La ONU llama a la acción para evitar la desertificación del suelo y restaurar la tierra en el Día Mundial del Ambiente 2024

Con vistas al Día Mundial Del Medio Ambiente  a celebrarse el 5 de junio, desde la Organización de las Naciones Unidas promueven una guía práctica para obtener ideas sobre cómo tomar medidas de #GeneraciónRestauración para restaurar la tierra, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía.

Con vistas al Día Mundial Del Medio Ambiente  a celebrarse el 5 de junio, desde la Organización de las Naciones Unidas promueven una guía práctica para obtener ideas sobre cómo tomar medidas de #GeneraciónRestauración para restaurar la tierra, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía.

Las tierras son esenciales para la vida en nuestro planeta. Las tierras de cultivo, los bosques, las praderas, las sabanas, las turberas y las montañas proporcionan los recursos y servicios que sustentan a la humanidad. Sin embargo, los ecosistemas se enfrentan a importantes amenazas. Si no se abordan problemas como la degradación del suelo, la producción mundial de alimentos podría disminuir en un 12%, lo que llevaría a un aumento del 30% en los precios de los alimentos en 2040.

Con vistas al #DíaDelMedioAmbiente de junio, inspírate con esta guía práctica para obtener ideas sobre cómo tomar medidas de #GeneraciónRestauración para restaurar la tierra, detener la desertificación y fortalecer la resiliencia a la sequía.

El potencial de la restauración de los ecosistemas
La Tierra necesita una mano. La triple crisis planetaria amenaza con destruir nuestro hogar y eliminar millones de especies con las que compartimos este hermoso planeta. Pero la degradación que causa no es inevitable. Tenemos los conocimientos y las capacidades para revertir los daños y restaurar el medio ambiente. Solo lo lograremos si actuamos ahora.

El proceso de recuperación de los espacios naturales se denomina restauración de los ecosistemas y hoy es más urgentemente necesario que nunca. Muchos países de todo el mundo se están dando cuenta de ello.

Entre 765 millones y 1.000 millones de hectáreas de tierras en todo el mundo están destinadas a actividades de restauración. Casi la mitad de la superficie por restaurar se encuentra en África subsahariana y existen múltiples compromisos significativos en Asia y América Latina.

Los países están evidenciando que las actividades de restauración sí son eficaces y se han comprometido a colaborar con el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, un movimiento mundial para recuperar los espacios naturales deteriorados, como los bosques, pastizales y humedales.

Las Iniciativas Emblemáticas de Restauración Mundial (un grupo de iniciativas pioneras) son prueba fehaciente y vigente de que la restauración aporta una amplia gama de beneficios medioambientales, como el aumento de la productividad, la retención de carbono y la conservación de la biodiversidad.

La recuperación de ecosistemas deteriorados genera hasta 30 dólares en servicios ecosistémicos por cada dólar gastado.

Restaurar 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas en todo el mundo contribuirá en gran medida a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, revertir la pérdida de naturaleza y frenar el cambio climático.

El Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, un pacto histórico firmado en 2022 para proteger la naturaleza refleja el compromiso adquirido por los países para garantizar que antes de 2030 al menos el 30% de los ecosistemas terrestres, marinos, costeros y de aguas continentales que hayan sufrido degradación estarán en fase de restauración efectiva.

La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), la voz mundial de las tierras, reúne a gobiernos, empresas y sociedad civil para debatir los retos actuales y trazar un futuro sostenible para la tierra.

A finales de 2024, se celebrará en Riad la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) de la CNULD para acelerar la acción sobre la restauración de las tierras y la resiliencia a la sequía.

El éxito de la restauración de las tierras requiere un planteamiento que utilice los conocimientos y la acción de las personas de cualquier generación. Todos los que vivimos ahora formamos parte de una generación que es la primera en presenciar los efectos devastadores de la degradación ambiental. Podríamos ser la última esperanza del planeta para cambiar el rumbo.

No es posible retroceder en el tiempo, pero sí podemos cultivar bosques, reverdecer nuestras ciudades, recolectar agua de lluvia y nutrirnos con alimentos que no dañen los suelos.

Podemos ser la generación que de una vez por todas haga la paz con la tierra. Estas son algunas de las formas en que todos podemos convertirnos en #GeneraciónRestauración

LA RESTAURACIÓN DE LOS ECOSISTEMAS ES EFICAZ
Nepal ha triplicado su población de tigres gracias a la restauración de pastizales y bosques; la tasa de supervivencia de los manglares recién plantados en Sri Lanka se disparó del 3% al 90% desde 2005; y los agricultores africanos van por buen camino para recuperar 5 millones de hectáreas de tierras agrícolas.

