La Lucana, otra histórica panadería céntrica de Rosario que ya apagó sus hornos

Suman 60 los negocios del sector en Rosario, más del 10 por ciento, cerrados en un año y medio. Se repite la receta: tarifazos, suba de insumos y caída del consumo

Suman 60 los negocios del sector en Rosario, más del 10 por ciento, cerrados en un año y medio. Se repite la receta: tarifazos, suba de insumos y caída del consumo

Cerró otra histórica panadería: la La Lucana. Así se suma a las cerca de 60 que apagaron sus hornos y bajaron las persianas en el último año y medio, según la Asociación de Industriales Panaderos. Son más del 10 por ciento de los locales registrados de ese sector en Rosario en 2016. La receta se repite a la hora de la explicación: los tarifazos en luz y gas, el fuerte incremento de los insumos y la caída del consumo terminan volviendo inviable el negocio.

«Años sirviendo a Rosario. Hoy le decimos adiós», dice un cartel pegado en la vidriera del histórico local de Entre Ríos al 900, a través de la cual se supieron ver todo tipo de productos: galletas, ensaimadas, chocolates, panes, roscas, masas y pastas. La firma tenía otro local en Corrientes al 800, que también fue cubierto por el papel que hasta la semana pasada utilizaban para envolver los productos antes de entregar a los clientes.

Los dueños de La Lucana venían meditando esta dolorosa decisión desde hace un tiempo. A comienzos de abril pasado, LaCapital los consultó por otro tema y fue entonces cuando uno de ellos aseguró que no descartaba «en los próximos meses» seguir los pasos de otros dueños de locales de la zona, que volvieron a un esquema utilizado en los 90: ser rentistas. Una fórmula que al momento de ser entrevistado no le agradaba porque entendía que también había fuentes de trabajo en juego.

Pero al impacto de los aumentos de tarifas e insumos y la caída de ventas en el sector, el empresario sumó otro factor adicional como agravante: los cambios introducidos en la movilidad del transporte público en el centro de la ciudad, que afectaron a su negocio.

«Se llevaron los colectivos a San Juan, levantaron las paradas de los de media distancia, sacaron la cochera municipal de la plaza Sarmiento, que permitía el estacionamiento de unos 100 vehículos que rotaban a lo largo del día», señaló con enojo, y agregó que todo eso provocó que en los dos últimos años se alejaran muchos clientes, de Rosario y localidades vecinas, que antes circulaban por la zona.

Tres meses después de esa entrevista los propietarios de La Lucana cerraron sus puertas. Una histórica clienta recordó que «en las épocas de crisis supieron asistir con remanentes de su producción a la gente necesitada, que incluso hacía cola en la puerta de los locales para recibir una bolsa de pan». Ellos no corrieron con la misma suerte.

Al ser consultado por LaCapital, el presidente de la Asociación de Industriales Panaderos, Gerardo Di Cosco, aseguró ayer que «en el último año y medio cerraron unas 60 panaderías en la ciudad por la grave situación que atraviesa el sector», y trazó un panorama más que sombrío para los próximos meses. La comparación empieza a hacerse con la crisis de 2001.

Pan caliente

Di Cosco señaló que en las últimas semanas parece haber comenzado una aceleración en las decisiones de bajar las persianas en el rubro para frenar la sangría de costos que a muchos ya se les hicieron impagables. «Golpeamos todas las puertas que se podían golpear, pero la clave sigue siendo la decisión de quienes manejan la economía en Argentina», agregó.

«El aumento de las tarifas impactó en nuestra estructura como industria y la caída del poder adquisitivo de los clientes hizo descender un 40 por ciento las ventas en los últimos meses», aseguró.

Como contrapartida, sumó, sufrieron «un aumento de la bolsa de harina del 140 por ciento además de los tarifazos». «Pero esos costos —señaló el dirigente empresario— no podemos trasladarlos a los clientes». Explicó que el precio del kilo de pan, que en promedio oscila entre 50 y 55 pesos, hoy debería estar al público a 65 pesos «para hacer rentables» las panaderías.

Y graficó el estado del consumo en las panaderías con una comparación: mientras un par de años atrás las masas eran el producto premium, «hoy son las facturas las que quedaron para el fin de semana».

«La realidad hoy es que la industria panadera no está bien. Es más, está de regular para mala. No somos la excepción de lo que ocurre en el resto de las actividades económicas», apuntó.

Desde la semana pasada, el Instituto de Estadística y Censos (Indec) y consultoras privadas comenzaron a exponer en sus relevamientos una caída de la actividad económica en la mayoría de los sectores productivos y del comercio, números que reflejan lo que desde hace tiempo ocurre en las calles.

Fuente: La capital