Insólito: los troles rusos no soportan el calor de Rosario y la línea Q dejó de funcionar

La Municipalidad dice que no puede prestar el servicio por problemas en las baterías de las unidades. Los coches fueron comprados en 2017 y presentados como "de vanguardia", con "autonomía para operar largas distancias"

La Municipalidad dice que no puede prestar el servicio por problemas en las baterías de las unidades. Los coches fueron comprados en 2017 y presentados como «de vanguardia», con «autonomía para operar largas distancias» y una vida útil muy superior a los colectivos tradicionales.

Los 12 troles de la línea Q fueron comprados por la Municipalidad de Rosario en las gélidas tierras rusas, y ahora la “sorpresa” es que no pueden funcionar porque no se adaptan al calor de la pampa húmeda argentina. Así las cosas, la Intendencia emitió un comunicado este domingo diciendo que “como consecuencia de las altas temperaturas registradas en la ciudad durante los últimos días, que generan el recalentamiento de las baterías que permiten el funcionamiento autónomo de los trolebuses, de manera temporal y hasta que disminuya el calor, la prestación de la línea Q será reemplazada por otros dos servicios con similar recorrido”.

Desde mediados de diciembre, el servicio de la línea Q, que se presta con 12 troles que la Municipalidad compró en Rusia en 2017, se vio interrumpido prácticamente a diario por desperfectos. Las dificultades en su circulación se debe, según sostiene el municipio, a que “tras un desgaste de cinco años de uso, las baterías no resisten las altas temperaturas y tardan varias horas en recuperarse. Los inconvenientes se presentan cuando lo hacen con autonomía (por fuera de las catenarias) y debe realizar largas distancias”.

«Si bien se hicieron averiguaciones y gestiones para conseguir los repuestos, tanto los altos valores en el mercado, como las dificultades para importar estos productos, presentan un escenario muy complejo para la adquisición de nuevas baterías por la empresa Movi. Aunque desde los equipos técnicos se implementaron distintos dispositivos mecánicos para lograr una mayor refrigeración, no lograron atenuar esta problemática», apunta la Intendencia.

Este servicio eléctrico fue puesto en funcionamiento en 2017, con unidades de la marca Trolza adquiridas en Rusia. Sin embargo, la empresa cerró en 2020, y ahora no hay proveedor de repuestos y se dificulta la posibilidad de un servicio técnico más eficiente.

Pequeña historia de la Línea Q
La llegada de los troles rusos tiene su pequeña historia. En mayo de 2014 la intendenta Mónica Fein envió una comitiva a Rusia para visitar la fábrica Trolza en las ciudades de Sarátov y San Petesburgo con el objetivo de comprar nuevas unidades de troles y así crear la línea Q. La delegación oficial de Rosario estuvo encabezada por la entonces subsecretaria de Movilidad y Seguridad Vial, Mónica Alvarado. Entre otros, también la acompañaron el presidente de la comisión de Servicios Públicos del Concejo, Carlos Comi (actualmente ocupa un alto cargo en el Ente de Coordinación Metropolitana Rosario); y la gerenta del Ente de la Movilidad, Eva Jokanovich (que en diciembre de 2019 fue nombrada por el intendente Pablo Javkin como secretaria de Movilidad, pero en febrero pasado renunció en medio de la grave crisis del transporte diciendo que se iba a cursar “una maestría» a España).

Por entonces, luego de evaluar otras alternativas más cercanas, en Córdoba, Mendoza y Brasil, la Municipalidad se decidió por los coches rusos. Así, llamó a licitación y la única empresa que finalmente presentó oferta fue la empresa rusa Trolza.

En su momento, el gobierno municipal presentó los troles rusos como «unidades de vanguardia» y justamente resaltaba la «tecnología» de sus baterías: «Le dan una autonomía para operar largas distancias, alcanzando una independencia de hasta 20 kilómetros. Así, las unidades funcionarán sin catenarias hasta avenida Francia y Arijón. Otro de los beneficios con los que cuenta es su durabilidad, ya que supera la vida útil de los autobuses diésel» (ver acá).

En julio de 2017 se puso en marcha la línea Q para unir la zona sudoeste con el centro y la Ciudad Universitaria con “un sistema sustentable y amigable con el medio ambiente”, según promocionó el municipio.

Cinco años después, 22 de enero de 2023, la línea Q tiene que salir de circulación porque sus baterías no se adaptan al calor de Rosario y la empresa rusa Trolza, a la cual la Municipalidad le compró las unidades y garantizaba el servicio posventa, cerró y no hay proveedor de los repuestos.

Alternativas a la línea Q
Por ahora, y para paliar la emergencia de los usuarios de la línea Q, la Municipalidad reforzará con más unidades la línea 127, que realiza un recorrido idéntico hacia el sudoeste, continuando luego sobre Mendoza/3 de Febrero hacia el centro, y en sentido hacia la Ciudad Universitaria con la línea K. Teniendo en cuenta además el receso universitario y que, además, que pueden hacer uso del Boleto por Hora que permite el trasbordo gratuito.

Recorridos

Actualmente, funcionan 2 líneas con recorridos similares y complementarios que son opciones para la movilidad de las y los usuarios de la línea Q. Por una parte, hace el mismo recorrido de la línea K con un trazado común de 11,4 km, desde Francia y Mendoza, hasta la Ciudad Universitaria. Y con la línea 127 comparte similar recorrido sobre Francia y Mendoza hasta el CMD Sudoeste.

Línea 127

Ida: Desde B. y Ordóñez y Av. Ov. Lagos, por Ov. Lagos, Colectora Juan Pablo II, Av. Francia, Av. Arijón, Crespo, H. de la Quintana, Av. Francia, Mendoza, Moreno, San Lorenzo hasta Laprida.

Vuelta: Desde San Lorenzo y Laprida, por Laprida, 3 de Febrero, Av. Francia, Av. Nuestra Señora del Rosario, Crespo, Av. Arijón, Av. Ov. Lagos, Colectora José M. Rosa, Curapaligüe, B. y Ordóñez hasta Av. Ov. Lagos.

Línea K

Ida: Desde Wilde y Mendoza, por Mendoza, Alem, Cerrito, hasta Necochea.

Vuelta: Desde Necochea y Cerrito, por Necochea, 3 de Febrero, 1º de Mayo, San Juan, (desvió: San Juan, Laprida, 3 de Febrero, Mitre, San Juan a su recorrido) Mendoza hasta Wilde.

En relación con el desvío en calle San Juan, en la línea K algunos de los servicios que circulan por calle Mendoza no llegan a la Ciudad Universitaria, por lo que las y los pasajeros deben descender en Mendoza y Presidente Roca y ascender a una unidad autónoma de la línea K que completa el recorrido. Todas las unidades cuentan con identificación del punto de término del recorrido, ya sea Mendoza y Corrientes o Ciudad Universitaria.

Fuente: La Capital