«La ciudad de Rosario se convirtió en la capital nacional del paro»

Así lo resaltaron los dirigentes de los gremios que decidieron acompañar la protesta con una masiva marcha. Fue la mayor del país

Así lo resaltaron los dirigentes de los gremios que decidieron acompañar la protesta con una masiva marcha. Fue la mayor del país

«Como en los 90, Rosario es hoy la capital nacional del paro». El secretario general del gremio de los docentes privados (Sadop) levantó el grito de las 15 mil personas que en San Martín y Córdoba se sintieron ayer protagonistas de la mayor movilización realizada en el marco de la primera medida de fuerza nacional convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) contra la política económica del gobierno de Cambiemos.

La conducción nacional de la central obrera convocó a la huelga sin movilización, pero en Rosario los gremios nucleados en el Movimiento Sindical Rosarino (MSR) y la CTA de los Trabajadores (CTA-T) marcharon por el centro de la ciudad con una multitud que desembocó en la esquina de las peatonales. Bancarios, mercantiles, trabajadores de Luz y Fuerza, de prensa, del correo, judiciales, docentes públicos y privados, aceiteros de San Lorenzo, empleados del peaje, movimientos sociales y organizaciones políticas, entre otros, contribuyeron a ponerle vida a la jornada de protesta.

En sus distintas modalidades, la medida fue contundente, y así lo resaltó Sonia Alesso, secretaria general de Amsafé provincial y de la Ctera, para quien «este parazo es una cachetada al plan de hambre que lleva adelante el gobierno».

La lucha salarial que enfrentan los docentes en la Nación y en las provincias, especialmente en Buenos Aires, fue rodeada de solidaridad. El secretario general del Sindicato de Prensa Rosario (SPR), Edgardo Carmona, denunció al ministro de Educación, Esteban Bullrich, y a la gobernadora María Eugenia Vidal, que «intentan ser la vanguardia para arrodillar a los maestros, como lección para el resto de los trabajadores».

Tocado por las masivas protestas de marzo y la convocatoria de la CGT al paro, el gobierno nacional salió a confrontar duro con las organizaciones sindicales. Acusó a los manifestantes de mafiosos y destituyentes. Entusiasmado por la marcha oficialista del sábado pasado, profundizó esa estrategia con campañas en las redes sociales, presión sobre los piquetes y el impulso a un fuerte activismo patronal.

El secretario general de la Asociación Bancaria y del Movimiento Sindical Rosarino, Matías Layús, denunció las «fuertes presiones de los bancos internacionales y las grandes cadenas de supermercados para obligar a trabajar a sus empleados». Y opuso a «la convocatoria individualista del yo no paro, la respuesta colectiva del nosotros: nosotros sí paramos y movilizamos».

El secretario de la CTA-T de la provincia Santa Fe, Paulo Juncos, subrayó que «pese a la violenta presión de las patronales, el movimiento obrero se expresó en paz» y declaró que «la mejor postal de este paro es esta movilización unitaria que ganó las calles».

Mientras la multitud coreaba por la unidad de los trabajadores, Lucero, de Sadop, subió el tono: «Este paro se construyó desde abajo y esta movilización no fue convocada a las escondidas en las redes sociales, no es anónima ni culposa, es una medida de los trabajadores y los gremialistas, que podemos salir a la calle sin sentir vergüenza».

Y sentenció: «Sólo quien no conoce la realidad puede pensar que las plazas se llenan con choripanes».

El secretario general de Luz y Fuerza, Alberto Botto, advirtió que el plan económico, al que equiparó con los programas de la última dictadura y el menemismo, «está conduciendo al país a una crisis terminal como la de 2001».

«Si no nos quieren en las calles, devuelvan el salario a los trabajadores, defiendan a la industria nacional y a sus trabajadores, respeten la paritaria docente y las de todos los trabajadores», arengó.

Carmona, de Prensa, recordó las cifras que informan sobre el aumento de la desocupación y la pobreza desde que asumió Mauricio Macri. Mientras, «el sector que batió récord de utilidades fue el financiero». Un plan de ajuste sobre el que llamó a no confundirse: «Si tiene cuatro patas, bigote y maúlla, es gato», disparó cómplice a la multitud que coreaba el hit opositor de estos días.

Layús, de La Bancaria, acusó a Macri de romper sus promesas electorales con la megadevaluación, los tarifazos y el desempleo.

Alesso subrayó que los docentes saben muy bien que en este tiempo aumentó la cantidad de chicos que asisten a los comedores escolares.

Con este diagnóstico, el conjunto de gremios que se movilizó durante el paro de ayer en Rosario piensa en el paro como un escalón. «Si alguien creyó que esta era una medida para desahogarse se equivocó, este es el inicio de un plan de acción», bramó el jefe del MSR. La secretaria general de la Ctera completó la propueata: «Si el ajuste no para, tiene que seguir la lucha».

Fuetne: La Capital Rosario