La nueva policía municipal, con pronóstico reservado
EL PROYECTO DE CREACIÓN DE LAS POLICÍAS LOCALES SIGUE GENERANDO CORTOCIRCUITOS EN LA LEGISLATURA. EL SCIOLISMO BUSCA AVANZAR CON LA SANCIÓN DE LA NORMATIVA
Intendentes del Conurbano reclaman su creación, pero el proyecto de Scioli no sería del agrado de la Casa Rosada
Pese a que fue uno de los temas principales de la última campaña electoral, la creación de las Policías Locales sigue encerrada en el laberinto de la política bonaerense. Allí, crecen por estos días las dudas sobre la viabilidad de la iniciativa que debe discutir la Legislatura, no solamente por razones económicas -sobre el financiamiento de la fuerza- sino también por rencillas políticas.
Según pudo saber EL DIA, el gobierno nacional no sería partidario de avanzar con el proyecto que fue enviado por el gobernador Daniel Scioli al Parlamento provincial, por lo que ya habría recomendado a los legisladores kirchneristas que dilaten su tratamiento. Así, la iniciativa podría quedar atrapada entre los pliegues de la siempre compleja interna del partido oficialista.
Un anticipo de la postura que adoptaría el kirchnerismo duro lo acaba de dar el vicegobernador Gabriel Mariotto, quien viajó a México para interiorizarse de la experiencia de las Policías Comunales en ese país y de los “peligros” de su implementación, advirtió el propio titular del Senado provincial. Aunque en el fondo, los reparos serían más políticos que instrumentales.
Es que el gobierno nacional no vería con buenos ojos que los intendentes del Conurbano sean facultados para comandar sus propias fuerzas de seguridad, porque eso incrementaría su peso político en distritos clave en materia electoral. De hecho, el proyecto contempla a los municipios con más de 70.000 habitantes, que concentran el 67% de los electores bonaerenses.
Compromiso
La postura del sciolismo es distinta a la del kirchnerismo. El Gobernador se comprometió a fines del año pasado con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, a impulsar la creación de la Policía Local para ablandar la negativa de esa fuerza política a aprobar el Presupuesto provincial de 2014. Y encomendó a su ministro de Seguridad, Alejandro Granados, a elaborar el proyecto.
El intendente de Ezeiza en uso de licencia, que había llegado al Ministerio de Seguridad por las urgencias del oficialismo en la campaña electoral, cumplió la orden de Scioli pero en el medio tuvo que lidiar con el retiro de la mitad de los agentes de la Gendarmería nacional desplegados en el Gran Buenos Aires. Granados es uno de los más férreos defensores de la Policía Municipal.
Por eso -según trascendió- el massismo no lo cuestiona en público y accede a sus convocatorias, como la que hizo la semana pasada para lanzar un nuevo Comando de Patrullas en 12 distritos del Conurbano, en una acción considerada como un paso previo a la creación de las Policías Comunales. En esa foto estuvo Gabriel Katopodis (San Martín), muy influyente en la mesa chica del FR.
También fue de la partida Jorge Macri (Vicente López), quien lidera el PRO bonaerense pero se propone como un puente político con el massismo. En diálogo con este diario, el jefe comunal ponderó la “buena voluntad” de Granados, pero advirtió que la política de seguridad de la Provincia “sufre el dilema de la frazada corta”, por la carencia de personal, logística e infraestructura.
A su vez, el intendente Joaquín de la Torre (San Miguel) reclamó que se apruebe la ley para crear las policías comunales, al asegurar que “hoy los municipios están al margen de la seguridad pública en la Argentina”. Pero, en su fuero íntimo, el massismo no confía en que la nueva normativa contribuya en forma significativa a paliar la inseguridad que asola a la Provincia.
“Como viene la mano, será un gran show y terminará en algo intangible, como la policía judicial”, deslizó otro intendente massista. Por eso en materia de seguridad -una de sus principales banderas electorales- el Frente Renovador puso fichas al debate sobre el nuevo Código Penal, que le dio más rédito político, que a la policía comunal, para no quedar “pendiente de la interna oficialista”.
De todos modos, tanto los intendentes massistas como los que permanecen en el redil oficialista advirtieron por lo bajo que la inseguridad recrudeció en el Conurbano. “Enero y febrero fueron muy duros”, admitió uno de ellos a este medio. Por eso, estimó que una vez superado el conflicto docente, el foco político volverá a posarse sobre este asunto irresuelto de la agenda bonaerense.
En ese punto, los jefes comunales y sciolismo analizan -en forma coincidente- que la demanda social por más seguridad restará margen de maniobra al kirchnerismo para plantear una oposición absoluta a las Policías Locales. Aunque esperan un espinoso debate que dilataría la irrupción operativa de la fuerza.
