Francia: Una ley para expulsar inmigrantes sin papeles
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer que encargó un proyecto de ley sobre la inmigración que espera que se adopte en el primer semestre del 2018 y que deberá servir para acelerar las expulsiones de personas en situación irregular.
06/09/2017 EL MUNDOEl presidente francés, Emmanuel Macron, anunció ayer que encargó un proyecto de ley sobre la inmigración que espera que se adopte en el primer semestre del 2018 y que deberá servir para acelerar las expulsiones de personas en situación irregular.
“El modelo francés debe aproximarse al modelo alemán”, subrayó el liberal Macron en un discurso ante los prefectos (delegados del gobierno) sobre el programa de futuras reformas. El mandatario insistió en la actual ineficacia en la expulsión de los sin papeles. “La consecuencia es que tenemos a cientos miles de inmigrantes en situación irregular que viven en una tierra de nadie, lo que es también una forma de inhumanidad”, dijo el presidente.
Según las cifras del Ministerio del Interior, publicadas ayer por Le Figaro, de las 91 mil personas detenidas el pasado año en Francia por no tener los papeles en regla, hubo 24.707 expulsiones efectivas, de las cuales 11.746 se formalizaron de forma voluntaria o con ayudas para el retorno y 12.961 a la fuerza. Macron, quien asumió hace casi cuatro meses, matizó que la inmigración cero no es posible, en primer lugar porque una parte de los extranjeros que recibe el país son personas que se casan con residentes en Francia, estudiantes o demandantes de asilo.
“Francia es el país de inmigración más antiguo de Europa”, aseveró antes de recordar que descartó el establecimiento de cuotas, que sólo podrían aplicarse a la inmigración de profesionales y que no se ajustan a la realidad de los flujos que se dan en Europa. Pero también dijo que quiere una respuesta fuerte y coherente, que incluya una política de desarrollo en África y el envío de misiones a Níger y Chad para tratar desde allí las solicitudes de asilo así como para contener el flujo de los que intentan cruzar clandestinamente el Mar Mediterráneo.
Macron prometió un aumento de las plazas de alojamiento para refugiados (cinco mil suplementarias en el 2018), y en paralelo una lucha completa contra las redes de traficantes. Asimismo, el presidente advirtió que el fin del estado de emergencia previsto para noviembre (está en vigor en Francia desde los atentados jihadistas del 13 de noviembre del 2015) incluirá disposiciones para mantener los controles de las fronteras interiores francesas, en particular con Italia, ahora la principal puerta de entrada de inmigrantes irregulares en Europa.