Existen más de 3.600 hectáreas abandonadas en el Valle de Río Negro y Neuquén

Lo revela un reciente informe elaborado por Nación. Una nueva radiografía de la crisis frutícola regional.

Lo revela un reciente informe elaborado por Nación. Una nueva radiografía de la crisis frutícola regional.

Un reciente documento estadístico, de más de 40 paginas, elaborado por la secretaría de Agroindustria de la Nación, revela que en la región del Valle de Río Negro y Neuquén existen en estado de abandono (explotaciones irrecuperables) 3.650 hectáreas.

Cabe destacar que el relevamiento frutícola surge a principios de 2016 como una demanda del sector productivo. En la primera etapa, que comenzó en noviembre de 2017 y finalizó en abril de este año, se relevaron 39.600 hectáreas. La segunda fase de trabajo comenzó en agosto de 2018 y se llevan censadas otras 15.400 hectáreas que no están contempladas en este informe.

Algunos de los datos que surgen de esta enorme base estadística son realmente dramáticos. La superficie abandonada es uno de ellos. En cualquier país del hemisferio sur, competidor del Valle, estas hectáreas producirían alrededor de 200.000 toneladas de fruta embalada, generando ingresos por más de 200 millones de dólares al año.

Otra de las variables para prestar atención, al margen de las que se mencionan en los recuadros adjuntos, es la composición etaria del universo productivo. El 75% de los chacareros que hoy están dentro del sistema nacieron antes del año 1970, lo que quiere decir que tienen más de 48 años. El 58%, antes de 1960, y sólo el 5% de los productores llegaron a este mundo después de 1990 lo que equivale a decir que tienen menos de 28 años. Claramente, no existe un recambio generacional en el sector.

Si bien toda está información muestra la “foto” de la actividad durante 2016, no hay que dejar de ver la “película” para entender porque la fruticultura del Valle padeció en estos últimos años la peor crisis de su historia. La información que existe en este documento es de suma importancia para poder comenzar a analizar las posibles salidas a la crítica situación que atraviesa el sector. El informe presentado, es sólo un inicio.

Sin crédito para renovar maquinaria
Cuando en fruticultura se habla de competitividad, la maquinaria no queda fuera de la conversación. Un tractor de última generación puede llegar a bajar sensiblemente los costos en una explotación. Lo mismo ocurre con las pulverizadoras u otro tipo de maquinarias. Pero el tractor es la herramienta referencial para un productor. Las explotaciones del Valle muestran un profundo deterioro en el indicador de competitividad de sus maquinarias. El 44% del total de los chacareros de la región de Río Negro y Neuquén cuenta con tractores trabajando en sus chacras comprados anteriores al año 1980. Es muy difícil logra competitividad partiendo de esta base.

Para poder modificar este escenario, es imprescindible para el productor contar con financiamiento. Pero hoy las tasas que impone el mercado hacen inviable este tipo de operaciones. Hay que señalar que las empresas que se encuentran integradas tienen gran parte de su parque de maquinaria mucho más actualizado que aquellos productores que son independientes.

El sistema comercial, también en estudio
El tema comercial sigue presentando grises que no terminan de convencer a muchos de los productores. Varios de ellos, consultados por este medio, aseguran que la ineficiencia de los servicios que prestan las empresas (empaque, frío y comercialización) se traslada a la fruta que ellos entregan.

El trabajo de Agroindustria señala sobre el segmento comercial que más del 60% de los productores entrega su fruta a dos empresas.

El trabajo refleja también que el 36% recibe la liquidación final entre los seis y doce meses de haber entregado su fruta y el 27% después de los doce meses. Asimismo, el 59% de los productores tienen a la empresa empacadora como principal forma de comercialización de su fruta.

Sólo el 4% utiliza el asesoramiento del INTA
Uno de los puntos que llama la atención de este importante informe es el rol que tiene el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) dentro del sistema frutícola de Río Negro y Neuquén. Según la estadística oficial sólo el 4% de los productores utiliza la institución como tipo de asesoramiento externo. El valor pareciera bajo en relación al presupuesto que tiene asignado el organismo nacional y la infraestructura con la que cuenta destinada para el sector frutícola. Cuando la pregunta se orienta específicamente al asesoramiento sanitario, el 7% de los productores señalan que consultan a la institución.

La encuesta destaca por otra parte que el 64% de los productores consultados cuenta con asesoramiento agronómico y el 33% de ellos paga honorarios a un profesional particular. Muchos también reciben indicaciones de la misma empresa con la que comercializan.

“Creo que Agroindustria debería replantearse el rol de los organismos públicos que tienen hoy como objetivo la transferencia de tecnología”, remarcó el secretario de Fruticultura, Carlos Banacloy.

Y en este sentido, dio cuenta de la importancia que tuvo en su momento el programa Cambio Rural para los productores

El 75% de los chacareros que hoy están dentro del sistema nacieron antes del año 1970, lo que quiere decir que tienen más de 48 años.

“El informe debe estar acompañado por medidas”
El secretario de Fruticultura de Río Negro, Carlos Banacloy, se mostró conforme con el trabajo estadístico presentado por el gobierno nacional. Sin embargo, destacó que el “informe debe estar acompañado con medidas que permitan producir el cambio que la fruticultura exige para ser competitiva”

P- ¿Es importante toda esta estadística?

R- Si. Ahora lo que nos tenemos que preguntar es para que queremos toda esta información.

P- ¿Puede explayarse?

R- Ahora deberíamos trabajar para realizar un relevamiento interno con las Cámaras para que vuelquen cada una de ellas su realidad, que es muy distinta entre unas y otras.

P- ¿Qué le falta al informe?

R- Nosotros propusimos también que se haga el relevamiento del empaque y frío en la región, porque si no pareciera que siempre ponemos énfasis en el sector primario.

P- ¿Qué pasos hay que seguir para aprovechar esta información?

R- Este tipo de informe debe estar acompañado con medidas que permitan producir el cambio que la fruticultura exige para ser competitiva. Identificamos que el productor debe reconvertir y que para ello necesita un crédito; el sistema no puede ofrecer dinero al 70% anual como ocurre hoy en el país. No sirve de nada hacer el diagnostico sino se acompaña con medidas.

P- ¿La competitividad de dólar que rol juega?

R- Debemos evaluar todo en un contexto mucho más amplio. Hoy tenemos un tipo de cambio competitivo, y eso genera alivio…pero quien garantiza que este escenario perdure en el tiempo. Necesitamos proyectar más allá de los próximos cinco años.

Fuente: Río Negro