Finlandia paralizada por las protestas contra los ajustes

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El Gobierno analiza recortar vacaciones y ajustar los gastos frente a una economía en contracción por cuarto año consecutivo.

Poco a poco, Finlandia va cayendo en desgracia. Su economía se encamina a su cuarto año consecutivo de contracción, algo que le puede costar su preciado status económico. Los analistas dan por hecho que la agencia Fitch bajará la calificación crediticia del país en su próxima revisión que será hoy.

Según cifras oficiales del Eurostat, la economía finlandesa se contrajo el 1,4% en 2012, el 1,3% en 2013, el 0,1 en 2014 y este año va por el mismo camino. De hecho, en el segundo trimestre, el PIB de Finlandia era el único de toda la Eurozona que se encontraba en negativo.

Las razones que aportan los expertos pasan por la caída de Nokia y el freno de las exportaciones. La desaparición de la tecnológica en 2014 provocó la desaparición de miles puestos de trabajos en el país, lo que supuso un duro varapalo para su economía. En otro orden, sus relaciones comerciales se ven afectadas por Rusia. Finlandia realiza buena parte de sus intercambios con su país vecino y en estos momentos la economía rusa no pasa por su mejor momento. Primero, por las sanciones occidentales y después por los fuertes descensos de los precios del petróleo.
El Gobierno finlandés ha sido consciente de esta realidad y recientemente anunció un programa de reformas, sobre todo en el ámbito laboral. Entre las medidas más llamativas han figurado algunas como la eliminación de ocho días de vacaciones a los empleados públicos o los límites a las bajas por enfermedad. No obstante, los analistas de Danske Bank advierten de que estos sacrificios pueden no ser suficientes.

Con todo, hay expectativas optimistas. Los expertos de la entidad danesa se muestran alcistas con los bonos gubernamentales que han prosperado bajo el programa de compra de activos del BCE. En este sentido, las rentabilidad de la deuda finlandesa ha caído más que la de Francia y está ligeramente por encima del bund alemán. En definitiva, rendimientos más bajos significan precios más altos.

Fuente: El Tribuno, Salta