Por un escándalo no volvió a sesionar el Concejo de Sastre

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Ruptura en la conducción local. Una doble interpretación del reglamento impidió elegir autoridades. Hoy hay dos presidentes y tensión extrema en los bloques.

Sin soluciones a la vista, hace unos días se inscribió un nuevo capítulo en el conflicto político que impide la conformación del Concejo de Sastre. A raíz de las disidencias planteadas para concretar la sesión preparatoria un detalle técnico derivó en un largo conflicto político con ribetes de escándalo, que impide el funcionamiento institucional del cuerpo.

El proceso para elegir autoridades tiene dos relatos distintos, según los argumentos de las fuerzas que conforman el Concejo, que llevaron a que el organismo tenga hoy dos presidentes y una ruptura entre las facciones políticas que no permite sesionar.

Todo comenzó en la reunión preparatoria que comenzó el 2 de diciembre de 2015 y que, tras un cuarto intermedio, culminó el 4 de ese mes. En esa sesión se analizaron y aprobaron los diplomas de los tres ediles electos y luego se eligieron las autoridades a través del voto de los integrantes. Ante el empate de los candidatos a presidir el cuerpo, el concejal Albino Moreno (Frente para la Victoria) asumió que, tal como lo indica el reglamento, al ser el miembro de mayor edad era quien presidía esa sesión y desempató usando el doble voto a su favor.

Según el bloque del FpV, los ediles Oscar Calgiero, Susana Bruno y Edgardo Figueroa del Frente Progresista (FPCyS), «luego de ver el resultado de la elección se retiraron del Concejo, negaron esa sesión y por eso no se pudo tomar juramento a los ediles entrantes».

Controversias. Al inicio de la sesión del jueves 10 de diciembre, en la que debían jurar y asumir los ediles, Bruno y Figueroa del FPCyS y Moreno del FpVEM comenzaron las intensas discusiones sobre quién debía presidir la sesión. Aún la entonces presidenta del cuerpo, Paola Lemos (FpV), no había delegado su mandato pero se puso en dudas si el mismo ya había concluido. Fue entonces cuando el ingresante Moreno reclamó el cargo ya que así se había votado en la sesión preparatoria. Ello consta en un acta firmada por la secretaria del cuerpo y en el audio de la sesión.

Esa situación fue negada por Cagliero quien desconoció la votación y reclamó la presidencia por ser el edil de mayor edad en funciones. En ese contexto la tensión fue en aumento y se sumaron a la discusión los concejales salientes y quienes deben jurar por sus respectivas bancas: Moreno, Bruno y Figueroa.

Luego de más de una hora de acalorada discusión, gritos, chicanas y hasta amenazas cruzadas y ante un público azorado por la situación, la sesión pasó a un cuarto intermedio por la imposibilidad de realizar la ceremonia de asunción.

Ese mismo día asumió la intendenta electa, María del Carmen Amero (FPCyS), ante el edil Cagliero, quien fue proclamado al frente de la presidencia del Concejo por su bloque, por ser el edil de mayor edad en funciones. El 23 de diciembre, Moreno utilizó el mismo método para jurar y tomar posesión del cargo de concejal: lo hizo ante escribano público y sus pares Reccia y Galliano.

Hace dos semanas Cagliero convocó a una reunión preparatoria previa a la apertura de sesiones ordinarias. Como los justicialistas no reconocen la autoridad de Cagliero no asistieron a la cita por lo que el líder del bloque del FPCyS, acompañado por un asesor jurídico, sus pares de bloque, la intendenta e integrantes del Ejecutivo, efectuó una sesión simbólica sin quórum, en la que convocó a una nueva reunión para hoy martes.

«Esperemos que en la próxima podamos hacer la sesión y así tener el Concejo al servicio del pueblo», afirmó Cagliero, quien anticipó sanciones, y dijo que convocará a la fuerza pública para el caso de que se repita la inasistencia del bloque opositor.

«Calamitoso». En la reunión Cagliero repasó junto a su asesor hechos que consideró «calamitosos» entre los que mencionó que «el edil Reccia le tomó juramento al concejal Moreno, en un acto que roza lo ilícito, ya que no había quórum y estaban sólo Reccia, Galliano y Moreno. No fueron notificados los demás ediles electos ni yo, como concejal en función».

En ese marco, indicó: «el Concejo es un órgano colegiado, está integrado por varios miembros y todos tienen que participar y estar enterados de lo que ocurre. Esa toma de juramento fue un acto furtivo a escondidas de los ediles, y peor aún, a espaldas del pueblo».

Por su parte Moreno y su bloque, aseguran que «pese a los reiterados llamados a la reflexión los ediles oficialistas hicieron caso omiso y continúan en la postura de negar lo legalmente actuado produciendo así un golpe institucional». «Esto lesiona a la democracia y a nuestra población», indicaron desde el bloque opositor y aseguraron que recurrirán al Tribunal Electoral para reclamar por sus bancas y, en su caso, no descartan judicializar el asunto.

Fuente: La capital, Rosario