La caída del comercio en Santa Fe tras las Paso y las bajas expectativas

Pueblos y ciudades, ninguno salió ileso. Micros y medianas economías se congelaron luego del primer llamado a comicios nacionales y todavía, a dos meses, pocos se recuperan.

Pueblos y ciudades, ninguno salió ileso. Micros y medianas economías se congelaron luego del primer llamado a comicios nacionales y todavía, a dos meses, pocos se recuperan.

“Hay muchos puntos a analizar. Con respecto a las ventas, tras las Paso estuvo todo paralizado por parte de los proveedores, que no vendían porque no tenían precios, que no sabían, y eso se trasladó a muchos comercios”, graficó el empresario y dirigente del CCIA sanguillermino. Foto: ARCHIVO

Aquella modesta librería de pueblo que tuvo que cargar la tickeadora y volver a marcar todos los productos, tratanto de no espantar al cliente pero buscando no perder tanto. O el viajante que levanta pedidos en una ciudad chica para buscar en el mayorista y tiene que volver a imprimir el listado, sacar cuentas y comunicarle los tristes nuevos precios al comerciante. El fabricante, el industrial, el constructor: el efecto de las Paso ha sido incalculable.

Uno de los sectores que siente el derrumbe de toda la cadena productiva es el comercio, último eslabón. Las cámaras empresarias lo reflejan en sus últimos relevamientos, como el que realizó el Centro Comercial de Santa Fe, que sintetiza que “los buenos indicios de junio y julio cambiaron radicalmente luego de las elecciones presidenciales”.

Fabio Bergometti, vicepresidente del Centro Comercial, Industrial y Agropecuario de San Guillermo -departamento San Cristóbal-, describió a El Litoral el impacto de la devaluación tras las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (Paso), las redeterminaciones de precios, especulaciones de clientes, nuevo esquema de ventas y las expectativas de cierre de año.

“Hay muchos puntos a analizar. Con respecto a las ventas, tras las Paso estuvo todo paralizado por parte de los proveedores, que no vendían porque no tenían precios, que no sabían, y eso se trasladó a muchos comercios. En mi caso, yo tengo una fábrica de abertura de aluminio y, luego de las elecciones, estuvimos una semana sin vender porque no teníamos precios de nada, ni del aluminio, ni de los accesorios, ni del vidrio. Otros rubros tomaron la determinación de decir, ‘si el dólar aumentó un 35% aumentamos un 50% nosotros y nos cubrimos, después vamos viendo’”, graficó el empresario y dirigente del CCIA sanguillermino.

“Otra práctica es la dejar factura abierta, es decir, te venden pero sin precio definitivo. Pero fue variando porque el dólar se movió en 57, pasó a 62, luego bajó y así… Las empresas todavía no reacomodaron su estructura de costos; quienes tenían sus productos en dólares, te vendían pero al precio del dólar del día que se efectuaba el pago. Obviamente, se cortó la cadena de pagos, todo es al contado. Aparte los insumos los tenés en dólares pero todo lo otro, como mano de obra, servicios, etc., está en pesos”, analizó Bergometti.

-¿Esto se vio reflejado en la mayoría de los rubros?

-En todos los rubros.

-¿Y en los servicios, que no están dolarizados?

-Eso no varió, excepto que tenga insumos en dólares. Puede ocurrir también que sea alguno especulativo, pero va con cada uno.

-¿Frente a este escenario económico inestable, qué se puede esperar, hay que empezar de cero?

-Los argentinos empezamos de cero con cada situación que pasa. Una pelea de cualquier persona con determinado organismo internacional o un problema de moneda extranjera. Así que expectativas de que tengamos una economía larga y estable, yo creo que por el plazo de unos diez años o más, no lo vamos a vivir. Menos aún si no se le dan continuidad a las mínimas políticas de largo plazo que se estaban tratando de implementar en este gobierno, hablando de la macroeconomía. Entonces, ¿expectativas de estabilidad?: ninguna. Lo mejor que podría ocurrir es que las elecciones sean ya, para al menos tener definiciones sobre qué tan mal vamos a estar, no qué tan mejor.

-¿Cree que esta instancia electoral daña la economía nacional?

-Es lo peor que nos puede pasar a todos los argentinos. Esta situación que vivimos entre las Paso y las elecciones generales es una tortura. Las Paso, lo único que hicieron fue generar una volatilidad e incertidumbre, porque quizás la hubiéramos tenido sólo de octubre a diciembre, pero ahora es de agosto a diciembre. Generan un enorme gasto de dinero para el país y un daño económico incalculable.

Fuente: El Litoral