Cómo potenciar la producción de alimentos mediante la restauración
En todo el mundo, al menos 2.000 millones de personas dependen del sector agrícola para su subsistencia, sobre todo las poblaciones pobres y rurales. Sin embargo, nuestros sistemas alimentarios actuales son insostenibles y uno de los principales motores de la degradación de las tierras

GARANTICEMOS LA SOSTENIBILIDAD DE LA AGRICULTURA
Una de las mejores formas de hacer más sostenibles los sistemas alimentarios es mediante la reforma de la financiación de la agricultura. Actualmente, los productores agrícolas reciben 540.000 millones de dólares al año en ayudas financieras de los países. Alrededor del 87% de las subvenciones distorsionan los precios o dañan la naturaleza y la salud humana. Pero es posible cambiar esta situación.

Aquí se mencionan algunas formas de recomponer el sistema alimentario mundial y proteger los paisajes, desde los bosques hasta los humedales.

Los gobiernos y el sector financiero pueden:

Promover la agricultura regenerativa para aumentar la producción de alimentos preservando los ecosistemas.
Reorientar las subvenciones agrícolas, forestales y pesqueras hacia prácticas sostenibles y explotaciones agrícolas a pequeña escala.
ّGarantizar un acceso más equitativo a las tierras, el agua, los créditos y los mercados para los pequeños agricultores y las comunidades marginadas.
ّInvertir en investigación y desarrollo específicos para los sistemas alimentarios de los Pueblos Indígenas con el fin de maximizar su potencial de aplicación.
Las empresas agrícolas pueden:

ّ Desarrollar variedades de cultivos resilientes a las condiciones climáticas y otras medidas de adaptación para ayudar a los agricultores a mitigar los efectos de la sequía y el cambio climático.

ّ Combinar la sabiduría tradicional de los Pueblos Indígenas con los avances científicos para desarrollar cultivos y métodos agrícolas sostenibles y escalables.

ّ Adoptar técnicas agrícolas sostenibles utilizando variedades de cultivos tradicionales por su valor nutritivo, su resistencia a la sequía y a las plagas y su adaptación al cambio climático.

ّ Reducir el desperdicio y la pérdida de alimentos en el comercio minorista y los servicios alimentarios para reducir el consumo de agua y las emisiones de carbono.

ّ Aumentar los fondos destinados a la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías para la producción agrícola y ganadera.

ّ Garantizar el uso medido de fertilizantes e insecticidas para evitar la degradación de los suelos.

ّ Centrarse en cultivos adaptados a los ecosistemas locales y al cambio climático.

Las escuelas, universidades, empresas, clubes sociales, sociedad civil y organizaciones religiosas pueden:

ّ Utilizar alimentos sostenibles y reducir el desperdicio de alimentos en cafeterías y eventos
ّ Compartir conocimientos sobre alimentos sostenibles y prácticas culinarias

ّ Practicar la agricultura sostenible en huertos comunitarios y campus universitarios.

ّ Fomentar el compromiso de la comunidad basado en valores comunes.

ّ Poner en marcha campañas de educación y concienciación específicas para la juventud sobre la importancia de la restauración de las tierras a escala comunitaria.

Las personas a nivel individual pueden:

ّ Utilizar su poder adquisitivo para apoyar únicamente a las marcas que se abastecen de materiales sostenibles.

ّ Comprar productos locales para apoyar a las personas que cultivan en su región y reducir así las emisiones de gases de efecto invernadero.

ّ Incluir en la dieta más alimentos que no perjudiquen al suelo, como lentejas, alubias (fríjoles) y garbanzos.

ّ Cambiar las dietas para que sean de origen regional, de temporada y de abundante diversidad de verduras.

ّ Utilizar la calculadora de dietas favorables para el planeta para saber cómo los alimentos
repercuten en el medio ambiente.

ّ Comprar alimentos y bebidas sostenibles y de producción local.

ّ Exigir un mejor etiquetado que incluya información sobre la huella de carbono y la sostenibilidad de los productos.

ّ Difundir información ecológica organizando concursos de cocina sostenible y compartiendo
consejos para reducir el desperdicio doméstico de alimentos.

SALVAR LA NATURALEZA EMPIEZA POR TU PLATO, LA FORMA EN QUE PRODUCIMOS Y CONSUMIMOS LOS ALIMENTOS ESTÁ PROVOCANDO MÁS DEL 80% DE LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD.

SALVEMOS LOS SUELOS
El suelo es mucho más que la tierra que pisamos. Es el hábitat más biodiverso del planeta, ya que casi el 60% de todas las especies del planeta viven en el suelo. Y se calcula que el 95% de nuestros alimentos se produce directa o indirectamente en el suelo.

La salud de los suelos es su capacidad para funcionar como un sistema vivo. Un suelo sano constituye el mayor reservorio de carbono terrestre y desempeña un papel vital en la mitigación del cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Cada cinco segundos, se erosiona una superficie de suelo equivalente a un campo de fútbol, debido al exceso de cultivos y pastos y a la tala de árboles. Sin embargo, se requieren 1.000 años para generar 3 centímetros de tierra vegetal (la capa más superficial del suelo). A continuación, te presentamos algunas formas de mantener el suelo sano y productivo.

Fuente: Misiones Online