La basura a cielo abierto es un drama en la meseta neuquina

En Centenario reactivan centro de acopio y no hay plan para los residuos.

En Centenario reactivan centro de acopio y no hay plan para los residuos.

El problema de la basura a cielo abierto, en plena meseta, es un drama en la región. En Centenario, la Municipalidad decidió revaluar el proyecto de un centro de transferencia, que se estaba construyendo en terrenos cercanos al Parque Industrial donde iban a parar, de manera transitoria, los residuos que cada tanto la gente deposita en la vía pública

Sin embargo, el punto donde se iban a colocar residuos voluminosos nunca tuvo la autorización final de la Secretaría de Ambiente de la Provincia.

«Vamos revaluar el proyecto, no queremos que se pierda la inversión que se hizo en su momento, los paneles y el cerramiento los vamos a trasladar a donde se lo necesite», indicó a LM Neuquén Elena Montoya, asesora municipal en Medio Ambiente.

Oficialmente se informó que esos materiales, que tienen un costo millonario, se llevarían a otro sector del Parque Industrial al Lote PIC Este Sección I donde la comuna quiere tener su propia cantera para la extracción de áridos.

El centro de transferencia se empezó a diseñar en la anterior gestión del intendente Esteban Cimolai, luego de las denuncias de vecinos del barrio Primeros Pobladores –frente al autódromo- por contaminación de una cantera donde se arrojaba basura y hasta perros muertos.

Era un verdadero foco infeccioso para la barriada y se empezó a pensar en un sitio donde los vecinos puedan arrojar los escombros, ramas y otros residuos, enfardados y de manera temporaria hasta llevarlos al relleno sanitario que tiene Cliba SA en Neuquén.

Proyecto
El proyecto contemplaba el ingreso de unas 10 mil toneladas de basura en ese centro, con una altura máxima de no más de dos metros en acopio. Pero necesitaba algunos requisitos que Ambiente provincial no autorizó: impermeabilización del suelo (se había pensado hasta compra una geomembrana como las que se usan en los yacimientos petroleros), justificar la cantidad de toneladas de acopio (anualmente se retiran 6 mil toneladas de basura de las calles de Centenario) y un plan para evitar que los vientos desparramen la basura acopiada.

El lugar de acopio se desmantelará y aún no se sabe cuál será el plan que tendrá Centenario para la recolección y el destino final de la basura que está en las calles de la ciudad.

Nadie controla el uso de los áridos de las canteras
La utilización de las canteras para sacar material y volcarlo al relleno de calles o para hacer asfalto, entra en una pelea de varias empresas en toda la región, debido a la fragilidad de los controles y el próspero negocio. Desde hace unos días, la comuna de Centenario informó que está trabajando para tener una cantera propia y sacar tierra para el mantenimiento de calles. De acuerdo a lo informado oficialmente por la directora de Medio Ambiente municipal, Gabriela Uribe, “para concretar la iniciativa tienen que hacerse los trámites necesarios ante la Dirección de Minería de la provincia, y acondicionar un predio de aproximadamente 12 hectáreas”, que está ubicado en el remanente Lote PIC Este Sección I.

La habilitación de las canteras es un tema complejo y también roza la discusión política. El 6 de mayo de 2016, a poco de asumir el ex intendente Cimolai, el Concejo Deliberante prohibió la extracción de áridos en todo el ejido, a través de la Ordenanza 7006, salvo en un político de 100,6 hectáreas ubicado en el Lote PIC Oeste. Durante dos años, la comuna no pudo realizar extracciones de la cantera y tuvo que llamar a licitación para comprar los áridos, gastando fortunas en arreglar las calles. En el medio hubo un tironeo ente el intendente y los concejales, por la delimitación de las áreas y los permisos. Pero ahora, que asumió la intendencia Javier Bertoldi, el proyecto de la cantera propia parece tener más apoyo político, a pesar de que históricamente muchas empresas se han quejado del “robo de los áridos y el descontrol en la meseta.

“Acá todo el mundo saca tierra, nadie controla la máquinas, ya no sabe si son del municipio o privadas, y qué es lo que cobran”, se quejó uno de los empresarios de venta de áridos.

Fuente: La Mañana Neuquén