Guaymallén hizo firmar «actas de confidencialidad» a sus empleados y se armó un revuelo político
El Municipio de Guaymallén hace que sus empleados firmen un acta de confidencialidad para impedir que se difunda "información no clasificada como pública".
31/10/2022 POLÍTICAEl Municipio de Guaymallén hace que sus empleados firmen un acta de confidencialidad para impedir que se difunda «información no clasificada como pública». La medida generó indignación en el peronismo, aunque en la comuna también respondieron con todo
La Municipalidad de Guaymallén hace que sus empleados firmen un acta de confidencialidad que los compromete a «guardar máxima reserva y secreto» sobre los datos a los que acceden. La medida de la gestión radical generó revuelo en el peronismo, y la pelota del debate quedó picando en el área chica.
El primero en mediatizar el tema fue el presidente del bloque del Frente de Todos en el Senado provincial, Lucas Ilardo, quien tuiteó:
A partir de ahí, otros referentes de la política salieron a opinar. La concejala guaymallina Ayelén Mantello (PJ), por ejemplo, apoyó la crítica de Ilardo: «Así funciona el ejército militar de Marcelino Iglesias, con aprietes. Los mismos que llegaron hablando de transparencia y buenos modales ya no saben como tapar más chanchullos», acusó.
Aquí abajo puede leerse el acta en cuestión. Por supuesto, las contestaciones a Ilardo no tardaron en llegar.
Dura respuesta desde la Municipalidad de Guaymallén
En la Municipalidad de Guaymallén no se quedaron con el entripado y respondieron.
El secretario de Gobierno y Desarrollo Social de la comuna, Nicolás González Peréjamo, lamentó «tener que dedicar tiempo a estas teorías conspiranoicas cuando el problema que tienen los vecinos es que los está destrozando la inflación que el gobierno nacional no controla».
«Voy a ser categórico -espetó González Peréjamo en diálogo con UNO-: a esta altura no sé si lo de Ilardo es mala intención o falta de inteligencia. Cada vez que hacemos un giro para lograr que el municipio sea una empresa de servicios seria (sic), nos encontramos con quejas y alaridos por parte del justicialismo. Les molesta que seamos una empresa eficiente».
El funcionario aseguró que «cada vez que se avanza en el ingreso por concurso, la mejora de controles o la búsqueda de excelencia» la oposición denuncia al municipio por llevar adelante presuntas políticas «fascistas».
«Pero cuando (el exintendente) Luis Lobos metía gente a dedo en la comuna -llegó a haber 4.000 empleados- los peronistas no se quejaban tanto», siguió González Peréjamo.
-¿En qué se basaron para diseñar el acta de confidencialidad que se aplica en Guaymallén?
-Es la ley y son las políticas que lleva adelante cualquier empresa seria. Como funcionarios públicos, nosotros estamos afectados por una serie de normas que tienen que ver con el modo en que manejamos la información. Hay, por ejemplo, empleados municipales que tienen contacto con sumarios administrativos, o con padrones donde aparecen los bienes de los vecinos. Otro ejemplo es cuando hay una licitación y hay varios oferentes. Se trata de datos sensibles que deben preservarse. De lo contrario se corre el riesgo de irregularidades.
Desde la comuna añaden que el acta se funda en leyes como la Ley de Protección de Datos Personales (25.326), la de Delitos Informáticos (26.388), la de Firma Digital (25.506), la de Ética en el Ejercicio de la Función Pública (25.188), la de Propiedad Intelectual (11.723), la de Procedimiento Administrativo Nacional (19.549), la de Procedimiento Administrativo Provincial (9.003) y la de Administración Financiera (8.706, art. 176).
A su vez, desde el Frente de Izquierda (FIT) -que actualmente no tiene representación en el Concejo Deliberante- también hubo voces que repudiaron la novedad y se preguntaron qué objetivo hay detrás de hacer firmar a los empleados un papel que, en teoría, no modifica ni amplía a la normativa establecida.
-Cuando se intenta callar a alguien es porque algo se quiere esconder- ironizó el exconcejal del FIT Carlos Espeche.
Sin embargo, el secretario de Gobierno González Peréjamo tiene su opinión al respecto.
-Pero si ya existe tanta normativa previa, ¿para qué hacer que los empleados firmen un acta «extra»?
-Porque queremos que las personas que trabajan en la municipalidad tengan plena conciencia de sus responsabilidades. En estos días nos hemos visto obligados a leer acusaciones absurdas sobre este asunto. Hablan de persecución, de irregularidades de la municipalidad… no tiene sentido.
-¿Y usted estaría de acuerdo con que la misma acta de confidencialidad se aplicara, por ejemplo, para empleados públicos nacionales?
-Sí, porque es lo que dicta la ley. Es simplemente optimizar la forma en que administramos la plata de los vecinos. Respecto a esas acusaciones infundadas…somos gente que decidió aportar algo al mundo. No nos podemos hacer cargo de los sueños húmedos de Ilardo.
-El acta prohíbe la difusión de datos no clasificados como «públicos». En el caso de Guaymallén, ¿quién definiría cuáles son los datos públicos y cuáles no lo son?
-Otra vez: la ley. Las licitaciones y operaciones de la comuna se publican en el Boletín Oficial, y lo que es reservado no. Eso el peronismo lo sabe perfectamente. Por eso es de cararrotas que salgan a cuestionar esta política mientras los 330.000 vecinos de Guaymallén reclaman garantías y mejoras concretas.
¿Seguirá la discusión? ¿Habrá nuevos argumentos? ¿Llegará la disputa a la Justicia? Por ahora, la pugna es con final abierto.