La crisis del consumo golpea fuerte a los kioscos mendocinos: «Vendemos un 15% menos que el año pasado»
Por la caída del consumo, los kiosqueros de Mendoza resignan márgenes, reducen personal y advierten que la situación es cada vez más difícil.
Por la caída del consumo, los kiosqueros de Mendoza resignan márgenes, reducen personal y advierten que la situación es cada vez más difícil.
La baja en el consumo se siente con fuerza en uno de los eslabones más sensibles del comercio: los kioscos. Según informó Gustavo Suárez, presidente de la Cámara de Kiosqueros Unidos de Mendoza (CKUM), las ventas cayeron 15% respecto al 2024. La situación, afirmó, “implica una baja muy grande en lo que son las cajas diarias y la recaudación”.
A pesar de que el número de kioscos en actividad se mantiene relativamente estable —“hay cierres pero también el mismo porcentaje de aperturas”, explicó Suárez—, el ajuste se nota puertas adentro. “Han tenido que sacar personal y estar más tiempo los dueños atendiendo los negocios. En muchos casos se ha disminuido a la mitad la cantidad de gente trabajando porque realmente el consumo no da para pagar más personas”, dijo.
Un estudio reciente de NielsenIQ, un total de 89.936 kioscos encuestados cerraron el año 2024 con una disminución del 16%. Las bebidas, que constituyen el 60% de su ingreso, fueron la categoría con mayor retroceso, con una caída del 17%.
Los kiosqueros enfrentan un cóctel difícil: caída de ventas, costos fijos en alza y márgenes cada vez más estrechos. “Generalmente todos nuestros negocios tienen alquileres atados al IPC, con ajustes mensuales, cuatrimestrales o semestrales, depende de los contratos”, detalló Suárez. A eso se suman los aumentos en tarifas, como la luz, y los impuestos municipales, que “no han tenido un stop o una remisión con respecto a los valores de consumo”.
Consumo en picada
Lo paradójico es que, en medio de la inflación, los precios de los productos que se venden en los kioscos han mostrado poca variación. “Conseguimos casi el mismo precio que el año pasado en el mismo mes. Las empresas también tienen que mover esa mercadería y ofrecen compras por volumen hasta con un 20% de descuento para llegar a sus objetivos de venta, lo que termina empujando los precios hacia abajo”, indicó Suárez.
Pero aún con precios casi congelados, la rotación es baja. “Al no tener rotación, se nos hace muy complicado quedar a fin de mes. Las facturas de luz, los alquileres, los impuestos, siguen aumentando, y la recaudación es menos. Entonces realmente la situación se ha puesto difícil”, advirtió el presidente de CKUM.
En este contexto, muchos comerciantes han optado por resignar márgenes para evitar pérdidas mayores. “Resignamos en varios productos mucho margen para poder sacarlos y que no lleguen a los vencimientos, porque no tienen rotación. Y trabajamos al máximo con aquellos productos que sí se mueven, para no perjudicar”, cerró Suárez.
