La crisis disparó 50 por ciento la demanda de puestos en ferias populares de Rosario

Así consta en los registros de la Secretaría de Economía Social del municipio. Son tantos los pedidos, que habilitaron exhibiciones autogestivas.

Así consta en los registros de la Secretaría de Economía Social del municipio. Son tantos los pedidos, que habilitaron exhibiciones autogestivas.

La crisis económica disparó un 50 por ciento la demanda para vender productos en ferias populares en la ciudad y realizar cursos para emprendedores. Por eso, a los espacios de venta informal que ya funcionan en Rosario de manera permanente, ahora el municipio habilitó una nueva modalidad: puestos autogestivos en plazas y parques con aval estatal.

«Es una instancia intermedia que se permite ante una coyuntura cada vez más complicada», explicó el secretario de Economía Social del municipio, Nicolás Gianelloni.

La semana pasada debutaron seis exhibiciones de este tipo, en la que familias asociadas en cooperativas ponen tablones, carpas y venden sus productos supervisados por distintas áreas de la Intendencia.

En paralelo, en el Concejo la oposición volvió a presentar un proyecto para regular las ferias barriales ante la pérdida de estado parlamentario de una iniciativa que no prosperó (ver aparte).

Gianelloni reconoció que en los últimos meses se registró un «notable incremento de las consultas para sumarse a los programas de capacitación y financiamiento que tiene el municipio para los emprendedores».

El funcionario apuntó además que se evidenció un fortísimo aumento en las gestiones para instalar un puesto en las ferias habilitadas que tiene el municipio a lo largo y ancho de la ciudad.

«La demanda subió cerca de un 50 por ciento en lo que va del año y las últimas noticias parecen indicar que el panorama social seguirá complicado», precisó el titular de la Secretaría de Economía Social.

Los datos oficiales que manejan en la Municipalidad son contundentes. Actualmente hay unas 700 ferias que operan en la ciudad, de al menos 50 puestos cada una, de diferentes tamaños y días de funcionamiento.

De esa cifra, unas 20 son mercados populares convencionales por su tamaño y funcionamiento. Las otras son más irregulares en sus días, horarios y productos que se comercializan.

En lo que va del año los agentes territoriales municipales han tomado notado nota del crecimiento exponencial de algunas ferias. El caso más emblemático es la que se levanta en Roullión y Maradona, en la zona oeste (ver página 4).

Allí, concejales opositores han advertido que se ha convertido en la feria más grande de la ciudad, que funciona a lo largo de varias cuadras. Tanto, que los fines de semana hay líneas del transporte urbano que deben desviar sus recorridos por la cantidad de gente que camina por sus calles.

El programa Rosario Emprende, orientado a personas con una idea de proyecto o emprendimiento ya iniciado, ya sea en estado inicial, medio o consolidado (de tipo personal, familiar o asociativo) tiene unos 4.000 inscriptos.

«Este programa que concentra gran parte de los dispositivos que teníamos antes en Economía Social nos muestra que el 70 por ciento de los inscriptos que luego comercializa sus productos lo hace como principal ingreso, no como complemento para sus hogares», resaltó.

Y aportó otro dato relevante: el 60 % de los anotados son mujeres, muchas de ellas como sostén de hogar. «Ese es otro fenómeno que estamos notando en alza», acotó.

Ante la demanda en alza para vender todo tipo de productos en estas ferias, el municipio acordó en algunos barrios una nueva instancia intermedia: puestos autogestivos en plazas y parques con aval estatal.

«A diferencia de los puestos que el municipio instala, en estos nuevos espacios habrá cooperativas que van a levantar sus propias carpas, pondrán sus tablones y se harán cargo de la limpieza del lugar», indicó Gianelloni.

Previamente, vendedores ambulantes y el Ejecutivo acordarán pautas mínimas del uso del espacio público, sin que afecte la convivencia con terceros y comerciantes registrados.

Según apuntó Gianelloni, «ya hay unos seis pedidos para habilitar estos espacios autogestivos en distintas zonas de la ciudad». Uno de ellos en Fisherton, en Wilde y Sarratea.

La idea del Ejecutivo es avanzar con este tipo de habilitaciones, con supervisión de inspectores municipales para evitar que se comercialicen productos en mal estado o de dudosa procedencia.

Y al mismo tiempo evitar situaciones conflictivas como las denunciadas en Fiscalía respecto a presuntas prácticas extorsivas de parte del Sindicato de Vendedores Ambulantes que lidera Beto Riba, quien reclama aportes de hasta $500 diarios ilegales para permitir a los puesteros trabajar en paz.

En el Ministerio Público de la Acusación estiman que el gremio recauda más de un millón de pesos por estas prácticas.

El fiscal Matías Edery está investigando comprobantes informales que así lo acreditan y testimonios clave del expediente.

La oposición insiste con otra regulación para estos espacios

El concejal Eduardo Toniolli (PJ) volvió a presentar un proyecto para regular las ferias populares en Rosario, ante la pérdida de estado parlamentario de una iniciativa similar.

La propuesta busca regular el uso del espacio público y los días y horarios de funcionamiento y facilitar el control sobre la legalidad de los productos que se ofrecen.

La iniciativa fomenta la creación de comisiones de feriantes en cada uno de estos mercados. Estos consorcios deberán presentar una propuesta de feria a la Secretaría de Economía Solidaria del municipio, aclarando el lugar y días propuestos para el funcionamiento, la propuesta estética de la feria, el ordenamiento de los puestos y los requisitos relacionados con la limpieza y el mantenimiento del lugar.

Además, propone crear un registro de ferias donde quedarán consignados los datos de cada titular del puesto y el rubro al que se dedican.

También se promueve la incorporación de los feriantes al monotributo social u otra categoría superior, y acompañará y se facilita la gestión de trámites para la obtención de la personería jurídica y la constitución como asociación civil de las comisiones de feriantes.

Fuente: La Capital