Grecia le dijo “No” al ajuste europeo

gracia-no.jpg_1328648940
La crisis griega. El «no» que impulsaba el gobierno de izquierda ganó por 61 por ciento, una amplitud que no estaba prevista por ninguno de los pronósticos.

Los griegos dijeron «no» a los ajustes que les exigen Europa y el FMI a cambio de fondos frescos, al rechazarlos por más de 60 por ciento en el referéndum que convocó el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras. Anoche, este destacó que quiere volver a la mesa de negociaciones para encontrar una solución a la crisis de Grecia, mientras las multitudes inundaban las calles y plazas para celebrar con euforia una victoria que ningun sondeo predijo con semejante amplitud. En su intervención, Tsipras pareció buscar atenuar el impacto del triunfo tan arrasador, mientras en Europa se anticipaban reuniones de los gobernantes de la zona euro para hoy y varios ministros de Finanzas y primeras figuras políticas lanzaban duras advertencias a Atenas. Más allá de la gran victoria política del gobierno de izquierda griego, la realidad económica sigue siendo durísima: hoy continuará el corralito bancario instaurado hace una semana, mientras el Banco Central Europeo (BCE) parecía dispuesto a mantener cerrada la canilla de fondos frescos. La suspensión de estos fondos de emergencia el domingo pasado forzó el cierre bancario por tiempo indeterminado.

«Hoy celebramos la victoria de la democracia. Mañana continuaremos nuestro esfuerzo por alcanzar un acuerdo», declaró Tsipras. «El pueblo griego tomó una decisión histórica y valiente. Su respuesta modificará el diálogo actual en Europa», apuntó Tsipras.

Tras el conteo del 95,49 por ciento de los votos, el «no» obtenía un 61,30 por ciento, mientras el «sí» lograba el 38,70 por ciento. Estos datos sorprendieron a todos, dado que todas las encuestas pronosticaran un resultado muy ajustado.

«La prioridad es la reapertura de los bancos», señaló Tsipras anoche en un discurso televisado. La votación tuvo lugar después de una semana de cierre de los bancos y de medidas de control de capital, en la que Atenas no pudo hacer frente al pago de unos 1.600 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) y expiró su segundo programa de rescate europeo. Desde 2010, Grecia ha recibido casi 240.000 millones de euros en préstamos del FMI y Europa, a los que deben sumarse unos 90.000 millones que el BCE prestó al Banco de Grecia en los últimos meses para mantener los bancos abiertos. Tsipras subrayó que «no hay ganadores ni perdedores» de la consulta y se preocupó en remarcar que Grecia sigue dispuesta a emprender reformas, pero advirtió que se necesitan inversiones y una reestructuración de la deuda, los dos puntos más disputados de las extenuantes negociaciones de los últimos seis meses con Europa y el FMI. Tsipras dijo asimismo que hay soluciones justas y viables sobre la mesa. «El pueblo griego ha cambiado la respuesta de Europa, ha dado una respuesta que quiere una Europa solidaria y democrática. Grecia entrará en la mesa de las negociaciones», afirmó. También prometió: «promoveremos reformas. Nuestro criterio será la justicia social y la transferencia del peso (de la crisis) a los ricos», recalcó. También subrayó que es hora de «restablecer la cohesión social». Pero las prudentes palabras de Tsipras, quien es sin dudas el ganador político del referéndum, contrastaban con la euforia de las masas que celebraban el arrasador triunfo de «Oxi» (No) y que parecían considerar que a Europa y el FMI no les quedaba otra alternativa que rendirse sin condiciones a las exigencias de Grecia. El polémico ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, también apuntó que Atenas debe buscar un acuerdo con los acreedores. «Los llamaremos uno por uno para buscar puntos en común», señaló en televisión. «A partir de mañana comenzaremos a sanar nuestras heridas», manifestó el ministro, quien había anunciado que renunciaría si se imponía el «sí».

La sorprendente victoria del «no» contrasta con todos los sondeos, que auguraban un resultado muy cerrado. Además, pone a Grecia en un terreno desconocido, en el que se arriesga al aislamiento financiero y político en la zona euro y a un colapso de sus sistema financiero si los acreedores se niegan a entregar ayuda. Pero para millones de griegos el resultado fue un mensaje claro a los acreedores de que no aceptarán más medidas de austeridad luego de casi seis años de tomar esta «receta». Tsipras había denunciado que el precio a pagar por el rescate financiero era un «chantaje» y una «humillación» al país.

Alarma y rechazo en Europa

Europa reaccionó, primero, con estupor y luego con duras advertencias. Pero también llegaron señales conciliadoras de Italia y Francia. Los líderes de los 19 países de la eurozona mantendrán una cumbre de emergencia mañana en Bruselas para analizar el resultado del referéndum, informó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Y hoy la canciller alemana, Angela Merkel, viajará a París para hablar sobre la victoria del “no” con el presidente francés, François Hollande. “Ambos están de acuerdo en respetar el voto de los ciudadanos griegos”, indicó una breve declaración del gobierno alemán. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tiene previsto debatir el tema en una teleconferencia con el jefe del Consejo Europeo Tusk, el líder del Eurogrupo (ministros de Finanzas), Jeroen Dijsselbloem, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.Juncker dijo el viernes que la posición de Grecia en las negociaciones se “debilitaría dramáticamente” en ese caso.

El presidente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem, ha lamentado la victoria del “no” y ha avisado de que las “medidas difíciles y reformas son inevitables. Tomo nota del resultado del referéndum. Este resultado es muy triste para el futuro de Grecia”, dijo Dijsselbloem en un breve comunicado. El número dos del gobierno alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, aseguró que tras la decisión de los griegos es “difícil imaginar” nuevas negociaciones, ya que Tsipras “ha roto los últimos puentes” con Europa. En España, el “no” griego fue muy bien recibido por Podemos, que promete también el fin de la “austeridad”. Fuera de Europa, el venezolano Nicolás Maduro, saludó como un “paso histórico” la decisión del pueblo de Grecia, “que le ha dicho No al Fondo Monetario Internacional y a los vampiros de la banca mundial”.

Por su parte, el líder del principal partido opositor griego, Antonis Samaras, anunció su renuncia a la conducción de Nueva Democracia. El político, que abogaba por el “sí”, instó a los socios en la Unión Europea a que ayuden al gobierno de Tsipras a encontrar “una solución firme” a la crisis de deuda de Grecia.

Fuente: La Capital, Rosario