Este finde, Fiesta del Mote en Huinganco
Este 10, 11 y 12 de noviembre podremos vivir las costumbres y tradiciones que forjaron la vida productiva y gastronómica de esta parte del norte neuquino.
09/11/2017 FIESTAS Y CONGRESOSEste 10, 11 y 12 de noviembre podremos vivir las costumbres y tradiciones que forjaron la vida productiva y gastronómica de esta parte del norte neuquino.
Esta fiesta resulta la combinación perfecta para recordar, revalorizar, hacer conocer, rescatar y transmitir muchas de las costumbres y tradiciones que han forjado la vida productiva y gastronómica de este pueblo del norte neuquino.
¿Por qué del mote? Porque el trigo y sus derivados son una tradición que dio vida y mantuvo por generaciones a Huinganco, siendo el mote la principal. La palabra mote hace referencia al grano de trigo o maíz hervido y pelado, que se usa principalmente para elaborar un refresco, que quizás parezca simple pero no por eso deja de ser exquisito y sabroso.
Además de proporcionar valores energéticos y nutritivos tales como: hidratos de carbono, proteínas, fibra y minerales. No siempre se necesita innovar para obtener un plato que deleite el paladar, a veces solo basta con rescatar nuestras tradiciones, el mote es parte de estas. En nuestro pueblo el mote es más que una tradición, es un alimento que forma parte de la dieta diaria de los pobladores, convirtiéndose en un plato principal en fiestas o reuniones populares.
Si bien, en varias partes del mundo se cocina el mote, en Huinganco se practica una receta particular que lo hace único e irresistible.
La receta consta de los siguientes pasos:
Ingredientes: grano de trigo y ceniza.
Pasos: Se pone a hervir el grano de trigo en legía (un compuesto de ceniza y agua). Una vez que el grano comienza a pelarse, se saca y se lava con agua fría. Cuando está totalmente limpio se pone a hervir durante una hora aproximadamente. Finalmente se cuela y se deja enfriar.
Preparación: la bebida se prepara con mote, agua fría y azúcar a gusto. En algunos casos suele acompañarse con huesillos.
Históricamente el mote forma parte de la dieta de los huinganquinos, aunque con el paso del tiempo se fue perdiendo la preparación del mismo. Hoy en día son pocas las cocineras que realizan esta receta, pero cuando lo hacen no solo se consume a nivel familiar, sino que es éxito en ventas. Basta con comunicar “en la casa de tal se vende mote” para que al instante se llene de potenciales compradores.
La tradición marca la forma de prepararlo, pero también lo hace para los pasos previos. Desde siempre el trigo fue y es un sinónimo de crecimiento. El sembrado, cuidado para su crecimiento, cosecha y productos finales son pasos que en Huinganco han existido desde tiempos remotos. Como producto final no solo puede ser mencionado el mote, sino el ñaco, catutos, caña dulce, recaudo de trigo, pantrucas y el tan ansiado pan.
Cada comida posee una forma particular de preparado, como así un sabor único. En cuanto a la siega y cosecha, la tradición marca un punto de unión y razón para una fiesta popular. Para segar se juntaban los vecinos cercanos al campo, para colaborar en cortar el trigo. Una vez cortado y juntado en una era, se juntaba la gente del paraje, de los pueblos vecinos y todo el que se enteraba del acontecimiento. Cada uno asistía con su caballo listo para la tarea.
El trigo se amontonaba en una era y comenzaba la “trilla”. Mientras una cantora popular alzaba su canto desde la cima del trigo, los lugareños giraban en círculos sobre el trigo, para separarlo de la espiga. Por costumbre, debajo del trigo solía ponerse una damajuana de vino, para beberla una vez terminada la tarea. Dependiendo de las dimensiones de la era, y de la cantidad de trigo era la cantidad de jinetes dentro de la trilla, el resto esperaba a fuera su turno, jugando al truco o la taba, bailando la cueca, haciendo el asado o con la tarea de juntar las espigas. Hermosos momentos los que se podían vivir alrededor del trabajo y la alegría por contar con un elemento tan vital como el trigo. Luego venía el disfrutar de cada plato que se puede elaborar a partir del preciado fruto.
“Revalorizar las costumbres y hacerlas conocidas para las generaciones nuevas, así como para los turistas es un objetivo que la gestión presente se propuso en su campaña, y el trigo y sus derivados son una tradición que dio vida y mantuvo por generaciones al pueblo de Huinganco”, comentó Simón Herrera, secretario de Gestión de la municipalidad de Huinganco a “Río Negro”.