La huelga de inmigrantes contra Trump se sintió fuerte en todo EEUU
Inmigrantes en todo Estados Unidos se quedaron en casa ayer, en lugar de ir a la escuela o a trabajar, para demostrar su importancia para economía estadounidense.
17/02/2017 EL MUNDOInmigrantes en todo Estados Unidos se quedaron en casa ayer, en lugar de ir a la escuela o a trabajar, para demostrar su importancia para economía estadounidense.
Inmigrantes en todo Estados Unidos se quedaron en casa ayer, en lugar de ir a la escuela o a trabajar, para demostrar su importancia para economía estadounidense. Muchos de los negocios cerraron sus puertas en un acto de solidaridad, durante la protesta nacional denominada «Un Día sin Inmigrantes».
El boicot se realizó para expresar oposición a los esfuerzos del presidente Donald Trump para combatir la inmigración. Reinaba un silencio inusual en el Mercado Italiano de Filadelfia. Restaurantes de lujo en Nueva York, San Francisco y Washington permanecieron cerrados. Tiendas de alimentos, «food trucks», cafeterías y puestos de tacos en Chicago, Los ngeles y Boston tampoco abrieron sus puertas. La protesta incluso llegó al Capitolio, donde una cafetería del Senado fue uno de varios establecimientos cerrados. Hubo asimismo marchas en varias ciudades.
Los organizadores atrajeron a inmigrantes de todos los estratos y condiciones, pero los efectos se sintieron más en los restaurantes, que han sido desde siempre el primer peldaño en la escala económica para los recién llegados al país, con sus múltiples empleos para cocineros, lavaplatos, auxiliares de cocina y camareros. Restaurantes de lujo y de comida rápida por igual cerraron a lo largo y ancho del país. Barras de sushi, restaurantes brasileños y mexicanos, establecimientos de comida tailandesa o italiana dejaron con hambre a los comensales. En el mercado italiano de la Calle Nueve en el sur de Filadelfia, el ambiente matutino era tan tranquilo que Rani Vasudeva pensó que era lunes, el día en que la mayoría de los comercios de la calle están cerrados. Los puestos de verduras y otros en la llamada «Calle Nueve» estaban vacíos, provocando que los clientes buscaran en otro lado abastecerse de carne fresca, pan, frutas y vegetales. «De hecho es muy triste», dijo Vasudeva, profesora de 38 años en la Universidad Temple. «Te das cuenta del impacto que tiene la comunidad de inmigrantes. Nos necesitamos los unos a los otros en nuestra vida diaria».
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump se jactó de sus medidas para proteger la frontera y los arrestos de cientos de inmigrantes irregulares durante la semana pasada, al decir: «Salvamos vidas todos los días».
Desde el final de 2007, el número de extranjeros empleados en Estados Unidos se ha incrementado en casi 3,1 millones hasta los 25,9 millones; representan el 56 por ciento del incremento del mercado laboral estadounidense en ese lapso, de acuerdo con el Departamento del Trabajo.Los nacidos en el extranjero —entre los que se incluye a quienes obtuvieron ciudadanía estadounidense, poseedores de residencia y aquellos que son residentes ilegales— tienden a ser más jóvenes y aceptar empleos en los ramos que han ido creciendo más rápido, incluyendo restaurantes, hoteles y comercios.La industria de los restaurantes tiene ella sola casi 12 millones de empleados, y los inmigrantes conforman la mayoría: hasta el 70 por ciento, en lugares como Nueva York y Chicago, de acuerdo con Restaurant Opportunities Centers United, una organización que trabaja para mejorar las condiciones laborales del sector. Se estima que 1,3 millones de empleados en la industria son inmigrantes que viven en Estados Unidos sin autorización, indicó el grupo.