La esclavitud moderna afecta a casi 36 millones de personas
24/11/2014 EL MUNDO
La organización Fundación Walk Free en Perth (Australia) presentó el Índice Mundial de Esclavitud (IME) 2014 donde cuantificó cuestiones muchas veces invisibilizadas como son la trata de personas, el trabajo forzado, la servidumbre por deudas, el matrimonio forzado y la explotación sexual comercial.
Argentina tiene una de las políticas gubernamentales más fuertes contra la esclavitud moderna, según el informe difundido hoy por la Fundación Walk Free en Perth (Australia) que ubicó al país en el puesto 20 en un ranking mundial sobre respuestas activas contra ese delito, aunque advirtió que todavía hay 77.300 personas en situación de servidumbre y unas 35,8 millones a nivel global.
El trabajo destacó que Argentina tiene una de las respuestas gubernamentales más firmes del mundo contra la esclavitud y la ubicó 20 en un ranking entre 167 países, por encima de Dinamarca, Alemania y Francia, en una lista que encabezan los Países Bajos y Suecia.
En ese marco resaltó el trabajo de asistencia a sobrevivientes, los mecanismos judiciales para identificar y penalizar estos delitos y puntualizó que «junto a Irlanda y Montenegro es particularmente fuente en brindar un entrenamiento sistemático a personal médico, de asistencia social o docentes que también entran en contacto con las víctimas». Pese a esto, la organización advirtió que hay 77.300 personas bajo la esclavitud moderna en Argentina.
La cifra implica una prevalencia baja ya que representa el 0,187 por ciento de la población total del país, aunque en términos absolutos significa que se posiciona número 57 en el ranking mundial de mayor cantidad de víctimas.
El número indica además que Argentina está quinta entre los países de América con mayor cantidad de víctimas por debajo de México con 266.900 personas, Haití (237.700), Brasil (155.000) y Colombia (105.400).
Después de Europa, el continente es la región que tiene la menor prevalencia de esclavitud moderna del mundo, con una estimación de un 3,6% del total global de personas atrapadas en esa condición.
Sin embargo, esto supone 1,28 millones de hombres, mujeres y niños esclavizados, «sobre todo por trata con fines sexuales y explotación laboral, elemento este último que afecta en particular a la mano de obra agrícola de la región, de alta movilidad y baja calificación», precisó el trabajo.
«Uno de los factores más importantes de la región son las fuertes tendencias migratorias transnacionales que llevan a personas vulnerables a abandonar sus hogares en busca de trabajo», añadió el análisis.
A nivel mundial, la investigación calculó que hoy en día hay 35,8 millones de hombres, mujeres y niños atrapados en la esclavitud, lo que constituye un 20% más que las cifras manejadas el año pasado cuando estimó que 29,8 millones de personas estaban en esa condición.
En términos absolutos, la lista está encabezada por India, donde se proyectó que hay 14,29 millones de personas en esclavitud, seguida por China (3,24 millones), Pakistán (2,06 millones), Uzbekistán (1,2 millones) y Rusia (1,05 millones) por lo que juntos estos países suponen el 61% de la esclavitud moderna del mundo, con 22 millones de personas.
Por el contrario, Islandia y Luxemburgo tienen las cifras más bajas de víctimas tanto en prevalencia como en términos absolutos, con menos de 100 en cada país, y les sigue de cerca Irlanda, con menos de 300.
«Se piensa que la esclavitud es una problemática de épocas pasadas. O que solo existe en países asolados por la guerra y la pobreza. Estas conclusiones muestran que existe esclavitud moderna en todos los países. Todos somos responsables de las atroces situaciones que se dan con la esclavitud moderna y del desesperante sufrimiento que inflige a nuestros semejantes», indicó el presidente y fundador de la Fundación Walk Free, Andrew Forrest.
El primer paso para erradicar la esclavitud es medirla. Una vez que tenemos esa información decisiva, debemos aunarnos todos (gobiernos, empresas y la sociedad civil) para poner definitivamente fin a esta gravísima forma de explotación», concluyó.