Intendentes de Mendoza se quejan por los fondos de la soja
13/08/2014 ECONOMÍA , POLÍTICAEl demócrata Difonso y el radical Cornejo denunciaron demoras de dos y tres meses en recursos que tienen como destino la obra pública. Pérez quiere que la Nación le de discrecionalidad para usar este dinero, pero la idea genera polémica en los departamentos.
En pleno debate por el destino del Fondo de la Soja, varios intendentes han empezado a quejarse en voz alta de los retrasos del Gobierno provincial en el envío de los recursos que a cada departamento le corresponde.
Dos intendentes opositores señalaron a este diario esta situación. El demócrata Jorge Difonso, de San Carlos, aseguró que la Provincia le adeuda entre «dos y tres meses». El radical Alfredo Cornejo, de Godoy Cruz, precisó por su parte que la retención alcanza a los últimos dos meses y puso en monto la deuda: ha recibido 9 millones de pesos de los 13 millones que tendría que haberle entregado el Gobierno provincial hasta ahora.
Los registros oficiales indican que el dinero que manda la Nación efectivamente entró a las arcas provinciales. Se trata de 411 millones de pesos en total, que tienen asignación específica a obra pública.
El monto es relevante si se lo compara con la plata invertida por la Provincia en obras en lo que va de 2014: sólo 187 millones de pesos, según lo publicado por MDZ este fin de semana.
La Provincia calcula que entrarán 1.000 millones de pesos este año, de los cuales a los municipios les corresponderán 300 millones. Pero la duda de los intendentes es cuándo entrará el dinero a las arcas comunales.
Difonso dijo que, al margen del Fondo de la Soja, la Provincia le debe 12 millones en obras que se comprometió a hacer en San Carlos, pero que está pagando la comuna. El microhospital de La Consulta y obras de asfalto y veredas en otras localidades están en el listado.
«Estamos afrontando los contratos con fondos de la comuna», se quejó Difonso, quien indicó que tampoco ha cumplido la Nación con los dineros prometidos del plan Más Cerca, comandado por el ministro de Infraestructura Julio de Vido. «Mandaron el 15 por ciento y me dejaron colgado», aseguró.
Debate
En este marco de estrechez de plata para obras y demoras, las opiniones de los intendentes se dividen frente a una propuesta de Pérez: que tanto los gobiernos provinciales como las comunas tengan «discrecionalidad» para el uso de los fondos de la soja, en lugar de obligarlos a ocuparlos en obras.
Mendoza y el resto de las provincias reciben el 30 por ciento del total de los derechos de exportación de soja desde 2009, cuando Cristina firmó decreto (206) que buscaba conseguir el apoyo de los gobernadores en la pelea con el campo.
Con la plata que le entrega, el Gobierno provincial está obligado a realizar el mismo reparto que la Nación hace con él. Es decir que Pérez retiene el 70 por ciento y manda el 30 a los municipios.
Tanto el gobernador como los intendentes están sometidos a la condición expresa de que el dinero se destine a obras de «infraestructura sanitaria, educativa, hospitalaria, de vivienda o vial, en ámbitos urbanos o rurales, con expresa prohibición de utilizar las sumas que lo compongan para el financiamiento de gastos corrientes».
Pero Pérez quiere que la Nación cambié esa cláusula del artículo 1 del decreto 206 para gastar la plata con más libertad, aunque aclara que no la utilizará para sueldos.
Opiniones
Los del oficialismo, bancan al jefe en la idea. Roberto Righi, de Lavalle, afirmó ante la consulta de MDZ que ese pedido «está entre las atribuciones del gobernador» y dijo que le parece «importante que se puedan usar los fondos para fortalecer el empleo, para ayudar al sector olívicola y para sostener el precio del vino».
Sin embargo, aclaró que su parte de los 300 millones para todos los municipios de Mendoza seguirán teniendo como destino las obras: «Son poquitos los fondos y la necesidad es grande, nosotros los usamos para hacer caminos y para dotar de agua potable y servicios», indicó.
Más crítica es la postura de los radicales. Cornejo sospecha directamente que Pérez quiere la plata para gastos corrientes y no apoya la iniciativa gubernamental. Además, asegura que seguirá gastando su parte del fondo en obras.
«Pérez tiene casi todos los fondos tomados y quiere tener margen de maniobra. Lo que veo es que cada vez se invierte menos y se gasta más en sueldos. Si no hay asignación a obras, seguramente bajará la inversión y la plata irá a gastos corrientes. No se quién controla el gasto para sostener el empleo», afirmó Cornejo.
El demócrata Difonso, por último, no tiene muchos reparos a que el gobernador use la plata de la soja como quiera, e incluso propone abrir el juego en las comunas. «En general estaría bueno que cada municipio defina en qué lo gasta y priorice sus necesidades. Yo lo sometería a discusión en el consejo de entidades del departamento», afirmó, tras aclarar, como todos, que el destino no puede ser el rubro de «gastos corrientes».