España: A dos meses de haber ganado, Sánchez no logra formar gobierno

El presidente de España necesita de acuerdos para ser investido y corre contrarreloj. Ayer fracasó una cumbre con su aliado natural, Pablo Iglesias.

El presidente de España necesita de acuerdos para ser investido y corre contrarreloj. Ayer fracasó una cumbre con su aliado natural, Pablo Iglesias.

A casi dos meses de haber ganado las elecciones que lo convirtieron en el candidato más votado pero sin la mayoría necesaria para ser automáticamente investido presidente de España, el socialista Pedro Sánchez sigue buscando sin resultados los acuerdos políticos para lograr los apoyos que necesita para que el Congreso de los Diputados lo nombre, por segunda vez, jefe de gobierno.

Desde que ganó, el socialista coquetea con el escenario de negociar los apoyos necesarios pero no ha podido plasmarlo. El resquebrajamiento del mapa de partidos complica las negociaciones que Sánchez pretende entablar a uno y otro lado del tablero. Porque la suma de los 123 diputados del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) más los 42 que obtuvo Pablo Iglesias (Unidas Podemos), el aliado más lógico del socialismo, no alcanzan para lograr la mayoría de 176 escaños —la mitad más uno de los 350 miembros del Congreso de los Diputados— que convertiría a Sánchez en presidente.

Ayer, encima, la cumbre que Sánchez celebró con Iglesias terminó de manera negativa. Ambos confirmaron el bloqueo de las negociaciones al término de un encuentro que mantuvieron en La Moncloa.

Según la información aportada por los socialistas, la cita duró solo una hora y ambos líderes se han reafirmado en sus posiciones, pero con mayor dureza. Tanto que Iglesias avisó a Sánchez de que no descarta votar en contra en su investidura, han informado fuentes del PSOE.

El presidente le advirtió a su vez de que irá al debate en julio con o sin apoyo de Unidas Podemos. El partido de Iglesias matiza que el debate no está en qué votarán en la investidura, algo que decidirán los inscritos en una consulta, sino en la indecisión de Sánchez entre apostar por una alianza de izquierdas, como reclama Iglesias, o mirar a la derecha para buscar la abstención de Ciudadanos o PP.

Un voto negativo de Podemos conduciría a una investidura fallida, salvo que se abstuvieran los partidos de Pablo Casado y Albert Rivera, porque los 42 votos de Unidas Podemos son fundamentales. Fuentes de Podemos constatan el bloqueo y señalan que «el PSOE no ha decidido si quiere un acuerdo con la izquierda o con la derecha para sacar adelante la investidura».

En julio, posiblemente la segunda o tercera semana, empezaría así a correr el reloj y en dos meses alguien tendría que ceder o habría una nueva convocatoria electoral.

La tensión es máxima entre ambos líderes y ninguno de los dos parece dispuesto a rebajar sus límites. Sánchez, según fuentes socialistas, ha reiterado su oferta de un Gobierno de colaboración con cargos intermedios que Iglesias ha vuelto a rechazar.

Esta vez le añadió la posibilidad de crear una comisión de seguimiento del acuerdo. Pero la discusión fundamental está en la entrada o no de ministros de la formación de Iglesias, que el socialista no quiere.

«No vamos a entrar en disputas sobre sillones grandes o sillones pequeños. Si el PSOE mira a la izquierda, estamos disponibles para iniciar, cuanto antes, una negociación seria para lograr un programa social que ponga en el centro los derechos sociales y medioambientales y un Gobierno de coalición estable», aseguraron fuentes de Podemos tras la reunión.

«Hemos transmitido al candidato del PSOE que debe decidirse y que España necesita un Gobierno estable y de izquierdas, y que la ciudadanía merece claridad y certidumbres respecto al proyecto de gobierno que se tiene para el país. Por nuestra parte encontrarán siempre esa claridad», han explicado las mismas fuentes.

El modelo sigue siendo el mismo, el que han alcanzado los dos partidos en varias comunidades autónomas. «Queremos acuerdos claros, como los que hemos conseguido con el PSOE y otras fuerzas en varias comunidades autónomas».

Fuente: La Capital