Con ingresos mínimos, es difícil para los correntinos acceder a una casa propia

Las líneas crediticias, programas de viviendas y ofertas del Municipio para obtener un lote en Capital continúan sin brindar solución habitacional a las familias de la región.

Las líneas crediticias, programas de viviendas y ofertas del Municipio para obtener un lote en Capital continúan sin brindar solución habitacional a las familias de la región. El economista Ataliva Laprovitta analizó los pros y contras de las alternativas actuales y resaltó que «este es uno de los temas centrales que deben desarrollar los futuros candidatos a la gobernación».
Pese a las ofertas de créditos hipotecarios y programas de viviendas que se lanzaron este 2016 para reducir el déficit habitacional, es difícil para los correntinos acceder a una casa propia.
EL LIBERTADOR consultó al economista Ataliva Laprovitta respecto a las alternativas que se presentan y las posibilidades locales de obtener algunos de los beneficios.

A ESCALA NACIONAL

En abril último, el Banco Central creó una unidad de medida llamada Unidad de Vivienda (UVI) que hasta el 31 de marzo significó 14,053 pesos y desde entonces se actualiza cada mes por el Coeficiente de Estabilización de Referencia, es decir se ajusta por la inflación. Y pese a que muchos comenzaron a mirar con desconfianza, este mecanismo empezó a instrumentarse en los bancos Macro, Hipotecario, Hsbc, Icbc y Galicia, entre otros, al momento de ofrecer sus créditos hipotecarios.
El UVI, que también se instrumenta en el Programa Crédito Argentino (Procrear) lanzado en julio por el Presidente de la Nación, se observa como una desventaja por muchos economistas al momento de acceder a un préstamo. Y, en este sentido, Laprovitta resaltó: «Desde mi perspectiva de economista, para una familia tipo que pueda enmarcarse en un crédito hipotecario, cualquier indicador que incluya un ajuste por inflación, aun cuando se vaya a dar dentro de un plazo por ejemplo de dos años, el mejor consejo que les puedo dar es que analicen claramente qué expectativas tienen respecto a sus ingresos de aquí a dos años».
«La experiencia en Argentina es que todos los créditos ajustados a la inflación generaron muchos dolores de cabeza a quienes lo han adquirido», aseveró, a lo que agregó que «hay que tener cuidado y ver qué perspectivas de ingreso se tienen de aquí a dos años, o por lo menos de 5 a 10 años en función del horizonte del crédito, pero sin dudas es muy peligroso y hasta tramposo».

LÍNEAS CREDITICIAS

Los bancos privados, que ofrecen préstamos nominados en UVI, otorgan montos máximos de dos millones de pesos para financiar hasta el 75 por ciento del inmueble, con una tasa fija anual de hasta el 5 por ciento, pero con una actualización mensual del capital en base a la inflación.
Para acceder a estos créditos se requiere que en el grupo familiar cuenten con ingresos superiores a los 15 mil pesos. Sólo por citar un ejemplo, en caso de que el ingreso de una familia sea de 15 mil pesos y el préstamo solicitado sea de 600 mil, la cuota en el caso de las UVI será de aproximadamente 4.500 pesos, a pagar en 20 años.
«Son requisitos inalcanzables para la mayoría de los correntinos, porque es difícil para aquellos sectores y familias que tienen ingreso por debajo del Mínimo, Vital y Móvil», indicó Laprovitta.

BANCO NACIÓN

En este caso, el ingreso mínimo familiar que solicita el Banco Nación debe ser de 36.358 pesos y se financia hasta el 80 por ciento del inmueble. Esta línea de créditos hipotecarios es a 20 años, con una tasa fija de interés del 14 por ciento durante los tres primeros años. Pero a partir del cuarto tiene una variable con tope según los salarios, por lo que termina siendo nuevamente inaccesible para los correntinos, como resaltó Laprovitta.

PROCREAR

El plan Procrear es una parte del Plan Nacional de Vivienda y está dirigido a familias con ingresos formales de entre dos y cuatro salarios mínimos (entre 15.120 pesos y 30.240 pesos a partir de septiembre próximo) para una vivienda única familiar, nueva o usada, de hasta 1,5 millones de pesos.
A manera de ejemplo, una familia con hijos y con un ingreso familiar de 16.000 pesos podría acceder a un crédito hipotecario a 15 años para una vivienda de 900 mil, con una cuota inicial de 4.000 pesos; y con un ahorro mayor al 10 por ciento mínimo, podría comprar una vivienda de hasta un millón de pesos. Vale señalar que el nuevo Procrear, denominado también Procrear 2, está destinado sólo para la compra de viviendas.
Queda claro que en todos los casos es necesario contar con ingresos superiores a los 15 mil pesos.

«Faltan más planes de vivienda»
El economista Ataliva Laprovitta sostuvo que la oferta del Municipio de lotes a 400 mil pesos es la más accesible frente a las alternativas que se presentan para acceder a la casa propia, pero resaltó que «aún para participar de la licitación de los lotes se debe contar con dinero ahorrado ya que la mínima oferta es de 120 mil pesos, para luego financiar el resto en hasta 60 cuotas».
Laprovitta indicó que «también esta oferta es difícil de alcanzar para quienes tienen ingresos mínimos», a lo que agregó que «lamentablemente no están habiendo políticas universales para el acceso a la vivienda; entonces nos encontramos con un gran cuello de botella, con grandes problemas sociales. Vemos asentamientos por todas partes y la gente no tiene esperanzas, respecto a las posibilidades de ingresar a planes de vivienda no solamente los sectores de más bajos ingresos, sino también los sectores de ingresos medios, profesionales recién recibidos o parejas jóvenes».
«No digo que no paguen por una casa propia, porque las familias pueden pagar, toda la vida lo hicieron, pero faltan más planes de vivienda y que se generen más posibilidades de financiamiento», aseveró, a lo que agregó que «este es uno de los temas centrales que deben desarrollar los futuros candidatos a la gobernación».

INVICO

Respecto al Instituto de Vivienda de Corrientes, señaló que «las casas que se construyen están muy por debajo de la demanda que existe en la provincia», a lo que agregó que «sólo en Capital hay más de 10 mil familias que se inscribieron y aún no fueron adjudicadas».

Fuente: El libertador