Entregaron el Nobel de la Paz

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El cuarteto tunecino para el diálogo recibió el máximo galardón sueco.

Un cuarteto para el diálogo nacional tunecino recibió ayer el Premio Nobel de la Paz por haber salvado la transición democrática en Túnez mediante el diálogo, un método que los galardonados quisieran ver aplicado en Siria y Libia.

«Hoy tenemos una necesidad enorme de diálogo entre las civilizaciones y de una coexistencia pacífica, respetando la diversidad y la diferencia. Hoy necesitamos hacer de la lucha contra el terrorismo una prioridad absoluta», declaró Houcine Abassi, secretario general del sindicato Ugtt, parte del cuarteto.

La presidenta del comité Nobel, Kaci Kullmann Five, entregó el prestigioso galardón (un diploma, una medalla de oro y un cheque de 8 millones de coronas suecas, algo más de 863.000 euros) al cuarteto formado por la Ltdh, el poderoso sindicato Unión General del Trabajo (Ugtt), la organización patronal Utica y la Orden Nacional de Abogados.

Las cuatro organizaciones contribuyeron a afianzar la frágil democratización de Túnez en 2013, al organizar un largo y difícil «diálogo nacional» entre islamistas del partido Ennahda y sus opositores.

Túnez fue cuna de la Primavera Árabe en 2011.

Ayer también se entregaron los otros premios en las otras disciplinas (literatura, química, medicina, física, economía) en Estocolmo.

Sometida a estrictas medidas de seguridad, la ceremonia se celebró en el Ayuntamiento de Oslo en presencia del rey Harald de Noruega y del Gobierno noruego.

Túnez, bajo la amenaza yihadista

Túnez, cuna de la Primavera Árabe en 2011, logró su transición política mientras que, a su alrededor, el movimiento se transformó en caos en Libia, Yemen y Siria, y la represión regresaba a Egipto.

Houcine Abassi, secretario general del Ugtt, denunció “los actos terroristas bárbaros y llenos de odio” perpetrados en los últimos meses en Túnez y en todo el mundo, desde París hasta Beirut y desde Sharm el Sheij hasta Bamako.

“Por ahora Túnez es una excepción entre los países de la Primavera Árabe, pero no significa que esto no pueda ser imitado en otros países”, opinó Abassi.

“Las diferencias, sea cual sea su naturaleza, siempre pueden superarse mediante el diálogo”, añadió Fadhel Mahfoudh, presidente de la Orden de Abogados.

Pero el proceso de democratización sigue siendo frágil ante la amenaza yihadista. Las autoridades decretaron, por segunda vez este año, el estado de emergencia a raíz de un atentado suicida reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), en el que murieron 12 miembros de la guardia presidencial, el 24 de noviembre.

Antes de este atentado, Túnez ya había sufrido dos ataques sangrientos en 2015: el de marzo contra el museo del Bardo de la capital con un saldo de 22 muertos y otro en junio cerca de Susa, donde murieron 38 turistas.

Fuente: El Tribuno, Jujuy