pesos. Las denuncias de los vecinos juegan un papel clave

Las penas van de los 20 mil a los 2,2 millones de pesos. Las denuncias de los vecinos juegan un papel clave

El alerta llegó a la Secretaría de Control y Convivencia del municipio y advertía que un grupo de albañiles estaban cortando las raíces de un plátano enorme en 9 de Julio al 3600. Dos días después, el llamado ya advertía sobre lo inevitable: el árbol se había desplomado en plena calle, cruzando la calle de vereda a vereda. El año pasado, los agentes municipales intervinieron en cientos de casos similares. Y se labraron unas 200 actas de infracción por daño al arbolado urbano, una infracción que si bien se castiga con multas importantes, que pueden llegar a los 2,2 millones de pesos, se repite con frecuencia.

Los beneficios del arbolado público son bien conocidos: dan sombra, reducen el impacto del sol y calor, mitigan los niveles de ruido, absorben contaminantes y mejoran la calidad del aire, dan identidad y belleza a calles y barrios. Sin embargo, estos ejemplares no siempre son bien apreciados.

Los vecinos de 9 de Julio y San Nicolás que la semana pasada se movilizaron para intentar salvar el plátano ubicado frente a una construcción en el 3602 de esa calle lo cuentan en primera persona. El penúltimo día de marzo se despertaron por el estruendo que hizo el árbol al caer en plena, sobre un contenedor de residuos.

De acuerdo a los registros del municipio, el 28 de marzo en la Secretaría de Control se recibió la denuncia de los vecinos que advertían por el corte de raíces del ejemplar. En esa oportunidad, los inspectores constataron que la tarea no estaba autorizada y labraron un acta de infracción.

Dos días después, los agentes volvieron al lugar, esta vez para constatar la caída del ejemplar. Y volvieron a rellenar otro formulario de multa. Ambos documentos están ahora en manos del Tribunal Municipal de faltas que deberá establecer la sanción económica que cae sobre quienes realizaban los trabajos o sobre los titulares del edificio frentista.

Según indicaron voceros del tribunal, la sanción por la extracción sin permiso del ejemplar podía costar entre 185 mil y 738 mil pesos.

Multas repetidas
De acuerdo a los registros del Tribunal Municipal de Faltas, durante el año pasado se recibieron unas 200 actas de infracción por distintos tipos de daños al arbolado público. Los jueces municipales juzgaron y sancionaron a 120 personas, en el resto de los casos los demandados no se presentaron, por lo cual pueden ser juzgados en rebeldía, o no se pudo constatar que hayan sido los causantes del daño.

Lo cierto es que 120 personas o empresas fueron multadas por afectar el arbolado urbano.

En su artículo 177, el Código de Convivencia del municipio sanciona «las acciones de personas no autorizadas sobre el arbolado público que impliquen efectuar cortes, despuntes, podas aéreas o radiculares, talarlo, destruirlo o causar daños que impidan su recuperación», incluyendo la incisión anular (eliminación de corteza en ramas o troncos), la aplicación de sustancias tóxicas y otras prácticas nocivas.

Asimismo, establece que las multas podrán aplicarse sobre la persona que realiza la infracción, los titulares del inmueble frentista al ejemplar dañado, las empresas constructoras o los profesionales a cargo si existiera una obra en construcción en marcha o las personas locatarias o con derecho de habilitación del inmueble, si se tratara de un emprendimiento comercial o una institución.

Las sanciones económicas se establecen de acuerdo al tamaño del ejemplar y el porcentaje estimado del daño. De esta forma, las más económicas son de 20 mil pesos y en el caso de afectaciones mayores llegan hasta los 2,2 millones de pesos.

Entre las multas más leves figuran el corte de hojas o ramas de un ejemplar; las más graves implican la extracción de árboles añosos sin un permiso municipal que avale los trabajos.

Cuidadores, se buscan
En las ciudades, el arbolado público aporta oxígeno al aire, protege de los rayos ultravioletas, regula la temperatura y humedad ambiental, filtra la contaminación sonora, disipa la fuerza de los vientos y mejoran el paisaje urbano; además de otorgar una sensación de bienestar, embellecer las calles y destacar la identidad o acentuar el valor patrimonial de barrios o corredores urbanos.

De acuerdo a datos del municipio, Rosario tiene aproximadamente 420.000 árboles en veredas y espacios verdes públicos. Los árboles son los principales aliados para enfrentar el efecto de «islas de calor urbanas» que se crean por las grandes extensiones de asfalto que cubren las ciudades, generando una temperatura mayor en estos centros que en sus alrededores.

En marzo del año pasado, en el marco del plan de gestión del arbolado, la Municipalidad lanzó una propuesta para que instituciones y particulares puedan ofrecerse para cuidar de los árboles ubicados en las veredas o espacios verdes. La iniciativa fue bautizada como «Árboles de Rosario, programa de cuidadores y cuidadoras» y busca contribuir con la conservación y el cuidado de árboles en veredas y espacios públicos.

La primera institución en sumarse a la iniciativa fue la Escuela Madre Cabrini, que se comprometió a cuidar los nuevos árboles plantados en la plaza López, ayudando con el riego, durante su primer año de vida.

Fuente: La Capital