El gobernador de Mendoza también quiere un techo para las paritarias municipales

El Gobierno pidió la semana pasada a intendentes del PJ que no haya "desfasajes" en los aumentos salariales que darán a sus empleados y que se respete el 15 por ciento que se impuso a nivel provincial.

El Gobierno pidió la semana pasada a intendentes del PJ que no haya «desfasajes» en los aumentos salariales que darán a sus empleados y que se respete el 15 por ciento que se impuso a nivel provincial. Los sueldos mínimos rondan hoy entre los 9 y 10 mil pesos.

El gobierno de Alfredo Cornejo no quiere que nadie «haga ruido» en Mendoza con los aumentos salariales y por ello empezó la semana pasada a charlar con intendentes peronistas, para evitar que alguno supere el techo del 15,7 por ciento en las negociaciones con sus empleados municipales.

Las paritarias de los empleados municipales son muy complejas. En cada municipio hay un escalafón, uno o más sindicatos (ATE tiene presencia en algunos) y adicionales y acuerdos particulares. Esto quiere decir que normalmente la búsqueda de acuerdos que los abarquen a todos, fracasa.

Sin embargo, esta semana, el Poder Ejecutivo tiene que cumplir con el requisito de llamar a paritarias municipales. El Ministerio de Gobierno es el árbitro de estas negociaciones entre los intendentes y sus agentes: cumple el rol que tiene la Subsecretaría de Trabajo en las discusiones entre el Ejecutivo y los empleados estatales.

Cornejo ya ha buscado en años anteriores, a través del diálogo con los intendentes, que las paritarias municipales no difieran de las provinciales. Este año no existió ese ámbito, pero a la vez, el trabajo es menor, ya que más de la mitad de los municipios siguió la tendencia provincial y cerró el acuerdo salarial de 2018 a fines de 2017.

Lógicamente, el ejemplo se replicó primero en las comunas de Gran Mendoza más afines al gobernador: Capital, Godoy Cruz y Guaymallén. Los departamentos oficialistas acordaron aumentos del 14 por ciento en tres cuotas, algunos de ellos, con cláusula gatillo.

Por el mismo camino fueron también departamentos como Las Heras, Tupungato, Junín, Rivadavia y General Alvear.

Conversaciones

En virtud del inicio formal de las paritarias municipales, días atrás, el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, reunió a tres de los cinco intendentes del justicialismo (Jorge Gimenez, Roberto Righi y Emir Félix). Entre otras cosas, les pidió que las negociaciones salariales se mantengan dentro del cauce general que ha impuesto el Gobierno.

Fue una reunión amigable. El pedido del Poder Ejecutivo es que el aumento del básico de los empleados municipales no supere el 15 por ciento. En cambio, desde el Gobierno no pondrían objeciones para que se incrementen algunos adicionales. Hay que tener en cuenta que los sueldos de los empleados municipales son más bajos que los de los empleados provinciales: los mínimos rondan entre los 9 y 10 mil pesos.

Las reuniones de la semana pasada buscaron recrear una mesa de acuerdos con los intendentes que otros años funcionó. La idea de la Provincia es que no se generen desfasajes, pero también existe preocupación por aquellas comunas que no están en condiciones de ofrecer mucho aumento a sus empleados. «Si no les alcanza, van a pedirle plata a la Provincia», advirtió en este sentido un jefe comunal del oficialismo.

Si bien los intendentes peronistas son proclives a aceptar lo que pide Cornejo, remarcan que las necesidades en los departamentos son crecientes y que eso jugará en la paritaria. Según pudo saber este diario, en San Rafael, por ejemplo, no se daría un porcentaje general, sino que el incremento sería mayor en las escalas más bajas, ya que el mínimo es de apenas 9 mil pesos.

«El año pasado hubo una reunión específica pero esta vez no ha sido así, de todos modos la idea es que hablemos entre nosotros para que ninguno pague cifras muy diferentes», afirmó Jorge Gimenez, de San Martín, otro de los departamentos en los que la paritaria está pendiente.

Por las dudas, en el Ejecutivo abrieron el paraguas. «Los sueldos están bajos, pero en los municipios no tienen que hacer contención social con en empleo público», sugirieron en el Poder Ejecutivo, de cara a las negociaciones que encararán los intendentes.

El escenario es desparejo y los mínimos de los municipales suelen ser apenas una referencia. En Godoy Cruz, por ejemplo, ese mínimo es de 6.800 pesos, pero, gracias a adicionales como antigüedad, horas extras y refrigerio, «nadie cobra menos de diez mil», asegura Tadeo Garcia Zalazar. Incluso el intendente radical habla de un promedio salarial de 22.300 pesos, aunque ese promedio incluye los salarios de los funcionarios.

Godoy Cruz otorgó a fines del año pasado un aumento del 14.5 por ciento, en tres tramos, los cuales finalizan en octubre. Ese mes se revisará si hay diferencias con la inflación, o sea, se aplicará la famosa cláusula gatillo que ha marcado las negociaciones salariales de 2018.

Fuente: MDZ Online