Europa ordena una misión militar contra el tráfico de migrantes

Fuga en masa. Un precario barco de madera repleto de migrantes rescatado frente a Libia el pasado 14 de mayo.

Fuga en masa. Un precario barco de madera repleto de migrantes rescatado frente a Libia el pasado 14 de mayo.

Crisis humanitaria en el Mediterráneo. La fuerza naval incluso podrá atacar los barcos destinados al traslado ilegal de personas cuando están siendo preparados.

 

Después del pico de muertes de migrantes en el Mediterráneo en abril —hubo más de 800 en un solo naufragio— la Unión Europea (UE) acordó establecer una operación militar contra los traficantes de personas que incluye intervenciones militares en puertos o territorio libio. Esta opción, sin embargo, solo es la última de un abanico de alternativas. Italia, el país más afectado por la ola migratoria, tendrá el mando de la misión militar. Libia, de donde parte la mayoría de los migrantes, es un país sin Estado, con una docena de «gobiernos» locales o regionales en manos de diversas milicias, algunas afiliadas al Estado Islámico.

«Se acaba de tomar una decisión para establecer una operación naval contra el modelo de negocio de los traficantes y redes en el Mediterráneo», tuiteó la responsable de Política Exterior del bloque, la Federica Mogherini. Italia es el país más directamente afectado por el flujo de migrantes, dado que se encuentra frente a Libia (ver infografía).

Los ministros de Exteriores y Defensa de la UE aprobaron un plan de tres fases. En una primera etapa, se utilizarán todos los instrumentos de reconocimiento disponibles, como satélites y drones, para estudiar las actividades de los traficantes. Tras esta etapa, la UE comenzará a registrar y confiscar las embarcaciones de traficantes en el mar. En tercer lugar podría haber intervenciones militares en puertos o en territorio libio.

Para poner en marcha la segunda y tercera fase serán necesarias resoluciones adicionales y se hará de acuerdo con la legislación internacional, además de consultarse previamente con las autoridades libias. Algunos de estos planes dependerán también de la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU. «No he visto gran resistencia política», dijo Mogherini respecto de las conversaciones que ha tenido con los representantes del Consejo de Seguridad. La aprobación oficial de la operación se concretará el 22 de junio, durante el próximo encuentro de los ministros de Exteriores de la UE. «Sabemos que la misión no elimina el problema de los refugiados», señaló por su parte el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, que aseguró que la UE debe ocuparse de todos modos del tráfico ilegal de migrantes.

El documento elude las principales trabas a las que se enfrentaba la idea de destruir los barcos destinados al transporte de migrantes antes de emprender el viaje. El texto no menciona la destrucción, «un término que puede dificultar el necesario aval del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas», aunque contempla «todas las medidas necesarias contra un barco o activos relacionados, incluido deshacerse de ellos o hacerlos inservibles». En cualquier caso, esa facultad para «deshacerse» de los barcos de los contrabandistas de personas será la tercera fase de la operación. «La destrucción de buques se hará en esa tercera fase. Es verdad que el texto que aprobaron los jefes de Estado y de gobierno hablaba de destrucción de barcos. Hemos tenido un debate y se ha acordado la búsqueda y captura de los barcos, porque lo importante no es tanto la destrucción como que se puedan inutilizar», ha señalado Mogherini. Antes de esta tercera fase hay dos, para las que la UE no necesita el mandato de la ONU y que ya puede poner en acción. Consisten en identificar las redes de traficantes, recabar información y patrullar aguas internacionales. Claro que sería alarmante que las diversas naciones mediterráneas afectadas no hubiesen desarrollado ya estas actividades preventivas, sin necesidad de esperar una autorización de la UE. De hecho, ya existe una misión europea naval, la Frontex, que suma naves y aviones de diversas naciones. Luego del desastre humanitario de abril, esta misión fue reforzada de urgencia, sumando presupuesto y buques británicos y de otras naciones.

«La destrucción de buques se hará en esa tercera fase. Es verdad que el texto que aprobaron los jefes de Estado y de gobierno hablaba de destrucción de barcos. Hemos tenido un debate y se ha acordado la búsqueda y captura de los barcos porque lo importante no es tanto la destrucción como que se puedan inutilizar», ha señalado Federica Mogherini, la alta representante para la Política Exterior Europea. La base de esta misión, que por ahora tendrá un mandato de 12 meses, estará en Roma y será liderada por el contraalmirante italiano Enrico Credendino. Se estima que la operación tendrá un costo de 11,82 millones de euros (13,4 millones de dólares) para la fase inicial, de dos meses.

Se cree que el 80 por ciento del tráfico de personas en el Mediterráneo parte de Libia. Tan solo en los primeros cuatro meses de este año han perecido 1.780 migrantes, según estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Fuente: La Capital, Rosario