La revelación sobre cómo impacta el desempleo en Mendoza

Según los datos del Censo, el desempleo roza el 10% en Mendoza, mientras que para la EPH era menor. Las mujeres, mucho más afectadas por la falta de oportunidades.

Según los datos del Censo, el desempleo roza el 10% en Mendoza, mientras que para la EPH era menor. Las mujeres, mucho más afectadas por la falta de oportunidades.

Si Alexis Aguilera, que tiene 21 años y recorre el Gran Mendoza como cartonero, tuviera que mensurar las horas de trabajo, está «sobreocupado». En su trajín diario camina decenas de kilómetros arrastrando su carro, por al menos 10 horas al día. Su paga oscila y podría considerarse «su propio jefe». Todo, en el mundo de los eufemismos con lo que se construye la nueva Argentina. Para las estadísticas Alexis tiene trabajo. En la realidad, Alexis tiene una estrategia de supervivencia que no le brinda garantías de ingresos, seguridad y calidad de vida. «Trabajo todo el día. Se gana, pero hay que estar. Si te enfermás, no cobrás», dice el joven. Más complejo es para Rebeca, que tiene todas las características que señalan un camino cuesta arriba en Mendoza: es joven, es mujer y busca trabajo. «Trabajo en limpieza. Me llaman para reemplazos nada más. Algunas veces no me llaman en todo el mes», explica. Su historia se replica por miles; pues ilustra de manera real lo que las estadísticas camuflan. Sin embargo ahora hay una radiografía más cercana de lo que pasa en la provincia. Los datos finales del Censo de población realizado en 2022 demuestran que hay más mendocinos con problemas de empleo de los que oficialmente se registraban.

Según el Censo, en Mendoza hay un 9,5% de desocupación; mientras que la EPH de ese momento indicaba que era de 6,5%. La diferencia es grande. El Censo relevó a toda la población y está incluido en esa cifra el desempleo en zonas rurales, algo que en las encuestas queda relegado. Los problemas de empleo son más agudos incluso de lo que indica el Censo, pues para considerar que una persona tiene trabajo se toma un concepto muy abierto, laxo: si una persona trabajó una hora en la semana previa al Censo, es considerada como alguien con trabajo y no desempleado, aún cuando no le paguen por esa tarea. «Corresponde al trabajo de las personas durante por lo menos una hora en la semana anterior al momento del Censo, sin contar las tareas de su hogar. Toda actividad laboral dirigida al mercado será considerada como trabajo independientemente de su retribución», dice la definición oficial.

En datos
El desempleo entre las mujeres duplica al de los hombres. El 13% de las mujeres que buscan trabajo no lo consiguen. Entre los hombres es de solo el 6,7%.  Los jóvenes mendocinos son los que más sufren la desocupación, pero también son ellas las más afectadas, pues según el rango de edad el índice crece hasta el 33%.

San Martín, Las Heras y Junín son los tres departamentos que más desocupación tienen y traspasaron el límite de los dos dígitos. Las Heras y Godoy Cruz están muy cerca de ese límite, mientras que San Carlos y La Paz son los que menos desempleo registraron, según el Censo de 2022.

La educación es un condicionante para encontrar trabajo. Más de la mitad de las personas desempleadas tienen primaria o secundaria incompleta. De las 909 mil personas que tienen trabajo en Mendoza, 478 mil son empleados. Hay 61 mil que trabajan en servicio doméstico y 276  mil que trabajan por cuenta propia, incluidos allí diversos niveles de ocupación e ingreso. «Patrones» son 36 mil, lugar donde la tasa de femeneidad es baja: hay 11.702 mil mujeres «jefas», contra 24.525 mil hombres que «mandan». Es decir, casi el 70% de los empleadores y jefes son hombres.

Fuente: MDZ